Indeciso

Capítulo 2

¿A ustedes también les pasan que tienen pequeños recuerdos del pasado pero que son momentos que desearían repetir? Pues a mi siempre me pasa. Añoro esos momentos de mi infancia en los que mi padre me recompensaba cuándo realizaba mis presentaciones en la orquesta que cursaba. Sabía que en el fondo se sentía orgulloso de que pudiera dominar a tan corta edad las notas que emitían mi violín.

Y si, toco el violín, pero a mi juicio no me consideró músico. Esto lo digo por que siento que me falta mucho caminó para llegar al nivel de artistas como David Garrett.

En fin, siempre recuerdo esos días felices en los que mi padre se esforzaba para cumplir su papel de padre atentó. Trabajando de sol a sol sin descuidar a su familia, sacando tiempo para atender las necesidades de mamá sin olvidar las mías.
Pero luego, Llegó la tormenta. Una noche recibimos la llamada de qué papá había tenido un accidente de tránsito. Al escuchar eso, mi madre inmediatamente fue al hospital. Pero una vez que ingresó en el, resultaba que este se encontraba sin signos vitales. Yo, mientras tanto, esperaba ansioso saber el porqué mamá salió corriendo de esa manera. Esa noche me acompaño mi tío Pedro, el cual llegó unos minutos después de que mamá saliera corriendo. Con una sonrisa forzada entro a casa, a lo cuál, después de jugar un poco, me ordenó ir a dormir. Mientras caminaba a mi cuarto, escuchaba como su respiración se agitaba y emitía ligeros sonidos de dolor. Haciendo caso omiso, decidí dormir.

Al día siguiente, recibí la desgarradora noticia de que mi padre había muerto. No recuerdo cuál fue mi reacción, simplemente sentía que nada había ocurrido, como si se tratase de un sueño. Pero sabía que el dolor era real al ver los ojos de mi madre llorando mientras me abrazaba y a mi tío Pedro que ocultaba su rostro.

En aquél entonces tenía 8 años de edad. Pasaron 5 años cuándo mi madre conoció a otro hombre. Joshua, ese es su nombre. No tengo nada en contra de el, de hecho a mamá se le ve muy feliz, ya que el siempre se esfuerza por hacerla feliz. Y aúnque para algunos resulte incómodo tener otro padre, el siempre hace todo lo posible para que yo lo vea como un amigo con el cuál contar, alguien que me cuidará.

Mi madre trabaja cómo agente inmobiliario. Hace unos días, hizo un negoció con los padres de Paola para la compra de una casa, a unas cuantas calles de la mía. Para celebrar el negocio, nos invitaron a una pequeña reunión de amigos y familiares. A decir verdad, estoy un poco nervioso, aunque Paola y yo estudiamos juntos nunca hemos tenido una conversación. Haveces eran un simple hola. No tengo la seguridad de que pueda dirigirle la palabra, pero lo intentaré. Mientras esperó que llegué el fin de semana, haré las cosas que hace cualquier adolescente, como jugar a los videojuegos. Preparándome para presentarme a esa chica hermosa, lo mas probable es que haga el ridículo (que autoestima la mía).