Aferrado (Sasusaku)

Capítulo 9

No podía ser cierto. 

Era la frase que me repetía tantas veces en mi cabeza mientras recorría con mis pies ansiosos por cada metro cuadrado de mi casa. 

La prometida de Sasuke estaba sentada en el sofá de la sala de estar. La mujer cuyo nombre aún desconozco, estaba temblando tanto que temía que su cuerpo pudiese decaer en mis brazos, así que le tuve que dar un té verde para calmar la ansiedad después de curar las heridas de su cuerpo.

Entre nosotras no hubo comunicación después de que me contara brevemente lo que sucedió anoche entre ella y Sasuke. Aparentemente, tuvieron una discusión en la que ella exigía saber en dónde estaba y porqué llegó tarde a la casa. Debo admitir que me sentí sucia cuando me contó el motivo, pues Sasuke llegó tarde por estar aquí a solas en mi casa, junto a mi. La chica no sabía que en el fondo, la culpable de la discusión que tuvieron fui yo. 

Sabía que era una mala idea, pero como siempre, me dejé llevar por aquel mísero sentimiento que aún albergo por Sasuke. 

Aún así, me resultaba difícil creer que de verdad Sasuke haya golpeado a su prometida ¿ por qué lo haría? Si, es verdad que en pasado intentó matarme, pero ahora las cosas eran distintas no obstante su carácter fuese reservado, y frío. Sasuke hizo un viaje de redención, y yo misma fui testigo de cómo ayudó a Konoha entre las sombras. Incluso, luchó con cientos de ninjas que pertenecían a ricos que apostaban en peleas clandestinas, luchó y no se rindió sólo para liberarlos de sus condenas. 

Me niego a creer que de verdad, por una mísera discusión, Sasuke haya llegado tan bajo hasta el punto de golpear a la mujer con la que se supone, debía formar una familia, amar y proteger. 

Tenía que encararlo, debía preguntárselo yo misma. Aunque… he metido demasiado mis narices en su relación. 

—Gracias, Sakura — la voz de la mujer interrumpió mis cavilaciones. Yo me encuentro mordiendo las yemas de mis dedos sentada en el otro sofa. 

—No tienes por qué — respondí con una sonrisa un poco fingida. 

Continúo con la mirada perdida en el pavimento de mi casa, el cual, debería comenzar a limpiar, ya lo veo lleno de polvo otra vez. 

—Estás decepcionada — oigo la voz de la chica y aquella frase atrapa totalmente mi atención. 

—¿a qué te refieres? 

—Por lo de Sasuke — acentuó — estas decepcionada, y también te cuesta creerlo. 

—Por qué piensas que… 

—Somos mujeres. No necesito que me lo digas para darme cuenta y verlo en tus ojos — continuó haciendo que me quedara en un silencio tácito. 

—Además — prosiguió — sé que te gusta mi prometido. 

Mis ojos se abren de par en par y mi vista cambia de lugar en cuanto se encontró con esos pozos negros que me miraban con curiosidad. ¿Cómo llegó a pensar que Sasuke me gusta? Una vez estuvimos juntos los tres, y eso fue ayer… entiendo que sea mujer y sepa cómo pueda sentirme, pero dar por hecho sobre los sentimientos ajenos con tanta firmeza me daba incluso temor. Ella no parecía ser una chica ordinaria, sino más bien analítica y observadora, como Sasuke. 

Al ver mi reacción, la joven comenzó a reír tapando su boca. Mi ceja se alza por acto de inercia y mi mente comienza a confundirse y cuestionarse ¿Acaso tenía algo que no iba bien esa mujer? Primero llega pálida a mi casa, con la intención de colocarse en el sofa de mi sala y llorar. Y ahora, se ríe con naturalidad, como si nada hubiera pasado. 

—¿qué es lo gracioso? — pregunté. 

—Tu rostro — sonrió — Estás sonrojada. 

Mierda. Me he sonrojado y no pude premeditarlo, ahora sabrá lo que mi masoquista corazón esconde detrás ¿que se supone que debería decir? Si, me gusta tu prometido, y por si fuera poco, anoche estuvo en mi casa acariciando mi gato y preocupándose por mi en vez de estar contigo. ¡Excelente noticia Sakura! Te has ganado el premio a la mejor rompe hogar.