Capítulo 1

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Todo comenzó cuando tenía 15 años, era un chico algo tímido, de pocos amigos, pero los que tenía eran los mejores. El primero era Marwins, un vecino que vivía a 3 casas de la mía, fue la primera persona interesada en entablar una amistad conmigo. El segundo era Anthony, el cuál conocí a través de Marwins. Mis padres les decían los busca novias. Este título les caía como anillo al dedo, ya se imaginarán por que. Fue gracias a ellos que conocí el amor, ya que no estaba en mis planes conocer esté sentimiento.
Estudiábamos en diferentes instituciones, pero manteníamos buena comunicación. Un día Viernes, mientras regresaba del colegio, mis amigos vieron a Paola, una chica que estudiaba en el mismo salón de clase que yo, la cuál estaba a 20mt de distancia de dónde yo me encontraba.

Al día siguiente, mientras jugábamos fútbol, Marwins preguntó:

- ¿Recuerdas a la muchacha que estaba delante de ti camino a casa?
- Sí, ¿Por qué?
- Es linda, ¿No?
- Ya vas a empezar.
- Solo digo. ¿Por qué no la empiezas a conocer?
- ¿Por qué no la conoces tú?
-Lo intenté, pero un día me llamó acosador?
- Y con razón - le dije en tono de burla.

Paola era una chica que no se daba a conocer con mucha gente, era muy desconfiada, en especial con los hombres. Tenía sus razones. Una vez escuché de boca de mis padres que un tío suyo intentó abusar de ella. Se salvó por que está empezó a gritar muy fuerte, a lo cuál alertó a los vecinos. Al  ver esto, su tío decidió escapar por la puerta trasera, rompiendo toda relación con su familia y dejando a Paola con un trauma en su infancia.

Anthony me dijo:

- ¿Por qué no intentas hacerte amigo de ella?

A lo cuál respondí con decepción:

- Me encantaría, pero me da miedo de que suceda lo mismo que con Marwins
- Cállate - Respondió Marwins

En realidad me encantaba la idea de conocerla. Paola era una chica de piel blanca, de un cabello largo, de color negro que brilla con la luz del sol. Sus ojos color café eran hermosos, suficientes como para mirarlos fijamente mientras se conversa con ella. No era muy alta, creó que en aquel entonces medía al rededor de 1,57.
Al pensar en ella, también pensaba en los muchachos que se acercaban a ella, que eran más altos e interesantes que yo. Por cierto, mi nombre es Adán. Soy un chico blanco de cabello abundante, de color negro, el cuál suelo peinar de lado. De contextura delgada. En aquel tiempo medía 1,60. No es qué me menospreciara a mi mismo, pero siempre pensaba:

- Si rechaza a todos esos muchachos, ¿con cuánta más razón a mí?

Cada vez que pensaba en eso, me desanimaba. Pero un día, pude por fin entablar una conversación con ella, provocando solamente más ilusiones en mí.

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