Capítulo 1: Abriendo los ojos

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Bien, repasemos los hechos, Electrogirl venció a la muerte, literalmente, usando el poder que le cedió Lethal Flame, Jessica, la criminal culpable de múltiples asesinatos perdió el control de Crossfire haciendo que este pudiera liberarse de la maldición que mantenía a su alma atada a sus órdenes, mediante esta maldición Crossfire fue utilizado como un arma.

En estos momentos Crossfire se encuentra en el limbo esperando a que la muerte lo guie.

-¿Hay alguien aquí? –pregunto Crossfire mientras caminaba sin rumbo

De repente una mano fría se posó sobre su hombro.

-Disculpa, pero no puedo llevarte a ningún lado –dijo la muerte –La maldición a la que te ataron te prohíbe ingresar a cualquiera de los dos reinos –añadió

-¿Se refiere al brazalete? –pregunto Crossfire

-Sí, ¿Acaso pensabas que Jessica te amaba realmente estando muerto? –pregunto la muerte

-Por supuesto –respondió Crossfire

-Es cierto que ella se sintió culpable y por eso te regreso al mundo de los vivos, pero cuando te encontró utilidad no te dejo ir –dijo la muerte –El hecho de que estés aquí significa que la maldición se ha roto, sin embargo no puedo dejarte pasar –añadió

Crossfire empezó a comprender lo que sucedía, todo el tiempo fue visto como una mera herramienta, en ese momento su energía se vio envuelta en una oscuridad abrumadora que exploto provocando una onda expansiva que resonó en todo el limbo.

-Ahora que has entendido, si quieres tener la mínima esperanza de redimirte, tráeme el alma de tu invocadora –dijo la muerte

-¿Cómo lo hago? –pregunto Crossfire

-Solo mátala, la cosa es que necesitaras de un cuerpo para hacerle un daño considerable –dijo la muerte

-No me subestime, le traeré su cabeza en un plato si es necesario –dijo Crossfire

-Al matarla su alma vendrá directo a este lugar, en lugar de llevarla al infierno la capturare para hacer algunos experimentos, sería un desperdicio dejar ir un alma así de cruel –dijo la muerte

-Haga lo que guste con ella, ya no es mi responsabilidad –dijo Crossfire

-Bien, puedes irte –dijo la muerte mientras abrió un portal al mundo de los vivos

Mientras tanto, Jessica, alias Lullaby, se encontraba pagando condena en una prisión de máxima seguridad, estaba sentada en su celda mirando hacia la puerta.

De repente se escucha como un guardia abre una rendija que tenía la puerta para ver su estado.

-Mira nada más, pudiste tener un futuro prometedor si hubieras usado tus poderes para el bien, pero preferiste convertirte en una basura para la sociedad –dijo el guardia

Lullaby solto una ligera risa y dijo –Si fuera solo una basura no me tendrían el suficiente miedo como para encerrarme en una celda así, solo me están dejando claro que yo soy más fuerte que ustedes, además, todavía debo de recuperar a mi compañero

-¿Y cómo piensas salir? –dijo el guardia de forma sarcástica

Entonces Lullaby se acercó a la puerta, modifico los huesos de uno de sus dedos para que sobresaliera una punta que se iba moldeando a la cerradura de la puerta, de repente suena que la puerta se abrió y Lullaby dijo –Ups

En ese momento aumento el peso de los músculos de su cuerpo y derribo la puerta matando al guardia en el proceso.

-Fue un placer charlar contigo, pero debo... mierda, te mate –dijo Lullaby y corrió buscando la salida, derrotaba guardias como si se tratara de un simple juego para ella, robaba sus armas y les disparaba, incluso los usaba de escudo humano mientras se abría paso a base de disparos y ataques físicos.

Volviendo con Crossfire, él había poseído a un oficinista solitario, tenía pinta de no tener amigos ni familia a la que le preocupara su estado, se encontraba viendo las noticias y en eso vio que estaban reportando que Lullaby había escapado de prisión –Es hora de ponerme en marcha –pensó mientras apago la televisión y salió del departamento, levito y se dirigió a toda velocidad a las cercanías de la prisión.

Al estar sobrevolando las cercanías de la prisión logro interceptar a Lullaby corriendo por el bosque, entonces aterrizo de golpe al frente de ella.

-¿Quién diablos eres? –pregunto Lullaby

-Ha pasado un tiempo –respondió Crossfire

-¿Crossfire? –pregunto Lullaby

-Correcto, de algún modo quede libre de tu maldición –respondió Crossfire

Cuando Lullaby escucho las palabras de Crossfire se puso pálida, había descubierto lo que lo ataba al brazalete.

-Espera, no nos precipitemos –dijo Lullaby

Crossfire solo hizo un movimiento de manos que hizo aparecer varias espadas que le acertaron multiples cortes a Lullaby, sin embargo debido a que había endurecido su cuerpo con su poder no fueron letales.

-Veo que no quieres hablar –dijo Lullaby

-Debo admitir que es bueno que todavía tengas tu poder, habría sido aburrido acabar esto de un solo ataque –dijo Crossfire

LA VENGANZA DE CROSSFIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora