࿐ཽ༵Bʟoɴᴅᴇ coғғᴇᴇ 黄 Iʀuмᴀтsu]彡★

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Miu suspiró.

Era otro día aburrido en Bright scent, la suave música de Piano que se usaba de fondo solo la adormecía cada vez más.

Fue el reconocible sonido de la campana lo que la hizo despertar y ver a quien había entrado; para su descontento, otro chico que ya había visto antes, solo venía para hablar con ella.

– Hola rubia- El chico sonrió haciéndose el galán, frunció el seño al ver la mueca de Miu.

– Escucha Amigo, no sé si tus jodidos oídos no funcionan, pero déjame aclararte- La mirada penetrante de Miu se hizo presente para denotar su molestia, y antes de que cualquiera pudiera verlo, lanzó café caliente sobre la ropa del contrario – Soy 100% lesbiana, así que a menos que vuelvas aquí con una buena cantidad de ovarios, puedes olvidarte de mi-

La sonrisa de Miu creció al verlo irse molesto, se lo tenía merecido.

– Miu- Okay, eso sí que no le gustaba.

Se dió la vuelta para encarar a su jefe.

– ¿Que sucede, jefecito?- Miu le dió una sonrisa inocente al hombre de unos 42 años, el cual alzó la ceja al verla.

– ¿Podrías explicar porque acabas de lanzar café caliente a un cliente?, ¿Sabes que eso puede traer demandas?- El gerente claramente estaba molesto, pero Miu sabía que hacer en estas situaciones.

– Okay, reconozco que acabo de posiblemente quemar a ese virgen, pero—

– No le digas virgen-

– Psh, como diga; sea lo que sea, ambos aquí sabemos que la razón de que haya tantos clientes hombres es porque yo - Se señaló a si misma - Estoy aquí, así que, a menos que quiera perder esos clientes, le sugiero que reconsidere lo que estaba apunto de hacer- Ella sonrió con astucia, de hecho, estaba orgullosa de si misma.

El gerente suspiró y rascó su nuca con pesadez.

– Como sea, simplemente no traigas demandas al local- Con eso, abandonó el sitio para volver a sus asuntos.

Kaede leía un libro tranquila en un parque, mientras sus audífonos reproducían una tranquila melodía de piano.

Momentos así, donde tenía paz, realmente le encantaba, amaba el hecho de tocar un majestuoso piano delante de miles de personas que serian llevadas por las notas; pero nada se comparaba a estar sola con sus pensamientos.

Y hambre.

Con una mueca, se puso de pie y caminó mirando la zona, si no recordaba mal, había una tienda por ahí cerca, y realmente le gustaría comer algo ahora mismo.

Mientras caminaba envió unos cortos mensajes de Texto, preguntándole a Shuichi si no se equivocaba al pensar que había una Cafetería cerca.

Cuando recibió la respuesta de su amigo, resultó que ya estaba en el mismo lugar; con un simple gracias, entró.

El lugar tenía una atmósfera relajada, y reconoció prontamente la canción de fondo como Clair De Lune.

– Disculpe- Suavemente, le habló a la chica en el mostrador, que saltó al escucharla

– ¿Eh?, ¿Que sucede?- Su voz sonaba somnolienta y pudo notarlo más cuando la vió bostezar.

– ¿Podría tener un café con leche?-  Kaede realmente nunca se puso a pensar sobre su sexualidad, pero quizás era buen momento, considerando lo bella que era la rubia que tenía en frente.

– Seguro, serían- La chica pensó un momento, antes de responder - 1,064.36 yenes-

Con una pequeña sonrisa, Kaede le dejó el dinero y Miu prontamente preparó el pedido.

– Y, aquí tienes- Normalmente, Miu no hablaría tan calmada. Pero vamos, tienes a una maldita rubia frente a ti y es hermosa, ¿Acaso te gustaría espantarla? - Que lo disfrutes– La sonrisa egocéntrica de Miu se hizo presente, y Kaede se quedó hipnotizada.

Que silencio tan incómodo, ¿Verdad?.

Para cuándo Kaede notó que había estado mirándola más de lo que era normal, sus mejillas se sonrojaron y caminó avergonzada a una mesa, donde trato de calmarse leyendo su libro donde lo dejo.

Miu, por su parte, tenía la misma sonrisa de antes, bañándose a si misma en elogios de como hizo sonrojar a esa chica sin siquiera hablar.

Mientras Kaede estaba en su mesa, miró discretamente a la chica, y le dió un sorbo al cafe-

– Delicioso-