Perdoname.

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Perdóname, no quise herir tus sentimientos, no pretendí iniciar un juego, intente amarte todo el tiempo, y me duele ver como te pierdo.... Lo siento, soy terco e inmaduro, algo cobarde y mucho más, soy inseguro, pero aun te amo y no lo entiendo, porque me dejas al saber que te sigo queriendo.....
No me dejes, no me abandones, mi alma en llanto, te suplica la perdones

Lo siento, no puedo darte lo que estas pidiendo, ofrecer amor sin sentirlo es morir mintiendo...
Entiende, no puedo darte lo que el corazón no siente, es dejar que cultive amor en un ser a este sentimiento indiferente....

El orgullo hiere, en la soledad de mi cuarto, veo en mi almohada tu espalda, entre lágrimas y en silencio, tus recuerdos llegan con el alba.

Tómame, no sueltes mi alma que aterrada busca amor, solo tómame, atrápame entre tus brazos y lléname de tu calor. Tómame, acaricia, besa mi cuerpo y en las noches calma mis temores con tu pasión, abrázame, bésame y con tu deseo llena de fuerza el amor débil de mi corazón.

Noches largas, días grises, en mi alma y corazón espinas y recuerdos tristes, el amanecer llega con el sol cuestionando, queriendo de ti saber, preguntando a este vació, si te he dejado de querer, la respuesta firme de mi orgullo herido, que guardar silencio no es dejar de sentirlo, pero que las penas duelen menos cuando el motivo, la razón deja de decirlo.

Entiende, aprendí a seguir fingiendo no quererte, decidí continuar con un sentimiento diferente, mostrando ser feliz, cuando aún deseo tenerte. Comprende, mis días son tranquilos cuando el corazón niega conocerte, que mis noches solo felices cuando el alma sueña una vez más entre mis brazos verte.

Horas pasan sin minutos, y llega el día donde quieres estemos juntos, horas llegan, y con ella tus nuevas intensiones, de cambiar nuestros temores con miles de razones, mientras mis manos sujetas, en voz baja me confiesas que me amas, que me extrañas, que olvidemos el pasado y empecemos de la nada, que deseas abrazarme y no aferrarte a tu almohada...........

Entiende, aprendí a seguir fingiendo no quererte, decidí continuar con un sentimiento diferente, mostrando ser feliz, cuando aún deseo tenerte. Comprende, mis días son tranquilos cuando el corazón niega conocerte, que mis noches solo felices cuando el alma sueña una vez más entre mis brazos verte.

El hombre delgado que no flaqueara jamásWhere stories live. Discover now