Las voces

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Horacio corrió y corrió, corrió lo más lejos que pudo de aquel hospital, no sabia donde estaba ni por donde iba, solo era el y su miedo.
Horacio tuvo suerte que no había mucha gente por la calle, ya que ver a un hombre, corriendo descalzo, con un pijama del hospital, con heridas por el cuerpo, tenía que ser bastante raro y la verdad fue una a sorpresa que nadie llamase a la policía o a un ambulancia, ¿pero que era raro en los Santos ? Pues nada, en esa ciudad abia de todo y por eso a la gente no le sorprendió ver a Horacio correr por la calle.

Después de mucho correr, a Horacio ya le dolían los pies, no sabía dónde estaba, muchas cosas se le pasaban por la cabeza y ninguna era una buena idea, no sabía que hacer , no se avia fijado a donde iba,ni si avía algún local para pedir ayuda y para su desgracia estaba anocheciendo, Horacio al ver el sol caer se puso más nervioso y sin idea de a donde iba, siguió andando, sin ningún rumbo en concreto, el solo quería llegar a algún.

Horacio estuvo andando durante 1 hora aproximadamente, ya se avia echo de noche y horacio estaba muy asustado, la oscuridad le daba mucho miedo, le tenía pánico a la oscuridad, así que empezó a correr, aún con los pies adoloridos de tanto andar y correr descalzo. Estuvo u a pocos minutos corriendo por las frías calles cuando a lo lejos pudo divisar una luces rosas bastantes notables, Horacio no estaba totalmente seguro de ir en aquella dirección, pero prefería ir en aquella dirección antes que estar más en aquella oscuridad.
Cuando se hacerco de donde procedía aquellas luces pudo ver un edificio muy alargado, con una entrada bastante elegante, y encima un cartel enorme con una mujer tumbada, con una pierna levantada de color rosa, sin duda Horacio no sabia con exactitud si eso era un bar, pero aún con las dudas decidió entrar, a su sorpresa no había ningún portero y la puerta estaban abiertas de par en par, dejando claro que allí podía entrar cualquier persona. Al acercarse a la entrada lo primero que noto fue un olor muy fuerte a muchos tipos de alcohol y sudor mezclado, haciendo que el de la cresta arrugada la nariz, pero ni eso lo iba a echar para atrás y decidió entrar sin miedo, ¿ que era lo peor que podía pasar ?

Ni un segundo paso para Horacio se sorprendiera de todo los ue veía, había un montón de gente bailando y tomando con sus amigos, gente bailando en las barras, tanto chicas como chicos y gente tirando les dinero, el de la cresta se quedó perplejo al ver todo eso y en sus ojos se me podía ver la ilusión, el quería bailar y beber con em resto de gente pero em no tenía dinero suficiente para comparar algo de bebe, pero para el conseguir dinero noble era difícil por que en ese sitio la gente paga por ver a la gente bailar y a el eso me encanta, así que con toda la confianza del mundo paso por una puerta que pensaba el que era los pasillos para ir al escenarios, cuando llegó a la puerta por donde podías ir a la pista de baile pudo ver una lona de color rosa que la tapaba, horacio estaba emocionado por ir a bailar, aunque fuese descalzo y con varias heridas le encantaba poder disfrutar de la música, estaba preparado para darlo todo en la pista y no tenía miedo, o eso creía.

Se quedó paralizado en cuanto vio a toda esa gente mirando la pista de baile, no era capaz de moverse, solo abrió un poco la lona y ya se paralizó al ver todos esos ojos, asustando lo, de repente noto en su cabeza un pinchazo, provocando que se cogiera la cabeza del dolor, dejo de agarrar la lona y con una mano en la cabeza dio varios pasos hasta chocar contra una pared que tenía detrás, una voces se empezaron a escuchar dentro de la cabeza de Horacio asustandose, lo que esas voces le decían eran cosas horribles y aunque algunas no pudiera entenderlas del todo bien sabía que eran cosas malas.

Inútil

No sabes hacer nada

Lo arruinas todo

Das pena

No sabes hacer nada bien

Eres el peor en todo

Nadie te quiere

Nadie quiere verte

Esas voces no le dejaban en paz, poco a poco se fue deslizando por la pared hasta llegar al suelo, cada vez las voces se hacían más fuertes y el dolor de cabeza aumentaba, des pues de 10 minutos las voces se empezaron a ir, dejando a un Horacio medio aturdido en el suelo, no sabía que había sido eso, pero lo que si sabía bien era que tenía que salir de allí, no se sentía nada bien estaba muy mareado, la música y el olor a alcohol no ayudaba, con mucho esfuerzo se fue levantando agarrándose a la pared y poco a poco fue caminando entre toda la gente agarrándose a algunas personas y callendo al suelo en algunas ocasiones, cada vez se sentía peor y sentía como si miles de ojos le estuvieran observando, causando que su mareo aumentara por el miedo de que le hicieran algo o se rieran de él, después de una gran lucha por salir del local pudo respirar el aire fresco pero antes de que pudiese hacer otra cosa se derrumbó debido al mareo que llevaba y sin previo aviso otra vez esas voces aparecieron, repitiendo las mismas cosas que la última vez, pero esta vez el dolor de cabeza aumentó tanto que horacio se derrumbó por completo en la entrada del local, pero antes de que cerrara los ojos pudo escuchar una sirenas, cada vez se acercaban más y cuando las sintió al lado pudo notar una sombra, no sabía quién era debido a que miraba todo borroso pero pudo observar que el que lo estaba cogiendo en brazos era alguien con un buen cuerpo y una gran barba.
Al parecer el extraño le estaba hablando pero Horacio no era capaz de entender nada y poco a poco fue cerrando los ojos.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2020 ⏰

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Lo que nunca se olvida / GTA V Rolplay / Horacio AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora