No lo dudes es amor.

Me interesas y punto!

Antes de empezar con mi relato les diré que yo creo que las casualidades no existen, cada persona maquina un destino trazado para uno mismo y su ser amado. Tal vez puede jugar contigo y hacer hasta lo imposible porque le pertenezcas, pero al fin y al cabo lo hace para estar toda la vida junto a ti. Ese es un punto de vista como también el que su juego se vaya de las manos, que te lastime a mas no poder y tú no sepas que camino recorrer. Estará en el de la duda el sí ir o no con aquella persona que tanto te lastimo, pero sigue jurando amarte incondicionalmente, como también el otro por el cual tú te marchas de su vida, eliges un nuevo destino para tu vivir, sola, dejando a quien te amo en lo más oscuro de tu pasado, pero aunque te duela, aunque creas que el amor con aquella alma era único e inigualable, que estaban unidos por el hilo rojo del destino, que todo conspiraba para que pudieran estar  juntos, finalmente  buscaras a otra persona que te brinde amor legítimo, dejando atrás al otro individuo. Airén tendrá que aprender a distinguir quien es su verdadero amor, estará entre los anteriores dos caminos y por si misma elegirá el adecuado para ella.  A sus 17 años tendrá que pasar por conocerse así misma empezando de cero, entraran en competencia los celos, la obsesión, los miedos, el desamor, la lujuria.                                                                             

Me desperté con un poco de resaca del día anterior David, mi amigo, se había montado una fiesta excelente pero tuve que irme antes ya que tenía colegio al otro día. Me levante y me mire al espejo estaba realmente horrible, si alguien me llega a ver así soy capaz de morir, mi largo pelo rubio estaba enredado, mis ojos verdes estaban con maquillaje exageradamente corrido y tenía unas muy marcadas ojeras en mi cadavérico rostro. Tome una ducha rápida para parecer un poco más decente, luego baje a la cocina y como siempre ni un alma habitaba en la casa, no tenía apetito asique solo me dispuse a irme de la residencia. Tome mi convertible negro y pase a buscar a Leo, una de mis amigas, ella era alta, del piel canela, ojos azules y cabello castaño hasta los hombros, no podía negar que era linda, pero últimamente me hartaba su comportamiento, pero yaque, era  una perra hipócrita igual que yo y me conocía bastante, no podía arriesgarme a que ande  infundiendo cosas que no quiero…

_ ¿Despertaste bien después de la  fiestecita de anoche? (Me interrogo Leo)

_ Con algo de resaca  y ¿Tu?

_Pues yo muy  bien! , me fui con el bombón de Fabián, no sabes lo que fue, creo que es uno de los mejores que me ha satisfecho en este tiempo, aunque es algo corto de mente.

Dios me estaba hartando tanta tontería junta, ¿A quién le importa con quien se revolcó?, claramente a mí no, creo que Leo se pasó a media escuela junta, a veces me pregunto qué le vi para llamarla “amiga”. Yo mucho no puedo hablar tuve mis tiempos con chicos pero, con uno o dos, Leo ya se había excedido hace rato. Además últimamente me aburrían los muchachos y tenía en mente experimentar cosas nuevas…

_ Ahh mira vos… (Conteste con desgana)

_Estas rara, ¿Te pasa algo? (Si tu estúpida conversación me aburre, me hubiera gustado haberle dicho)

_ No nada, solo voy a hacer una parada antes de llegar, necesito eso.

_Ok, no tardes y compra para mí también luego te doy el dinero.

_Como quieras (Salí del convertible y me fui a una casa común y corriente, toque cuatro veces la puerta, ya que de eso modo demostraba lo que quería. Del interior salió un chico con pelo castaño acompañado por mechas azules y ojos marrones)

_ ¿Lo de siempre Aíren?

_ Como me conoces Robert, si lo de siempre, pero esta vez que sean dos.