Tiempo - ADRINNETE - Mini Fic

°²°

Pov Adrien:

No sabía si sentirme feliz, emocionado, nervioso o Triste, enojado con Cloe y Alya, nervioso por mil.

La semana pasó con rapidez, Kagami iría con nosotros y Marinnete también...

Obviamente todos nuestros supuestos '' amigos" estaban felices de nuestras reacciones. Podía decir que Marinnete también estaba nerviosa, sus hermosas mejillas estaban sonrojadas

Hermosa...

Sigue con la historia ¡me aburro! - opinó la odiosa voz de la narradora.

En fín.

Todos estaban felices por un fin de semana de descanso.

Llegamos y era un lugar agradable, una casa de campo en vez de las cabañas. Cloe y Alya querían hacerlo épico.

Entramos, todo era de color blanco pero muy acogedor. Una gran cocina una sala con un gigante televisor y al fondo se podía ver la piscina con unas cuantas sillas de playa y algunas sombrillas.

–Bien... - murmuró Luka acercándose al mesón de la. Cocina. Sacó de su bolso unos papeles y tomó una tasa para introducir todos los 7 papelito en ella.

–Las habitaciones las escogerán ustedes... Pero... Esta tasa dirá quien será su compañero de cuarto- Luka dijo con un odiosa sonrisa en sus labios mirando juguetonamente a todos los presentes menos a mi y a Marinnete.

–Entonces... ¿Quién empieza? - pregunto pero yo no respondi al igual que ninguno de los demás.

–Yo! - exclamó la voz de Alya. Se veía contenta y entusiasmada.

Miró el papel y lo leyó. Dirigió su feliz mirada hacia Cloe. Y eso nos dió a entender que ella sería su compañera.

–Si! - exclamó la rubia –Que siga Adriku! - bromeó con su voz de bruja.

Le di una mirada furiosa a mi amiga y dirigí mi brazo a la taza. Quería que fuera Marinnete, pero por otro lado me sentía temeroso y muy nervioso.

En ese momento Luka tomó mi papel de color amarillo y sus manos se resbalaron, haciendo caer los papeles y la taza al piso.

–Mierda!

Vi como las chicas lo ayudan a recoger. Después el me entregó un papel de color rosado. Y lo abrí con aún más nervios.

Al leer las letras de aquel pedazo de papel me sentí decepcionado pero a la vez relajado.

–Nino... - musité. Y todos borraron sus sonrisas y dirijieron las miradas a Luka. Kagami también.

¿Qué carajos pasa aquí?
Pensé.

–Bien... Mari... Sigues tu - murmuró la dulce voz de Kagami. Podía sentir un poco de furia en su voz y su mirada aún estaba en Luka algo raro estaba pasando ahí.

Marinnete leyó el papel amarillo y subió su mirada hacia Kagami. Ambas sonrieron y fueron a su habitación.

No podía quitarle la mirada de encima. Llevaba un short el cual ajustaba su hermoso trasero y sus torneadas piernas blancas y suaves.
Una pequeña blusa de tirantes negra y sus tenis converse negros. Su cabello estaba recogido en una cola alta la cual me hacía imaginar cualquier escenario no apto para niños.

La amaba y quería tenerla a mi lado por toda mi vida. Era hermosa y muy tierna y amable.

Pero no sabía si era correcto o si mis sentimientos eran correspondidos.