Capítulo 1

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Una vida dura es lo que ella tenía desde que su padre la vendió a un puto mafioso dueño de una cadena de prostíbulos sin importarle que fuera su propia hija. Así de despreciable era el señor Huang. No le importaba la vida de su pareja ni de sus hijos, era un hijo de puta despreciable. La mano derecha de Lucifer como le apodó ella hace mucho tiempo.

Que una niña pequeña odie a su padre es algo bastante fuerte ¿No? Saber desde pequeña lo que es el odio a una persona no es algo que los niños deban sentir. El odio es un sentimiento fuerte que destruye almas y levanta muros, ella lo sabía muy bien. Su padre la vendió sin importarle sus gritos, insultos e incluso suplicas. Llegar a suplicarle a una persona despreciable es un extremo, el miedo la llevó a pedirle a su padre piedad y que no la llevara al infierno, pero él hizo oído sordo a sus súplicas.

El miedo y odio de que tu propio padre te venda a un mafioso con tan solo 8 años de edad no es algo bonito. Una pequeña niña que fue vendida a un demonio, sip, esa realidad vivió ella y cientos de niños más. A veces se preguntaba si su pequeño hermano, ZiTao, iba a vivir aquella realidad tan cruel. Esperaba que no, ella rogaba que su hermano fuera feliz y que se alejara de su padre junto con su papá.

Esta pequeña niña que fue vendida a un demonio era hija de un alfa despreciable y un hermoso omega que fue demasiado inocente e ingenuo como para darse cuenta que estaba metiéndose con el diablo en persona. Tuvieron una hija, una omega y dos años después tuvieron un omega al que llamaron ZiTao, su hermano menor al que adoraba con su vida y seguiría adorando hasta el día de su muerte.

Ella nació en el reino del sur, pero cuando su padre la vendió ella fue llevaba a un bosque entre el reino del oeste y el reino de las montañas. El prostíbulo era un lugar en medio de la nada, no había comunicación con el exterior y escapar de este lugar se veía casi imposible ya que no había algún lugar poblado y cerca al que escapar. El lugar con gente más cercano estaba a unas 10 horas corriendo y unas 15 caminando.

La niña tenía el cabello negro, bastante largo, contextura demasiado delgada,  (Anoréxica a ojos de muchos) piel blanca como la nieve, ojeras notables y mucho odio en su corazón. Para ser tan menor ella sabía las cosas malas que hacía su padre. Sabía que golpeaba a su papá y que abusaba sexualmente de él. Ella vivió una realidad cruda, pero cuando llegó a aquel prostíbulo donde iba a pasar el resto de su miserable vida fue un duro golpe de la realidad.

"Niña" fue el apodo que recibió apenas llegó a aquel lugar, nadie se molestó en preguntarle su nombre o que le interesaba. Aunque para ser sinceros no le interesaba nada. Se podría decir que de algún modo le interesaba el ballet, si, el ballet.

Cuando era más pequeña normalmente luego de que su padre abusara de su papá, ella iba a consolar al omega y veían viejos vídeos de ballet que él tenía guardados. Mientras la niña limpiaba las lágrimas de su papá y le hacía cariño en la espalda o pancita intentando calmar su dolor, ambos veían viejos vídeos de ballet clásico. Donde las bellas bailarinas bailaban con clase y elegancia, donde utilizaban vestidos bonitos y hacían pasos elegantes que parecían bellas aves abriendo sus alas y emprendiendo vuelo. Desde los dos o tres años tomó aquella costumbre y su pequeño hermano Tao se les unió, aunque Tao no prestaba atención a los vídeos de baile. A ella le hubiese gustado ser una bonita bailarina, de por si pudiera
haberlo sido. Era delgada y la mayoría de las bailarinas de ballet eran delgaditas, pero ella se veía un poquito esquelética y su papá hacía de todo para que subiera unos kilos y tuviera algo de grasita, al igual que su hermano Tao. Si bien eran hijos de un mafioso de mierda, pero él gastaba el dinero en alcohol, drogas, cigarros y otras cosas muy inútiles. Su papá se encargaba de la comida y gracias a él no morían de hambre.

Retomando el hilo, llevaba ¿Dos meses? Si, dos meses viviendo en aquel horrible lugar encerrada todos los días en una habitación casi vacía observando por los barrotes de la ventana escuchando la música fuerte y grosera, los sonidos raros que se escuchaban por las paredes y las risas fuertes de los hombres que venían al prostíbulo. No tenía ningún amigo o amiga (Ya que habían hombres y mujeres en este lugar horrible) y todos solían ignorarla. Todas las noches desde que llegó al lugar lloraba deseando morir pronto, que algo acabara con su sufrimiento. Ya no soportaba la idea de seguir viva sabiendo que pronto iba a terminar abriendo sus piernas y dejando que cualquiera la tomara. El hombre a la que fue vendida tuvo un poco más de humanidad que su padre, no la prostituyó, es más, la alimentó un poco y le dio ropa (Un poco reveladora, pero le quedaba grande ya que era de prostitutas que murieron). Pero en el fondo ella sabía que este hombre era una mierda al igual que su padre, todas las personas eran una mierda a excepción de su papá y Tao.

Lady C -The Origin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora