𝐈𝐋𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓 𝐀𝐅𝐅𝐀𝐈𝐑𝐒 || 𝑜𝑛𝑒-𝑠𝒉𝑜𝑡𝑠 𝑏𝑢𝑔𝒉𝑒𝑎𝑑

𝗢𝗦𝟯 || 𝐦𝐲 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐰𝐚𝐫𝐫𝐢𝐨𝐫 𓃠

~Bughead One Shot~

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Era un día común como todos los demás, estábamos en medio de una crisis. O sólo era mi padre el que lo estaba.

Como su única hija, me exige todo; ser la princesa de papá como dice él. De mi madre no me acuerdo casi nada, fue asesinada cuando yo apenas tenía seis años de edad. Por esa razón mi padre, el rey, es muy sobreprotector conmigo, pues no quiere perder a la única chica que le queda.

Me encaminé hacia él salón principal, ahí estaba él.

- Betty. -llamó al saber que entré.

- Buen día, padre. -saludé mientras caminaba hasta donde estaba él.

- Necesito que me acompañes a observar las habilidades de los guerreros. -me avisó. - Quiero saber qué opinas. -confesó, alcé mi ceja queriendo saber el por qué. Nunca me había invitado a los asuntos del reino.

- ¿Podría saber la razón?

Mi padre se quedó en silencio, solté un suspiro rendida.

- Bien, supongo. - me encogí de hombros.

Caminamos hasta el campo de batalla, ahí se encontraban los nuevos guerreros. Los novatos del reino.

- Su alteza, es un gusto verlo el día de hoy en un buen estado. -comentó uno de ellos, parecía con más poder.

- Igualmente, comandante Jones. -asintió mi padre, giré la cabeza interesada, era algo joven para ser uno, se veía como de unos veintisiete años. Fruncí el ceño desconcertada, no entendía como era posible eso. -. Le presento a mi hija. -soltó. - Ella es la princesa Elizabeth. -me presentó.

- Un gusto, princesa. -hizo una reverencia ante mi. - No me he presentado, soy el comandante Jones. Estoy encargados de estas tropas.

Sonreí falsamente, me pareció molesto de su parte que se presentara de esa forma. Como si se sintiera con más poder que yo.

- Betty. -habló mi padre. - ¿Qué te parecen los guerreros? -preguntó, el comandante me miró esperando mi respuesta.

No me sentía intimidada para nada, respondería honestamente aunque la respuesta no fuera correcta.

- Me parece que no saben lo que hacen. -respondí seria, ellos se sorprendieron de mi respuesta. - Se dirigen a una batalla contra el reino Alteida, no pueden tomárselo como si no fuera de suma importancia.

- ¿Disculpa? -alzó sus cejas indignado el comandante.

- ¿De qué hablas Betty? Se ven que son excelentes guerreros. -protestó mi padre.

Negué con la cabeza.

- Pediste mi opinión padre. Y siendo sincera no me parece que estos guerreros tengan el mejor de los líderes. -le lancé una mirada de superioridad al joven de pelo negro azabache.

- ¡Tonterías! -soltó mi padre como si se tratara de una broma. Jones y yo lo miramos con confusión. - Olvide el comentario de mi hija comandante. -pidió posando sus manos sobre mis hombros. - Seguro que sólo anda confundida por la batalla.

Iba a protestar pero no tenía sentido, era la palabra del rey contra la de su hija, una princesa de apenas veintitrés años.

- Me parece que la princesa habla muy en serio.

Era cierto, hablaba en serio.

- No hay que tomarle importancia. -negó mi padre. - Siga con el entrenamiento.