Aldebarán el caballero dorado de Tauro, guardián del segundo templo.
Uno que tiene a ser bastante olvidado o puesto de lado, tal vez por diferentes circunstancias, pero ha demostrado que es una gran persona, con un corazón enorme, paciencia legendaria y un super buen humo.
Gran amigo de nuestro lindo carnerito, y a veces un buen niñero del pequeño Kiki.
Siempre apoyando a todos los que necesitaran.
Agradándole pasar buenos momentos con su nueva vida, tan relajada y llena de felicidad.
Poco a poco el amor también llego a él, en forma de una joven habitante de Rodorio, de cabello castaño claro, hasta media espalda, liso, estatura media, delgada, tez blanca y unos bonitos ojos miel.
La había conocido una vez que fueron a cenar junto a algunos compañeros de armas.
Podría decir que si bien existían varios caballeros femeninos que podrían ser atractivas, el realmente no estaba interesado en ellas, que solo una amistad, pero al ver a esa joven, sonriendo tan dulcemente, dándoles el menú para que escogieran lo que deseaban.
El pobre Aldebarán solo pudo suspirar, mirarla de forma discreta, son ese leve sonrojo que apenas se podía distinguir en su rostro.
Podrían ser que los demás caballeros nos e dieran cuenta, pues estaban más atentos a sus risas y las tonterías que estaba haciendo Milo, pero el pelilila, si vio ese interés de parte de taurino a esa joven.
Pero su naturaleza reservada no lo haría hacer algún comentario, hasta que pudieran estar a solas, lo más seguro es que el alto le contara algo.
Después de todo Aries y Tauro eran muy buenos amigos desde niños. La confianza siempre había sido recíproca.
Y así fue, pues días después el segundo guardián fue directamente a hablar con el Ariano, ya era entrada la noche y se estaba preparando para descansar.
Cuando hizo su entrada por la parte posterior del templo, necesitaba algún concejo.
-Buenas noches Mu, Kiki- Sonrió, mostrando sus dientes, cerrando sus ojos y pasando sus brazos detrás de la nuca-
-Buenas noches señor Aldebarán- El pequeño le agradaba tanto ver al Brasileño, pues era de los pocos que gustaba jugar con él y le tenía tanta paciencia.
-Buenas noches Aldabearan- Sonrió de manera serena, su costumbre, pero entendía que si ese hombre estaba a estas horas en su templo era seguro algo importante -¿Cómo estás?-
-Bien...- Rio nervioso, no sabía por dónde empezar y con ese pequeño delante corriendo, algo emocionado no el ayudaba -¿Ya se iban a descansar?- Pregunto lo único que se le ocurrió –Tal vez deba volver después... Yo...
Entendía que era un asunto importante, conocía muy bien a Aldebarán por sus expresiones faciales –Solo Kiki debe irse a descansar- Esa sonrisa cálida dedicada a su pequeño, para que obedeciera.
-Pero...- No le agrado para nada esa verdad al menor –Maestro, quiero quedarme un poco más con el señor Aldebarán- Estaba pensado en hacer algún puchero, pero no quería molestar a su maestro, si bien eso es algo difícil de hacer –Por favor... Solo unos minutos más- Pedía, con sus ojitos tristes y manitas juntas.
-Lo siento mi pequeño, debes descansar ya- Bajo a su nivel, para acariciarle la cabeza y convencerlo.
No podía hacer mucho, Mu era su maestro, el protector del templo de Aries, en otras palabras él mandaba.
Por mucho que se creyera, que aun podía seguir siendo aquel niño berrinchudo de hace algún tiempo, ahora trataba de no hacer molestar tanto a su maestro.
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Especial De Parejas Del Fic "Un Papá Para Kiki"
FanfictionAquí, escribiré un especial de cada pareja con dos capítulos de este fic, (Obvio no incluiré a la Shipp principal, pues el fic de eso trato) Verán como fue que se declararon, lograron unirse y ser felices con el final que a conocemos. Como saben la...