A 12734.12 kilómetros de ti.

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Odiaba verle en aquel estado. Odiaba estar a 12734.12 kilómetros de ella; porque ahora estaba ahí, a través de su pantalla, viéndole romperse poco a poco por las palabras dichas por su padre. Odiaba no poder brindarle el apoyo que tanto necesitaba en estos momentos. Odiaba tener la maldita gira y no poder tomar un avión e ir hasta su casa, abrazarle y susurrarle que todo estaría bien, porque ahora ambos estaban juntos y nada podría derrumbarles mientras estuvieran en los brazos del otro.


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