Capitulo 1

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Una joven de cabello castaño se encontraba caminando, vestía un uniforme, de secundaria. La joven estaba algo distraída, tenía sus audífonos puestos, escuchando música mientras caminaba, en una de esas no se dio cuenta cuando estaba cruzando la calle, el semáforo estaba en verde y un carro estaba pasando.

En un momento a otro la joven se encontraba agonizando en el suelo, mientras escuchaba las sirenas de una ambulancia junto con patrullas, la chica estaba segura que moriría en cualquier momento, hasta que de un momento a otro de sentir muchísimo dolor se acabó. Cerro sus ojos creyendo que por fin había muerto para cuándo los volvió a abrir todo era distinto, sentía su cuerpo distinto.

— ¿La azúcar que tome en la mañana no era azúcar?..— decía la joven mientras se levantaba del suelo.

Camino hasta llegar a un espejo, al verse grito.

— ¡Esa no soy yo!..en efecto, no era azúcar. Mi cabello, mi bello cabello castaño, bueno no está tan mal tener el cabello rojo..creo. — grito la chica mientras se miraba en el espejo haciendo miles de poses.

Se sentó en el suelo para tranquilizarse mientras intentaba recordar que había sucedido. ¡Bingo! «estaba muriendo, luego aparecí aquí», pensó la chica mientras se acercaba al espejo, cuando miro las marcas en sus mejillas pego otro grito.

— esas marcas..se parecen a las de Naruto, espera, no. Naruto es hombre y tiene el cabello rubio. — dijo mientras exploraba en donde se encontraba.

De algo estaba segura, esa no era su casa. Su casa era de dos pisos y más grande. El departamento le recordaba muchísimo a Naruto.

— ¡Me secuestro y me tiño el cabello un fanático de Naruto! — fue lo que salió de la boca de la chica mientras corría en círculos intentando no llorar por la desesperación.

«niña estúpida, no te secuestro nadie», escucho en su cabeza, se detuvo y termino de hacer su escándalo, miró a sus alrededores, nada. Luego pensó, «esa voz, se parece a la de..».

— ¡No me jodas!, Me volví loca. Ahora mis padres o quién sea me llevará a un manicomio, estaré encerrada en una habitación sin ver anime y me harán experimentos, no! — gritaba la chica mientras lloraba e corría por todos lados.

La joven por despistada (pendeja) se chocó contra un mueble y calló al sueldo, cuando estaba apunto de levantarse lo que sea que estaba arriba cayó y le dio un golpe en la cabeza, ocasionando que la chica quedará inconciente.

Naruko.

Cuando desperté me dolía de la chingada la cabeza, cuando me levanté no me encontraba ni en mi casita ni en el departamento donde me habían secuestrado.

— ahora sí, dejaré las drogas..— dije mientras caminaba por el lugar, era extraño.

Por un momento me pareció el lugar en donde se encontraba Kurama, sellado en Naruto. Pero eso es imposible pues eso es una caricatura..no?

Mire varias puertas, abrí una para luego quedar con la boca semi abierta al ver unos barrotes gigantes, justos como en donde se encuentra Kurama en el Anime/Manga. Me acerque de poco a poco algo nerviosa hasta que mire un sellado que impedía abrir esto. Coloqué mis manos en los barrotes hasta que un gruñido me saco un gran susto. Cai sentada en el suelo, que parecía agua. 

¿Por qué estás aquí?, No se supone que los humanos como tú solo vienen a mi para tener poder..— Escuché decir al zorro.

En ese momento recordé todo lo que había pasado Kurama. Me acerque a él y lo mire con tristeza.

— ¿Crees que te utilizaré como un arma?, Te equivocas, aquí nosotros somos iguales. Me utilizaron para contenerte, eso me convierte en un arma, que es lo que menos quiero. Kyūbi, sufriste por gente ignorante, que te quitaron tu libertad y te trataron como si fueras una fuente de poder, cuando eres un ser vivo como yo y como muchos. — dije sonriendo mientras juro que mire al zorro algo sorprendido.

El me miro por unos momentos para luego sonreír y hacer un sonido en forma de su risa, abrió un poco mis ojos, nunca creí que escucharía su risa o voz en persona.

De todos los Jinchuriki que he tenido, nadie me había dicho algo como esto. Eres algo rara, niña. — dijo el zorro mientras se acomodaba, para estar más cómodo, supongo.

Me senté en el suelo, en el otro lado de los barrotes que tenían preso al zorro. Me quedé pensando en que más decirle para ganarme su confianza, la necesito, si alguien puede decirme que hago aquí es el.

— Kyūbi, ¿Cuál es tu nombre? — pregunté mientras miraba al zorro abrir sus ojos para verme y responder.

Era tan raro todo, nunca me imaginé estar aquí, sentada con el hablando como si fuera un amigo muy cercano.

No tengo. Más bien, no te importa. — Hablo el Kyūbi mientras me miraba.

Hice una mueca para a luego levantarme y con mucho, pero un chingo de miedo pasar por los barrotes hasta llegar a su cabeza, en la cuál con muchísimo más pinche miedo me subí.

— Claro que me importa, si quiero ser tu amiga necesito saber tu nombre, no? — dije mirando un ojo del gigantesco zorro que me miraba fijamente, sorprendido.

Se quedó callado por unos minutos, o eso creo. No se con certeza como pasa el tiempo aquí, puede que pasen horas en "la vida real" y aquí apenas unos minutos o incluso segundos.

Kurama, ese es mi nombre, ahora lo sabes mocosa. — Dijo el zorro mientras cerraba sus ojos, supongo que tiene sueño.

Me baje de su cabeza y me coloque en el otro extremo, cruzando los barrotes, lo que le impedían junto con el sello su libertad. Quisiera dejarlo libre pero lo necesito, esto es egoísta, lo sé pero si hago esto puedo afectar seriamente la historia al punto de no saber que hacer más adelante. 

— Kurama, ¿Cómo me llamo?, Se que es una pregunta estúpida pero luego te diré el porque de esto. — dije mientras me daba la vuelta y lo miraba.

El me miró un tanto confundido mientras analizaba mi pregunta.

Te llamas Naruko. Eres hija de Kushina Uzumaki y Minato Namikaze. — Dijo el zorro con un tono de "¿Eres estúpida o masticas agua?"

Reí un poco, no mames, estoy en Naruto y soy Naruto, en mujer pero lo soy, algo es algo. Todo es tan raro, pero viéndole el lado bueno puedo cambiar varias cosas de las que me quejaba y le mentaba la madre a Kishimoto por hacerlas. Ejemplo; hacer que Naruto vaya como una zorra por Sasuke. Si, empecemos por eso.

— Muchas Gracias, Kurama. Ahora te cuento todo. — dije con una gran sonrisa.

Una vez que le conté todo a Kurama, se quedó con cara de "Oh..ok, WTF." en lo que kurama lo analizaba todo y procesaba la información empecé a ver cómo todo comenzaba a desaparecer.

— ¡¿Kurama, como puedo volver aquí?! — le pregunté/grite desesperada, no quería volver a quedar inconciente para ver a su amigo zorrito.

Solo háblame y te contestaré, luego te diré como venir a aquí. —  dijo para comenzar a cerrar sus ojos, supongo que se dormirá.

Me despedí con mi mano, cuando abrí mis ojos estaba en el departamento, a mi lado se encontraba una foto, la levanté y era yo, junto con Kakashi, Sasuke y Sakura.

— así que..la única que cambio de género soy yo. Interesante. — dije mientras acomodaba todo.

El departamento era un asco, día de limpieza supongo..

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Nueva Vida. ~| Naruto Femme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora