Hyunjin estaba aburrido.
La verdad, se aburría la mayor parte del tiempo cuando se encontraba en el infierno. Ya había visitado todos los lugares más terroríficos de los nueve círculos infernales y cuando se quedaba en el segundo círculo, su hogar en el submundo, Hyunjin se sentía irritado por no tener realmente nada interesante que hacer.
El demonio Grimório disfrutaba ir a la tierra, ya que ahi, por lo menos se podía divertir. Conocía nuevos humanos, los asustaba con algunas palabras o expresiones maliciosas y ademas de éso, sellaba pactos con los mismos. Al final, ese era su trabajo como un Grimório.
"Jackson quiere verte..." Hyunjin murmuró cansado, recargaba la cabeza contra la puerta del cuarto de Chan, su compañero Grimório. Chan estaba recostado en su cama y parecía irritado ante la repentina intromisión del otro.
"Pero acabo de regresar de una misión..." El demonio de piel lechosa respondió, sentándose en su propia cama mientras hacía una mueca.
"¿Y tú crees que a el le importa?" Hyunjin preguntó entre risas. "Los humanos están todo el tiempo haciendo pactos, tú lo sabes bien."
Hyunjin podría no admitirlo, pero consideraba a Chan como su único amigo en el infierno. El demonio de cabellos negros y piel lechosa había llegado al infierno a través de un demonio que Hyunjin odiaba y cuando éste se vio muerto por un ángel, Hyunjin no sintió ni una puntada de tristeza. Lo que él hizo fue aproximarse al nuevo demonio y desde entonces, Chan se veía obligado a aguantar la personalidad desagradable del Grimório alto.
El propio Hyunjin sabía que su personalidad no era de las mejores y prefería mantenerse de esa forma, pues así evitaba aproximarse con los de su alrededor. Si había una cosa que Hyunjin había aprendido durante su existencia como humano, era que si se apegaba a cualquier cosa, estuviera viva o no, siempre terminaria triste y nostálgico.
"Pues, nada dura para siempre"
"¿Quién nos mandó a convertirnos en Grimórios del segundo círculo, Chan?" Hyunjin preguntó retóricamente, usando un tono sarcástico, en medio de la conversación que él y Chan mantenían mientras se dirigían a la sala de Jackson -El juez del infierno y lider del segundo círculo infernal- Donde los portales para ir a la tierra se localizaban.
Claro, nadie les había mandado a convertirse en demonios de pactos... Ser un Grimório era una consecuencia de sus propios actos y ellos tenían que aceptar sus responsabilidades.
Les gustara o no.
-
La torre del placer -En donde Jackson se encontraba- quedaba a algunos metros de distancia de la Torre de los vientos. Hyunjin y Chan caminaron durante todo el transcurso intentando protegerse como podían de la ventisca feroz que los castigaba. Los abrigos negros que ambos usaban solían agitarse sobre sus piernas y sus cabellos golpeaban sus rostros.
Estaba oscuro, mas aquél viento les mantenía lejos de las tinieblas, ayudándolos a ver el camino entre el desierto. La torre del placer era grande, hecha de oro macizo y en la puerta se encontraban dos guardias, justo como en todos los lugares del infierno. Siempre había algún Baal protegiendo los accesos a los principales puntos infernales.
Antes de que los dos demonios Grimório consiguieran entrar en la torre, Hyunjin discutió con los dos Baal que resguardaban la entrada. A Hyunjin no le gustaba los demonios de clase guardianes, pues siempre iban con un aire de superioridad por ser los responsables de la seguridad de los locales del infierno, pensando que los otros les debían respeto por aquello cuando en realidad, estaban en uno de los lugares más bajos de la jerarquía demoniaca.
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Impuro •[Hyunin]•
FanficHyunjin, un demonio que realiza pactos con humanos, fue enviado hasta la tierra para una nueva misión, con el objetivo de conquistar otra alma más para el infierno. Mas no esperaba que el cielo interfiriera en su trabajo rutinario y un ángel apareci...