Jisung, un chico inseguro e inteligente, mientras que Hyunjin, un chico fiestero y divertido, que no le toma importancia a nada más que a su cabello, o eso quiere dar a entender.
Jisung bottom
Se permiten adaptaciones.
+18, habrá advertencia
Las act...
Para sus amigos fue impactante y decepcionante ver a Jisung irse con un chico cualquiera, con el brazo del tipo en su hombro, tomando de una botella de cerveza.
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—Entonces, te pasaré a buscar a las nueve—Dijo su amigo sonriente, asintió restándole importancia.—Oh, vamos—Hizo una puchero.—Al fin terminamos la secundaria ¡Deberías de estar feliz y celebrar con alcohol y chicas!—Se quejó, el pelinegro rodó los ojos.
—Lo estoy, hyung—Sonrió a duras penas.—Pero no soy de las fiestas....Ni las chicas, lo sabes—Volvió la vista a su libro de biología viendo las cartas de colores sin responder de hace al menos cinco días, hizo una mueca apenado pero de todos modos no las abrió.
—Es por eso que ya nunca te invitan a las fiestas—Jisung desvió la vista del cuaderno para fijarla en su amigo.
—¿A qué te refieres?—Cerró el libro con una leve molestia.
—Es la verdad—Se encogió de hombros.—Siempre rechazas las invitaciones y citas, ahora ni siquiera te invitan—El menor frunció el ceño intentando contestar algo con sentido, pero nada salía de su boca, solo observaba al mayor con recelo.—Quizás si asistes a la fiesta de Wang, puedas conseguir amigos para que te inviten a las mejores fiestas de la cuidad~—Comentó divertido.
El menor miró a otro lado dudoso.
—Lo pensaré...—Murmuró.
—Claro, avísame mañana para antes de las siete—Sonrió mostrando sus bonitos hoyuelos.—No pierdes nada divirtiéndote, Ji...No todo es estudiar y poner orgulloso a tu padre—El pelinegro asintió con la mirada en su peluche.—Nos vemos—Se dio la vuelta yéndose del cuarto.
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—¿A dónde vas?—Preguntó la mujer sonriente, observando a su hijo peinarse en el espejo, su largo cabello tirado hacía atrás con uno que otro mechón cayendo ligeramente sobre su frente.
—A la fiesta de Jackson—Respondió desabotonando los primeros dos botones de su camisa negra.
Su madre bufó divertida.
—Vas yendo a tres fiesta esta semana ¿Qué acaso no te cansas?—Se acercó y peinó mejor el cabello del rubio, este hizo una mueca molesto.
No se había tomado el tiempo de peinarse para que venga su madre a "Corregir" su peinado.
—No, no me canso, es divertido ir, hay muchas chicas con las cuales divertirse—Recibió un manotazo en su cuello.—¡Ahh...! ¡Madre!—Se quejó adolorido mientras acariciaba el área agredida.
—¿Qué te dije sobre ser un baboso?—Le regañó con su ceño fruncido.
—Lo siento—Bufó.
—Nada de querer tener algo con una chica sin su consentimiento ¿Eh? No seas como los demás idiotas, no te eduqué así—El menor asintió bajando la mirada.—Espero no enterarme de que forzaste a una mujer, sino te castraré
—No serías capaz—Sonrió viendo a su madre por el espejo, ella sonrió de una forma que hizo tragar duro al rubio.
—Claro que soy capaz, Hyunjin—Rió y se fue.
—No volveré a tocar a una chica en mi vida...—Murmuró aterrado.
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Esta historía estará narrada en los años 80.
Recuerden que aquí el respeto hacía las mujeres era leve y los hombres mayormente se creían superiores por solo nacer como hombres.
Cualquier error ortográfico o falta de comprensión de texto o capítulo, me avisan, no me ofende, quiero que todos los que lean esta historía puedan entenderla.
Otra cosa que quiero avisar, no viví los años 80 ni 90, por lo que es fácil que llegue a equivocarme en la cultura y forma de pensar de esos tiempos, cualquier cosa avisarme si es que me e confundido.
