Ambos niños estaban en el autobús amarillo y desgastado del colegio. Ese, el que a Lily le parecía una abominación, con lo típico que era, pero nunca se atrevió a decirlo. Tampoco lo consideraba una información importante.
Theo se sentó a su lado, junto a la ventana, y miró el desiertico paisaje de Las Vegas. Parecía deprimido y triste, pero ella no sabía exactamente por qué. No sabía los pensamientos que le pasaban por la cabeza en ese específico momento, pero por el gesto de su cara, no era nada bueno ni de lo que estar orgulloso. Pero no quiso preguntar.
Mejor dicho, no pudo preguntar. Se había llevado muy bien con alguien por primera vez en su vida y no quería estropearlo por su curiosidad. Por lo que hizo lo que mejor se le daba, estar en silencio.
Lo que no sabía era que sus vidas eran parecidas. Realmente parecidas.
Estaba a punto de poner su mochila rosa palo en el asiento de su derecha, el cual estaba al lado del pasillo del vehículo, pero algo se posó allí pesadamente antes de que pudiera hacerlo.
Fue recorriendo su cuerpo sin mirarlo a la cara. Botas militares color negro con manchas marrones -quizá de barro, quizás de arena o a lo mejor por el desgaste de estas-, pantalones vaqueros negros ajustados con varias roturas en las rodillas y en la parte de las espinillas, una camiseta negra con el dibujo de un hombre haciendo snowboard y una chaqueta del mismo color que era bastante grande, la cual le recordaba a cuando su padre iba a algún evento importante, y tenía el hombro izquierdo descosido.
Reconocería esa ropa en cualquier sitio. Solo había una persona que llevase una chaqueta de ese tipo.
Boris.
Lo miró, y le encontró sorbiendo su nariz y apartando mechones de su cabellera como el color de la noche, que le tapaban sus ojos. Ese movimiento le recordó por un momento a Kurt, él lo hacía constantemente.
Antes de que él pudiera verla observándole, miró al frente incómodamente. Theo parecía no darle más importancia que la que tenía. Solo era un adolescente que se había sentado a su lado. Nada del otro mundo.
Pero para Lily era algo más distinto y también algo complejo.
Siempre quiso hablar con él, aunque sabía que no sería bueno para ella. Era todo lo contrario a ella. No tenía vergüenza en preguntar y su mirada era tentadora y desvergonzada. Podía derretir a alguien con solo mirarle, fuera cual fuera su propósito.
Pero por otra parte, era muy bueno con ella cuando hablan. Se guardaba toda su desvergüenza y le preguntaba cosas sencillas, cosas que no la ponían nerviosa.
Incluso sin decírselo, Boris sabía que tenía un serio problema de atisocialidad y de nervios, quizá incluso algo más serio. Se veía a la legua. Y él no era tan miserable como para hacérselo pasar mal a alguien que parecía tan débil.
Pero ella deseaba ser su amiga y saber lo que escondía su mente. Lo que podía esconder detrás de esas ropas haraposas y sucias. La historia que había tenido a cabo en su pequeño mundo para que empezara a depender de la nicotina y de las botellas de vodka. Algo le había llevado a hacerlo,¿cierto?
Se fijó de reojo en que Boris empezaba a darse cuenta de que se había sentado con alguien. Al recordar que a Lily ya la conocía, se fijó en el otro joven.
Poco a poco una sonrisa infantil se asomó en sus labios.
-¡Ha! Harry Potter. - dijo, refiriéndose a Theodore.
Al oírlo, Lily volvió la cabeza hacia Theo, para comprobar si realmente se parecía a Harry Potter tal y como lo recordaba descrito en el libro. Solo encontró un parecido entre ellos - el mismo con el que Boris le había asociado-, las gafas.
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𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐆𝐈𝐑𝐋; the goldfinch
Fanfic⎯ 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐆𝐈𝐑𝐋 ❝el ser silenciosa me ha dejado un montón de tiempo para pensa r en el futuro del mundo y es una mierda❞ ❘✎↷𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 lily era una niña solitaria que había visto demasiado en su vida y le ponía nerviosa el mero hecho de h...