~ Perdida ~

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Entonces, la cosa está, este es mi lado y ese el tuyo, ambos usaremos el baño y tendremos tiempo medido, no por qué tenga consideración con las mujeres significa que te vaya a esperar cuatro horas mientras te arreglas -Habló Akaza-

Por eso no te preocupes, yo no me maquillo -Le respondió t/n con una sonrisa nerviosa-

Eso es mucho mejor, así cada quién respeta el espacio personal del otro, aunque es algo molesto que me haya tocado con alguien del sexo contrario, esto será más difícil -Decía mientras soltaba un suspiro- Por cierto, ¿Que hora es?

¡No puede ser son las 12:00 am! Mañana tengo trabajo debo dormir -Dijo para después tomar una toalla de uno de sus cajones, pues en toda esa hora ya habían arreglado el cuarto-

¿A dónde vas ahora? -Le interrogó al verla-

Pues ¿A tomar un baño para dormir? -Mientras sacaba una pijama para cambiarse en el baño-

Entonces sólo no hagas ruido -Dijo poniendo su mano detrás de su cuello-

Ella se dirigió al baño, tardó tal vez unos quince minutos, sí tuvo que ser algo rápido pues necesitaba descansar, al salir Akaza ya no estaba, la puerta estaba asegurada y seguro fue él pero ambos tenían llave por lo que supuso que salió, aunque a esas horas ella no sabía a donde podía haber ido

Seguro le surgió una emergencia -Pensó para acostarse en su cama y dormir, al día siguiente haría las tareas, odiosas tareas de matemáticas por parte de Kōkushibo










Amaneció, Akaza no estaba tampoco, seguro el tenía un trabajo también y se despertó antes que ella, en tal caso pudo haberla despertado y hacerle un favor, o tal vez surgió una emergencia de verdad más prefirió no pensar en eso, en la noche se lo preguntaría

Se arregló para ir a su nuevo trabajo, en el cual no sabía si alegrarse por que por fin hacía cosplay, o sentirse avergonzada por estar en traje de maid, pues para ella era más vergonzoso de lo que creyó debido a algunas miradas indecentes que recibió, como no, ella les resultaba atrayente por ser de otro país, más específicamente otro continente, a parte su acento era diferente lo cual a los que llegaban al café les resultaba aún más atraatrayente

Debido a esa atención, recibió buenas propinas eso era algo positivo, o lo único positivo de día, tener que trabajar con una sonrisa mientras era acosada no era muy agradable que digamos

Su turno acabó a medio día, donde decidió que debería ir a comprar algo para comer quizás, no pediría ayuda a sus padres, almorzó mientras caminaba por las calles de Tokio, más hubo un problema...

Su falta de orientación

Estaba perdida en aquella ciudad, ¿Cómo había llegado ahí? ¿No había pasado tres veces ya la misma calle? Definitivamente no había empezado bien, cuando creyó que se quedaría pérdida para siempre apareció un rayo de luz



Oye, ¿Estás perdida? -Habló alguien que debido a la dirección de la luz del sol no pudo ver bien

No, para nada -No podía confiar tan fácilmente en un extraño, ¿Cómo le iba a decir que estaba perdida? También tenía que cuidarse-

¿Segura? -Se acercó a ella aquél azabache con unos ojoz azul apagado que tenía un traje azul,-

Sí, estoy perdida -Y así, ante el encanto de aquél hombre ella rápidamente confesó y el plan de no confiar en extraños se fue a la miércoles-

Por tu acento y apariencia sé que ni siquiera eres de este continente, dime ¿A dónde quieres ir? -Le interrogó-

¿Mi apariencia? -No sabía a qué se refería con eso, pensó que tal vez se veía o vestía mal-

~Mi compañero~ DoumaxTúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora