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- Pero aún así me sorprende la fuerza que tienes, no es algo normal
- No es  para tanto, solo los acaricie, eso no fue nada
- Ohh...
- Bién, llegamos
- ¡Sí! - Gritó emocionada -

Al bajar del auto se dirigieron rápidamente hacia el parque, ambos muy emocionados al punto de parecer niños.
Se sentaron en el verde césped debajo de un árbol viejo, relajados, nada los molestaba, ambos disfrutaban de la presencia del otro.
- ¿La estás pasando bien? - Preguntó Luffy.
- Sí, jamás había tenido una cita, así que es algo nuevo para mí.
- ¿Jamas tuviste una cita? - Preguntó feliz.
- ¿Por que la pregunta? Y ¿por que te ves tan contento?
- No es nada, solo estoy feliz de ser el primero. shishishi
Ante este comentario del chico Nami se sonrojo y apartó la mirada tratando de evitar los profundos ojos negros de Luffy.
Estuvieron bastante en el parque, el sol a punto de ponerse y el perfecto paisaje que dejaban las nubes y el cielo anaranjado por el horizonte, ambos riéndose de cosas sin sentido hasta que sus miradas se cruzaron luego de evitarse la una a la otra durante un buen rato, los ojos cafés de Nami chocaban con la profunda y atenta mirada de Luffy, el tiempo pareció detenerse en ese momento.
- Luffy... - Susurró mientras se acercaba tímidamente.
- Nami... - Esta vez el susurro vino de parte del chico, el cual se había perdido viendo ese anaranjado cabello y esos marrones ojos que tanto le gustaban.
De a poco se acercaban el uno al otro, el tiempo dejó de fluir y todo se centró en esos dos, los cuales hasta hace no mucho eran completos desconocidos, pero ahí estaban, debajo de un árbol viejo del parque, haciendo trasfondo el hermoso atardecer junto a unas pocas nubes y la calmada brisa que movía con sutileza el cabello de ambos, estaban a centímetros de la boca del otro y con una pizca de timidez e inexperiencia juntaron sus labios en un perfecto beso, esta vez nadie los interrumpió en ese momento tan glorioso para ambos, de a poco esa timidez e inexperiencia se fue transformando en amor y borboteante deseo por ambas partes, pero como todo en la vida, ese perfecto beso se terminó.
Al separarse abrieron los ojos lentamente y se miraron con ternura, ambos muy sonrojados pero felices.
- Me gustas, Nami - El primero en hablar fue el azabache, el cual le dedicó una hermosa sonrisa de oreja a oreja a la chica.
- Tu también me gustas, Luffy - Unas pequeñas lágrimas de felicidad comenzaron a salir de los marrones ojos de Nami acompañadas de una sincera sonrisa que demostraba todo lo que ella no podía decir en ese momento.
Se miraron fijamente durante un momento dando aprobación al otro para seguir con lo que empezaron, y así volvieron a besarse tiernamente, dejando que el momento fluya, Nami se colocó encima de Luffy, profundizando el beso y lo hizo aún más cuando el chico posó sus manos sobre la delgada cintura de la chica, atrayendola aún más hacia él, profundizando aún más aquel momento, y nuevamente el aire era el culpable de la separación de estos dos.
- Nami...
- ¿Sí? - Preguntó pegando su frente con la del azabache.
- ¿Quieres ser mi novia? - Preguntó  lleno de valor.
La chica solo sonrió tiernamente ante la pregunta de Luffy.
- Por supuesto... - Puso su mano sobre el pecho del chico - Por supuesto que sí - Repitió feliz.
Un emotivo abrazo se hizo presente entre Luffy y Nami, un abrazo que demostraba el desahogo que fue dejar salir sus guardados sentimientos.
Al separarse de ese cariñoso abrazo miraron a su alrededor, el sol ya se había ido y la noche recién llegaba, pero no se percataron de las atentas miradas de todo aquel que pasaba por ahí y veía tan conmovedora escena, al darse cuenta de esto ambos se sonrojaron avergonzados pero se miraron a los ojos y esa vergüenza se vió opacada por una inmensa sonrisa de parte de ambos.
Nami se levantó de encima de Luffy y el chico hizo lo mismo, se sacudieron un poco el césped pegado a su ropa y caminaron en dirección al auto.
- ¿Vamos? - Al llegar, Luffy abrió la puerta del acompañante y miro a Nami.
- Sí, vamos - Ella correspondió al acto del chico y se subió.

Luego de un rato manejando Luffy decidió hablar.
- Entonces, ¿que quieres hacer?
- Por el momento vayamos a mi casa, ¿quieres? - La chica sonrió de manera pícara.
- Claro que sí - Correspondiendo a aquella sonrisa seductora.
- Por cierto...
- ¿Que pasa? - Preguntó curioso Luffy
- ¿Que hacías tocandome el trasero en mi casa?
Luffy tragó saliva y Miró asustado a Nami.
- Eh... Eto... - titubeó avergonzado - No me pude resistir - Rió nervioso.
- Ohh... Ya veo... - Volvió a mirar a Luffy y le dió un golpesito en el hombro - Pues ahora tendrás algo mejor que eso, espero que no te resistas ésta vez tampoco - Volvió a reír pícaramente.
- Por supuesto que no lo haré, ahora eso es mío ¿no?
- ¿Tuyo? ¿No es eso un poco posesivo?
- Shishishi - Miró a Nami nuevamente y dijo - Puede ser, pero ahora que somos pareja tendré que dejar en claro con quien tratan a los que se te insinúan - Volvió a reír divertido.
- Sí, supongo que tienes razón - Nami tomó sus pechos y los apretó - Tuyos ¿verdad?
- Todos míos - Luffy frenó afuera de la casa de la chica - Llegamos
- Vamos - Se bajo de la manera más sexi posible del auto.
- Tú me vas a volver loco - Luffy se bajo y se fue con su nueva pareja.

Al otro día.

Los rayos de sol daban contra los desnudos cuerpos de Luffy y Nami, abrazados y dormidos plácidamente.
Los constantes movimientos del chico dormido despertaron a Nami que al abrir los ojos pudo ver a su ahora nuevo y primer novio durmiendo casi sobre ella.
- ¿Luffy? - Lo movió un poco esperando despertarlo.
- Mmmm - Se quejó un poco y siguió durmiendo.
- Oe Luffy - Insistió la chica.
- No... Quiero... - Pudo pronunciar esas pocas palabras.
Una vena se formó en la sien de Nami y apunto de darle un buen golpe para despertarlo frenó al ver su tierna cara somnolienta.
- Vamos, Luffy - Al no obtener respuesta de el ella suspiro cansada - Te preparare carne
- ¿Carne? - El comenzó a oler - ¿Esta de aquí? - Apretó un pecho de Nami.
- Esa también, pero yo hablaba de comer algo - Dijo divertida la peli naranja.
Y por fin, luego de tanto intentar, Luffy se despertó y vio tiernamente a Nami y le dió un pequeño beso en los labios.
- Vamos, te ayudaré - Se levantó.
- Está bien, espera que me cambie
- Usa esto - Él le dio una camiseta bastante grande - Es mía
- ¿Donde tenías esto?
- Por ahí - Sonrió evitando la pregunta de ella - Usala ¿sí?
- De acuerdo, pero...
- Sin nada debajo - La miro y se quedó con la boca abierta - Eres hermosa, Nami
- Lo sé - Alardeo de manera juguetona.

Ya habían terminado de comer y Nami vio a Luffy pensativo.
- Nee Luffy, ¿estás bien?
- Sí, estoy bien, solo...
- ¿Solo...?
- Solo pensaba en la escuela
- Ohh. Claro, la esc... Espera ¿qué dijiste?
- Qué pensaba en la escuela
- ¿En serio?
- Ya, no es tan raro que yo piense en la escuela ¿cierto?
- De hecho, sí, si lo es
- Creo que te confundes, me refería a nosotros en la escuela, no a los estudios - Aclaró el chico.
- Ya veo, me parecía raro - Rió divertida - No te preocupes por eso, se lo diremos a los demás y ya.
- Entiendo, es mejor así - Se tiró hacia atrás en la silla y suspiró.
- Por cierto, Luffy...
- ¿Que pasa?
- ¿Que era lo que me ibas a decir antes de la fiesta de disfraces?
- ¿Eh?
- Dijiste que me dirías algo luego de la fiesta. Estabas actuando raro y solo dijiste eso.
- Ya veo... - Luffy apoyo la barbilla en su mano y comenzó a pensar - Que era... Que era... - Se empezó a poner rojo de tanto pensar - Que era...
- Algo sobre que eras un idiota, eso dijiste tú.
- ¿Idiota? - Volvió a ponerse pensativo ante esas palabras - ¡Ya recuerdo!
- ¡¿Qué es?! - Preguntó Nami emocionada.
- No te diré - Sonrió el chico - Shishishi
Nami lo tomó de la cara y lo atrajo hacia ella.
- ¿Qué dijiste? - Pregunto con una sonrisa macabra - Creo que no te escuché
- Eto... Está bien, tu ganas, te lo diré
- ¡Bien! - Sonrió victoriosa - ¿Que era?
- Veras...




Holaa ¿como están?
Acá les traigo un nuevo cap. Quiero decirles que esta es la ante última parte del libro. Espero que les esté gustando.
Nada más por hoy, nos vemos!
Bai.

Ella es...     (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora