|Capitulo 5|

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*Narra Zayn*

Fue un viaje bastante cansador, llegamos a nuestra nueva ciudad alrededor de las cinco de la tarde, al bajar del avión, en el aeropuerto, no parecía una ciudad distinta a las demás, y para mal, hacía bastante frío. Pero cuando comenzamos a recorrer las calles camino a nuestra casa, parecía uno de los lugares más bonitos que había visto. Llegamos, al fin. Era una casa más grande que la anterior, y realmente no sabía por qué, solo éramos tres, además de que nunca recibíamos muchas visitas. Era una casa blanca, con ventas y puertas de madera, los cristales brillaban ante la luz del sol. Siguiendo la pequeña rotonda formada por un camino de piedras y decorada con una fuente al centro, estacionamos al frente de la casa. Me sentía extraño, tenía ganas de explorar la nueva casa pero a la vez unas fuertes ganas de tirarme a dormir se apoderaban de mí.

Bajé del auto y fui hacia la parte trasera de la casa, había flores muy bonitas que parecían haber sido colocadas en los lugares perfectos. Al llegar atrás, vi una piscina enorme, al lado había unas cuantas reposeras de madera y se podía apreciar gran parte de Atlanta desde allí. Claro, mi casa estaba cuesta arriba. Seguí caminando, pasé junto a la cochera y entré a la casa. Era de verdad hermosa. Subí las escaleras y entré, al que a partir de ahora, sería mi cuarto. Vi mis maletas allí, así que desempaqué, acomodé un poco mis cosas y bajé. Tenía hambre, así que bajé a la cocina. Allí estaban mis padres, discutiendo como siempre.

-¡No discutiré más contigo Louise! ¡Nunca tienes tiempo para él! -dijo papá gritando

-¡En verdad no tengo tiempo, hay demasiadas cosas por hacer! -mamá se excusó

-¿Cosas? ¿Qué cosas eh? ¿Manicure? ¿Peluquería? ¿Cena con las estúpidas de tus amigas?

-Serán estúpidas, ¡pero sus maridos le son fieles! -gritó mi mamá

Mi padre alzó la mano para pegarle, y yo estaba allí, mirando como un idiota.

-Ni se te ocurra tocarla -musité

-¿De verdad Zayn? ¿De verdad me estás diciendo que hacer o no? Sal de mi vista -dijo mirándome, a lo que yo seguía allí parado, sin hacer ni decir nada, y ahora era mamá la que nos miraba- ¡Sal de mi vista he dicho! -y gritó aún más fuerte

Salí de allí, sacando unas llaves de la pequeña mesa al costado de la puerta y golpeando la puerta de entrada, realmente me tenían harto. Subí al coche de papá y di reversa como pude. No me gustaba manejar, o mejor dicho, no sabía. Vi como mi padre salió de la casa agitando sus brazos y gritando mi nombre, pobre regordete, ahora quería que vuelva mientras hace segundos me estaba sacando, literalmente, de la casa. Conducí cuesta abajo, no sabía a dónde iba, ni tampoco conocía algún lugar para ir. Solo conducía, o bueno, trataba de hacerlo. Lo poco que sabía sobre autos me lo había enseñado Austin, mi "ex mejor amigo".

Eran casi las ocho de la noche y estaba oscureciendo. Había manejado demasiado, así que decidí frenar para entrar a un bar en una esquina. Estacioné y me bajé. Entré, el lugar era pequeño, pero tenía estilo, había pocas mesas y la mayoría estaba vacía. Una camarera se acercó a mí "Vodka" le pedí antes de que comience a hablar. Ella asintió y al cabo de unos minutos, me trajo la botella. Un vaso, otro vaso, otro vaso, otro y otro. Otra botella, cinco vasos más. Otra botella, intenté pedir, pero "me costaba hablar, ya no podían darme más alcohol" decía la camarera. Pagué y salí de allí como pude, todo me causaba gracia. Subí al auto y comencé a conducir, trataba de volver a casa, pero de pronto, todo se volvió negro, y ya no vi nada.

*Narra Kate*

Había entrado a trabajar a las siete. Estaba muy nerviosa. Darcy estaba sola en casa, le había dejado comida preparada, le había encendido la televisión y le había preparado unas mantas por si le daba frío, de ninguna manera le prendería la estufa estando sola. Quería que mis ocho horas pasaran lo más rápido posible, pero el tiempo se detuvo cuando un chico moreno entró. Blair, otra de las camareras, fue a atenderlo. Pidió vodka. Yo no podía dejar de contemplarlo, era demasiado hermoso. ¿Qué te pasa Kate? Nunca miras a los chicos de esta forma, no, no es así como funcionan las cosas.

El chico pidió su tercera botella de vodka, Blair entró para dársela, pero inmediatamente le dije que no, ni siquiera podía hablar. El chico se fue del bar, a eso de... ¡¿Las nueve?! Qué rápido se pasaron estas dos horas.

Aunque hubiera deseado que el no se hubiera ido, hubiera deseado que nunca hubiera entrado por la puerta, hubiera deseado cualquier cosa con tal de qué no hubiera hecho lo que hizo. 9:34 pm, el teléfono sonó, Blair atendió.

-¡Kate!, es para ti -y me pasó el teléfono

-¿Hola? -dije extrañada, nadie llamaba y quería hablar conmigo, nunca

-Buenas noches, ¿hablo con Kate Caine? -dijo una voz masculina, bastante grave

-S, si -titubeé

-¿Podría venir a la casa? Por favor. Gracias -y cortaron

¿Qué? ¿Qué estaba pasando? No podía dejar el trabajo, pero ¿Y si le pasaba algo a Darcy? Comencé a llorar, me saqué el delantal y salí corriendo de allí. No me importaba si me despedían, en ese momento, solo me importaba mi hermana. Corrí unas cuadras abajo, las lágrimas salían sin control y el frío chocaba contra mi cara. Cuando llegué al final de la calle, vi un lujoso auto en la vereda, casi dentro de la casa. Había dos patrullas y los policías hablaban entre sí.

-¿Qué pasa? -dije entre lagrimas

-¿Usted es la Srta. Caine? -dijo uno de los oficiales, dando un paso hacia mi

-Sí, yo soy Kate -dije limpiándome el rostro -¿Qué pasó?

-El joven a cargo de este coche ha chocado contra, como usted puede ver, una parte de su casa. El quedó inconsciente en el momento, aunque se despertó cuando llegamos. Uno de los vecinos llamó para que vengamos. Al tocar la puerta de su casa, una pequeña niña abrió, pero se encontraba sola. ¿Esta su madre en casa?

A este punto, yo ya estaba tonta. No, mamá no estaba en casa, y eso significaba que me quitarían a Darcy, no, no pueden quitarme a Darcy.

-No -susurré

-¿Y donde se encontraba usted? -dijo sacando una pequeña libreta

-Trabajando -dije mirando al piso

-¿Y había dejado a la niña sola?

-Si -mi mirada no se despegaba del suelo

-Bien, nos la llevaremos, podrá presentarse mañana a la comisaría con su madre, padre o tutor para retirar a la niña. De lo contrario, será llevada a un refugio para niños.

-¿Y qué pasará con él? -dije indignada, llena de dolor, destruida

-También irá a la cárcel, nos contactamos con sus padres para que paguen la fianza, la grúa está en camino para llevarse el coche. Espero verla mañana Srta. Caine

Ni siquiera podía saludar a Darcy, a mi bebé, mi todo. No podría darle un beso de buenas noches hoy, no podría arroparla, no podría acurrucarme a su lado esta noche, esta maldita noche. No puedo imaginar el miedo que debe haber sentido, ¡joder! Sabía que no debía dejarla sola. Ella estaba en la patrulla, me miraba triste, sus ojitos cristalizados, ¡Debo encontrar a mamá! -me dije a mi misma, mientras veía como se marchaban todos, dejándome sola, en la vereda.

Beyond money || Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora