"He visto como dos personas, en un callejón cerca de Garaje central, se están besando mientras uno de ellos le quita la ropa al otro. Encuentro que es una falta de respeto para las personas que aun merodeamos a esta hora, por favor, venid."
¿Pero qué clase de alerta es esta? – decía Volkov cabreado mientras miraba su teléfono con el mensaje policial que le había llegado. Estaba realmente cansado de esta ciudad, cada vez le sorprendía más lo que la gente hacía, y eso que siempre se planteaba que ya no había nada que lo sorprendiese, pero ahí se equivocaba otra vez. ¿A quién coño se le ocurre follar en un lugar público? ¿Acaso no existían moteles o qué? Sinceramente pasaba de ir a una alerta de esta índole, si ya estaba incómodo leyéndola, ni se imaginaba cómo iba a estar cuando viera a dos personas pegadas como lapas.
El ruso solo guardó su teléfono y se pasó la mano por la cara en señal de frustración, ya eran pasadas las dos de la mañana y sentía que en cualquier momento se quedaría dormido, así que simplemente decidió pasarle el problema a algún otro policía que estuviese de turno. Tomó su radio y preguntó por aquellos que estaban en servicio.
- Aquí H-50 a toda la malla ¿Alguien disponible? – comentó tomando la pequeña radio cerca de su hombro.
- 10-5, comisario. Aquí Z-10 nos encontramos en un chivatazo de vehículo junto con Z-30 y centauro. – comentó uno de los rubios del CNP.
- 10-5 por mi parte también, pero voy de camino para hacer un código 5 a unos sujetos que estaban vendiendo droga en la playa.
Joder, no podía tener más suerte en este momento, todos los oficiales que habían actualmente estaban ocupados y por primera vez, con cosas importantes, no es como si pudiese decirles que dejaran todo por ir a una alerta de dos personas follando.
- Pero si lo requiere, comisario, puede volver uno de nosotros y ayudarle, sólo díganos. – Gregorio interrumpió sus pensamientos. También era una buena idea, sin embargo, si se iba la moto, probablemente perderían el vehículo si este decidiera ir por el monte, así que descartó la idea. No le quedaba de otra, tendría que ir él mismo a detener a dos adolescentes hormonados.
- No se preocupen, iré yo mismo a la alerta. Procedan todos con 10-3. – terminó Volkov informando a toda la malla para luego escuchar como todos le respondían "10-4".
Se dirigió hacia los vestuarios para cambiarse el chaleco con un poco de prisa. Esperaba, y casi imploraba, que las personas de la alerta aún estuvieran en su fase de "precalentamiento" para así no encontrarse con una escena que no quería ver, ¿Cómo mierda los separaría si están en pleno acto? Ya su enojo se estaba acrecentado de una manera muy rápida. Salió del vestidor a pasos acelerados, sacó su coche patrulla y se dirigió a Garaje central con las sirenas apagadas, así nadie se alertaría. A eso hijos de puta los iba a encontrar a toda costa, necesitaba empapelarlos como Dios manda, de hecho, esperaba que se resistieran y así poder ponerles más cargos para que casi rocen la perpetua. A ver si iban a ser tan valientes para tener relaciones en un lugar público de nuevo.
Estacionó la patrulla en la salida de Garaje central, para así interrumpir una posible huida en un vehículo. Se bajó con rapidez y sacó su táser mientras caminaba hacia los estacionamientos que se encontraban al final del lugar, seguramente los sujetos estarían allí.
Sigilosamente, junto con su arma reglamentaria en sus manos, se acercó de a poco a la oscuridad de ese callejón, miraba para ambos lados constantemente tratando de encontrar a los susodichos, fallando en el intento por un buen rato. Ya casi al punto de querer retirarse por no haber encontrado nada, escuchó pequeños murmullos al final de los estacionamientos por lo que se dirigió hacia allá, ahí deben estar pensó. Cada vez que se acercaba más y más, los sonidos se hacían más fuertes y se maldijo internamente, definitivamente los iba a encontrar en medio de la faena, joder.
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Sólo una alerta más - Volkacio
FanficVolkov no creía la alerta que estaba leyendo, parecía que la ciudad se empeñaba en sorprenderlo cada vez más. Pero tal vez, y sólo tal vez, esa alerta estaba destinada a ser atendida por él.