cuatro

29 5 0
                                    

Min YoonGi se encontraba acostado en la cama, pensando sobre todo y sobre nada al mismo tiempo, solo centrándose en la culpa que sentía aún por la muerte de su pareja.
Se sentia asquerosamente vacío y detestaba la universidad, si no hubiese sido por ese parcial, HoSeok estaría aún con vida.

Observó el techo y se hizo bolita en la cama, pequeños sollozos se hicieron presentes en la habitación, y grandes lagrimas derramándose de sus ojos, los cuales cerraba con fuerza. Tenía los brazos cruzados, una de sus manos, clavando sus largas y descuidadas uñas en su antebrazo, lastimando su piel a través de la tela, esta mojandose muy levemente con las pequeñas gotitas de sangre que comenzaban a aparecer.

'Pastillas.'

En su mente dominó ese pensamiento, y se levantó bruscamente de la cama, y se dirigió hacia el baño, que estaba justo al lado del cuarto de su amigo, TaeHyung.
Estampó la puerta fuertemente contra el marco y la cerró con llave. Su respiración era realmente agitada, aquél horrible pensamiento solo lo dominaba junto con el impulso. Estaba nuevamente sufriendo un ataque de ansiedad.
Sus manos temblaba, le costaba respirar, con torpeza se sentó en el suelo llorando. Abrió las puertas del pequeño mueble del baño, encontrandose con que la caja de las pastillas no tenía ni una sola pastilla, de nada. Solo gasas, algodón y alcohol.
Se paró, aun agitado, de su boca salían pequeños gemidos de desesperacion mientras seguía llorando, abrió rapidamente los demás muebles del baño y tampoco había ninguna pastilla o rasuradora.
Salió alterado del baño y comenzó a golpear la puerta de la habitación de TaeHyung.

"¡Las pastillas¡ ¡Damelas, carajo!"

TaeHyung no tardó en alterarse y abrió la puerta preocupado.

"No te voy a dar nada, Yoonnie."

YoonGi soltaba sollozos y seguia agitado, intentando respirar bien. Limpió sus lagrimas y se dejó caer de rodillas.

"No te estoy preguntando, Kim. Que me las des te digo."

TaeHyung tomó su celular, y marcó un número para llamar.

"¿Qué estás haciendo Kim?"

"Llamo al psiquiatra."

"No me hagas esto de nuevo."

La cara del peli negro cambió repentinamente, surgió una pequeña furia, y no tardó en agarrar su cabello y tirar fuertemente este, desesperado.

"¡Las pastillas!"

Volvió a gritar. TaeHyung marcó el número y comenzó a hablar.

"Si, Fredd. De nuevo, hagame el favor de traer la maldita camioneta."

Mientras el rubio hablaba tranquilamente, el peli negro gruñó furioso, comenzando a golpear sus piernas con la poca fuerza que tenía, volviendo a llorar.
El sentía todo injusto, lo que quería hacer YoonGi era justicia, por su culpa HoSeol murió, el merecía la muerte por ser tan asquerosamente descuidado, pensaba.
Nunca dejaban que lo hiciera, siempre era lo mismo.

Se levantó, teniendo en mente un objeto en específico de la cocina.
Caminó rápidamente, decidido y abrió el cajón de los cubiertos, tomando tres tenedores y un cuchillo.

"YoonGi que mierda.. ¡No te atrevas!"

Rapidamente cortó la llamada, el psicólogo Fredd, entendió que esta vez no era una estupidez, YoonGi estaba decidido. Y rapidamente se encargó de ir a su camioneta y manejar a la maxima velocidad posible hasta el departamento.

"Voy a hacer lo que yo quiero, Kim. Es mi puto cuerpo y ni puta vida, dejame decidir al menos una maldita vez."

Clavó ambos tenedores en su brazo.

----------

Buenos días/tardes/noches, ¿Como va la cuarentena? Vengo dispuesto a continuar esto. Espero que les guste, un beso, nos vemos pronto, queridos lectores.

desire | taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora