Piense en un día común en su vida. Quizás tenga prisa para ir al trabajo, asista a reuniones o se apresure en cumplir con plazos. Tal vez, si tiene suerte, almuerce con sus amigos y/o familiares, compartan alguna broma y hablen sobre sus planes para la noche.
Ahora piense en otro día, uno donde sienta una ansiedad constante al escuchar bromas de sus amigos y/o familiares, cuando le pregunten acerca de sus planes para el fin de semana. No puede compartir detalles de su vida por miedo a las consecuencias. No puede compartir quién es o a quién ama.
Espero que se haya sentido identificado con el primer escenario. Lamentablemente, muchos se sentirán más familiarizados con el segundo.
Hoy, en todas partes del mundo, personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) sufren de discriminación en cada aspecto de su vida diaria. En la niñez, muchos son hostigados por sus pares, rechazados por sus propias familias, llevados a abandonar la escuela. En la adultez, muchos experimentan estigmatización social, tratos injustos e incluso violencia. En 76 países, tener un compañero del mismo sexo es incluso penalizado. Existen personas arrestadas, encarceladas y, en algunos casos, ejecutadas solo por encontrarse en una relación amorosa.
Por desgracia, las personas LGBT también se enfrentan a hostilidades arraigadas en el lugar donde muchos de nosotros pasa la mayoría del tiempo, en el trabajo.
En muchos países, las leyes nacionales contra la discriminación todavía no ofrecen protección adecuada en términos de orientación sexual e identidad de género. Esto significa que los empleadores son libres de despedir o negarse a contratar personas basándose solo en el hecho de ser gays, lesbianas, bisexuales o transexuales.
Incluso en compañías donde se aceptan a colegas LGBT en el espacio laboral, existen políticas corporativas discriminatorias que, con frecuencia, dan lugar a tratos diferenciados – sea en relación con el reconocimiento de parejas del mismo sexo, beneficios laborales o prestaciones de pensiones.
Millones de personas en el mundo celebran el Día internacional contra la homofobia y la transfobia el 17 de mayo. Este año, la oficina de derechos humanos de la ONU ha presentado un video corto como parte de su campaña «Libres e iguales» titulado «El poder de compartir». El video tiene como tema principal el impacto que cada uno de nosotras puede tener al compartir su propia historia y al mostrar apoyo a sus colegas, amigos y familiares LGBT. Los invito a ver el video y a compartirlo para difundirlo a más personas.
Para cambiar las actitudes de las personas se requiere de tiempo, esfuerzo y perseverancia. Se necesita que hagamos escuchar nuestra voz y denunciemos la homofobia, incluso si se presenta como diversión inocua o como un trato cultural aceptado. No es solo eso. Es discriminación. Y es nuestra responsabilidad luchar contra ella y esforzarnos por lograr un mundo verdaderamente libre e igualitario.
Saben lo triste que es la vida de las personas que no pueden ser feliz, por el miedo al que dirán, por el miedo al rechazo tanto familiar, como social. El no poder decir que amas a esa persona, que todo tiene que ser escondido, en silencio, con suma precaución que nadie se entere, es algo sumamente JODIDO gente. Tú que me lees, tú que te sientes identificado con el segundo párrafo te digo, no estás mal, no está mal amar y ser amado, tú, ríe, vive, disfruta pero sobre todas las cosas AMA y se AMADO. ¿No te aceptan? De hoy en adelante yo seré tu familia, amiga y compañera, te escucharé, eres bienvenido a mi DM, yo más que nadie puede entenderlos. Ánimos❤️🧡💛💚💙💜
#amoresamorypuntoAquí el video
ESTÁS LEYENDO
Frases en la madrugada🌙
SonstigesPensé que estaba en un descanso mental y hace unos días todo en lo que en teoría había olvidado volvió. Supongo que necesito escribir y volver a suprimir todos los recuerdos que no me dejan dormir. Solo quería escribir algo, algunas son mías y otra...