Por la noche le mande un mande un mensaje a René.
Deje mi móvil en la mesita de mi habitación y baje a cenar.
Cuando subí a mi habitación revise mi móvil, no me había contestado.
Me estaba empezando a asustar que no contestase normalmente contesta a los pocos minutos, pero ahora no.
Al día siguiente seguía sin contestar, por lo que me vestí y me fui al instituto. Cuando llegue me pare en la puerta y espere a que René llegase.
Pasaron unos 5 minutos hasta que ella llego.
- Me tenías preocupada, ¿Porque no contestaste a mi mensaje?
- Lo siento, me quede dormida...
-No pasa nada. Solo espero que te lo hayas traído... ¡Genial!- dije mirando la bolsa de gimnasia.
Subimos a la clase, René iba un poco mas detrás de mi a si es que cuando ella entró yo ya estaba sentada.
- Ostia que fea- dijo Carlos.
- Ostia que gilipollas - le contesto René al instante.
Ese comentario le cayó muy bajó a Carlos aunque ya era hora de que alguien le dejase de seguir el juego, porque siempre que hace algún comentario todos se ríen. Me estaba riendo y eso a René parece que le sentó mal, porque me miro con mala cara.
- ¿ Se puede saber de que te ríes? - me preguntó.
- Le has dejado sin palabra. Ya era hora de que alguien le cortará el rollo - dije orgullosa de mi amiga.
Al momento entro el profesor. Estaba sufriendo por René, no quería que le castigaran.
- ¿Que pasa aqui? - pregunto.
- Nada, que a esta niñata se le han subido los pañales a la cabeza. -Dijo creyendose el que aqui manda.
Este chiquillo siempre se creía el señor perfecto, y no acababa de caerme bien.
-Ah ¿Ahora es a mi a la que se le suben las cosas a la cabeza? Acuéstate. - dijo cabreada y roja de la rabia.
-Los dos fuera. Al pasillo. Es el último día pero me da igual. Cuando aprendáis a comportaros, entraréis.
Y salieron los dos por la puerta, conforme se llevan los dos de mal, supuse que a los pocos minuto estarían gritándose.
Me fui con Sara y sus amigas para no quedarme sola mientras René estaba con Carlos en el pasillo.
Cuando entraron no era como yo me imaginaba que iba a pasar, entraron los dos riéndose y llevándose demasiado bien.
Luego repartieron los boletines y nos fuimos a mi casa.
ESTÁS LEYENDO
Expired
Teen FictionHay veces que con mirarle a los ojos a alguien descubres quién es. En aquel momento que nuestras miradas se cruzaros supe que era él. Tenía que ser mío