Clases entre lucha

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Eliza empujándome me saca de el camino de ese ataque haciendo que falle por poco, casi no sentí su energía al moverse así.

-así acabarás como una estatua- entre ataques y contraataques Eliza tiene el tiempo de regañarne, bueno no es que el este haciendo mucho e ignorandome se que trama algo, justo cuando parecía atacar a Eliza desaparece. ¿Dónde?. Un destello me advierte, un ataque, y a penas me dió tiempo para moverme, me alejo de el pero siento un hormigueo en mi brazo derecho.

-¿esto es?.-

-te advertí que no dejaras que te tocara.- Eliza mirando mi brazo el cual empieza a agrietarse solo una pequeña parte de mi piel un poco abajo del hombro se torna blanca desde un fino corte donde la espada logro impactar.

-¿como haces eso?.- su cara de asombro me desconcierta, el tipo que me atacó con la espada mira mi brazo que aún con marcas sólo tiene una pequeña parte de piel hecha ¿hueso?, no, no es piedra mi piel se convirtió en hueso tal como el de la espada.

-¿de qué estás hablando?.- el se mantiene lejos sin responder a mi pregunta con sus ojos fijos en mi brazo el cual nisiquiquiera sangró.

-eres fuerte chico.- me señala con la espada.

-tu brazo ahora debería parecer de estatua.- eliza se me acerca tratando de disimular su asombro y volviendolo a ver a el.

-no tendrás tanta suerte la próxima.- preparándose para otro ataque toma postura con su espada.-prepárate.- eliza lo mira y en un abrir y cerrar de ojos comienzan a pelear.en mi interior un instinto me impulsa a luchar pero mi miedo me ancla al suelo.

-usa su poder.- una voz en mi cabeza, siento que se aproxima otro ataque, me aparto esta vez sin recibir daño, pude sentirlo con más antelación.-fallaste.- mi pierna le da una muy cariñosa bienvenida a mi espacio personal en forma de contraataque. Los demás siguen en el suelo, eliza esta en el piso aun viva supongo pues no es una estatua.

-no eres rival para mi.- un cliché sale de su boca, nunca me gusto la gente arrogante y aunque yo lo era a mi manera no iba a dejar que un imbécil como el me supere, miedo tendrás que esperar a otro momento.
Siento como mis brazos queman irradiando energía.-ahora su poder es tuyo, úsalo.- esa voz, la misma que la de mi sueño.

-SERÁS MIO.- su grito me advierte de un ataque directo el cual bloqueo desde su mano evitando su espada.-hoy no será tu día.- solo tuve que hacer una leve presión hasta escuchar su hueso destrozarse.

-HA.- retrocede con la muñeca hecha añicos.-maldito.- su cara de enojo me divirtió a decir verdad, se metió con mis amigos así que yo me meteré con cada uno de sus huesitos. Cada vez siento mas poder en mi, mas confianza casi como si supiera como usarlo.

-me toca.- esa frase parece sorprenderlo aunque no le di mucho tiempo de reaccionar dando unos cuantos pasos llegué hasta el y mi puño llegó a su sorprendida cara, tan pronto como su cara toco el piso trató de reincorporarse del suelo haciendo evidente que mi golpe hizo daño volviendo a caer aturdido, tras unos dos segundos se levantó y desapareció con gran rapidez, aun puedo sentirlo, derecha, atrás, derecha, mas claramente sentí aproximándose sus ataques los cuales esquivé moviéndome uno trás otro, dando un golpe a su pecho retrocedió unos cuantos metros los suficientes para prepararme para el próximo ataque.

La mano con la que sostenía la espada ahora es una galleta triturada, pasa la espada a su otra mano dejando caer el brazo dañado intentando disimular el dolor.

-eso no lo esperaba.- no consideró que yo seria capaz de defenderme, idiota.

- y si sigues así uno de los dos acabara muerto y creeme no tengo intenciones de ser yo.- a estas alturas la única forma de salir con vida de aqui es arrebatarle la suya.
Nunca pensé en si yo seria capaz de matar a alguien y hora es la única forma de sobrevivir, bueno para todo hay una primera vez.

Impulsandose hacia mi en una estocada directo a mi pecho, puedo seguir sus movimientos ahora tal y como lo hacia con los de Eliza, bastó con un leve movimiento de mi cuerpo a un lado para evitar la punta de esa espada, casi por instinto tome su brazo y lo doblé escuchando sus huesos partirse el retrocedió hablando en un idioma desconocido para mi, en cuestion de segundos sus brazos sanaban y sus huesos se reacomodaban y de nuevo en la postura de ataque viene hacia mi a toda velocidad, lo frena mi pierna partiéndole las costillas, haciendolo caer junto al cuerpo del que sacó la espada, al ponerse de pie igual que la última vez sus costillas zanaban pero esta vez en el cuerpo de el chico en el suelo, el daño que le causé a Lucius en el costado lo tuvo ese chico, así que este es el poder de un nigromante.

-no le des tantas vueltas, si todo lo que me hagas a mi le pasará a el, no puedes derrotarme, solo basta con que te corte o atraviese con esto-. Levanta la espada mirándola casi como si la amara.-y terminará para ti-. En seguida se me eriza la piel, ¿como mataré algo que no recibe daño?. Tengo que buscar otra manera de salir de esta, matándolo no es una.

-arrácale el alma-. Una débil Eliza me habla desde el suelo, me alegra que no haya muerto.

-no se hacerlo-. Sin quitarle la mirada de encima respondo a la débil voz que me da indicaciones.

-ya lo hiciste una vez, puedes hacerlo de nuevo-. Ese recuerdo, el poder que sentí en mi cuando absorbí esa sombra púrpura, solo necesito llegar a su pecho.

-no sólo existe el daño físico-. Su mirada cambio al escucharme sabiendo lo que eso significaba se prepara para otro encuentro, mis brazos se encienden y queman esperándolo ansioso.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2020 ⏰

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