DOLLAR - TaeKook / Vkook

Prólogo

Era un día normal en ese instituto, todos los estudiantes se encontraban como normalmente se encontraría un estudiante; atareado con trabajos que no pudieron hacer en la noche; y es que si, la vida en la universidad no era fácil tampoco.

Pero entre todo ese alboroto que formaban los alumnos, se encontraba un hermoso pelirrojo, que con sumo cuidado y frente a su pequeño espejo, se aplicaba un suavizante para los labios.

Y si, ese era Jeon Jungkook, un chico abiertamente homosexual, a él no le avergonzaba decir que le gustaba que le jodan mientras el muerde una almohada.

Tampoco le avergonzaba contar que se acostaba con cuanto hombre le ofrezca dinero y buenas cosas, y por eso era más que todo su “fama”.

En esa universidad no había chico que no aprecie los buenos atributos de Jeon Jungkook, hasta el más Heterosexual se encontraba fantaseando con tocar las bien tonificadas piernas del pelirojo, pero no todos podían porque él no era tonto, el buscaba lo mejor para él y le sabia dar un buen uso a su cuerpo.

Entrando un poco más a su vida, a los 13 años fue que se enteró de sus preferencias, y a los 15 se veía al el mismo junto a su amigo Jimin cuidándose y preparándose para acostarse con hombres mayores que luego, por sus servicios les darían una buena cantidad de dinero y les cumplirían otros caprichos más.

Con Jimin eran los mejores amigos, o más que eso, eran casi como hermanos, la única diferencia era obviamente que Jungkook tenía familia, bueno al menos una madre que lo amaba mucho, en cambio Jimin, también tenía una madre pero se las arreglo solo desde pequeño.

Ellos dos eran como la típica “uña y mugre” y se sabían todo, Jimin tampoco era precisamente un angelito, tenía más recorrido que el mismo Jungkook, pero eso ¿importaba acaso?
Las envidiosas decían que Jungkook y Jimin eran “unas perras”…

- ¿Perras? – Dijo el pelirrojo enarcando una ceja a la castaña que tenía en frente –perras no, ciela. Perrísimas

Pero lo que no sabían ellos es que, esa forma de ser les cobraría factura en un futuro, y vaya que precio.