Capitulo 8: Es solo poliester.

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Capitulo 8:

-      KURT- por la casa resonó un grito que provenía del piso inferior

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- KURT- por la casa resonó un grito que provenía del piso inferior.- ¿COMO SE PREPARA ESTA RECETA?- Burt gritaba desde la cocina.

Había dejado a ambos adolecentes asistir a esa fiesta, y los había dejado dormir hasta tarde, intentando ser el más comprensivo de los padres, pero ahora eran las dos de la tarde y definitivamente necesitaba ayuda para preparar la comida.

- ¡Voy! - escucho un medio grito. Pero eso no le pareció suficiente, así que el hombre empezó a subir las escaleras.

Abrió la puerta, y como supuso, su hijo estaba acostado entre las sabanas.

- Kurt.- le llamo- en serio necesito tu ayuda, ¿Qué rayos significa 'cortada en jardinera'?- pregunto el hombre leyendo la palabra textual en la revista que Kurt usaba al cocinar.

- Dije que ya voy, papá.

Una puerta se abrió, y el señor Hummel dirigió la mirada al baño de su hijo. De este vio salir a su hijo, lucia medianamente bien, presentable para haber estado en una fiesta la noche anterior, pero sintió un nudo formarse en su garganta cuando noto que traía puesta una sudadera roja de hombre, una talla mayor que de su talla. Era usual verlo con suéteres a la altura de la rodilla, pero suyos.

Regreso velozmente la mirada a la cama de su hijo, y noto un movimiento perezoso en esta.

- ¿Qué paso? ¿dónde estoy? – pregunto la que reconoció notablemente como la voz de un chico. Y entonces el joven se destapo el rostro un breve segundo antes de tomar una de las almohadas de su hijo y cubrir su cabeza con esta.

Era Blaine.

Maldito hijo de...

- Papá. - interrumpió Kurt los pensamientos de su padre.- bajo en unos minutos, ¿de acuerdo?

Burt no hizo más que asentir y retroceder lentamente por la puerta.

- Apresúrate.- le dijo suavemente.- tienes mucho que explicarme.

Kurt frunció el ceño, y se acercó a Blaine para despertarlo.

Burt Hummel bajo al primer piso dirigiéndose distraídamente a la cocina, mil y una historias empezaron a formarse en su cabeza mientras trataba de ignorarlas revolviendo los cuencos con verduras que estaban en la mesada. Si bien no creía que Kurt hubiera sido irresponsable y que estaba cien por ciento seguro de que Blaine era un buen chico, la idea de que su hijo...

Mierda.

¿Dónde está esa escopeta?

Los minutos pasaban y se escuchaba la presencia de ambos adolecentes en la habitación de su hijo, había dejado entrar a el muchacho a su casa y a la habitación de su hijo sin mayor cuestionamiento, es decir, Blaine era un pequeño chico que siempre le había recordado a un diminuto cervatillo, inocente y adorable. Ahora se sentía incomodo por ello, el que estarían haciendo ahora mismo en esa habitación lo desconcertaba, pero solo se concentraba en revolver la ensaladera con su cucharon de madera. Un par de pisadas veloces pasaron por la escalera como a los veinte minutos de haber salido de la habitación de Kurt, una charla indistinta lo hiso acercarse un poco más al marco de la puerta para llegar a escuchar.

Sore EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora