Eres un idiota, imbécil, no haces nada bien ¿Otra vez te orinaste, maricòn?
Aquellas palabras y gritos seguían resonando en el interior de Aku, un chico con sueños rotos y sin metas en particular, debido a esto se volvio cerrado y casi inexpresivo cuando un golpe a su mesa lo despertó.
- !Despierte¡- Grito su profesor de historia a lo que Aku desorientado viendo al profesor y escuchando los susurros de sus compañeros, este solo atino a decir.
-Lo siento-En una voz tan baja y deprimente que hizo que los demás lo vieran con más rareza
- Quedese después de clase-Para muchos un gran castigo, para Aku, unos minutos de escape de casa o como èl le decía "La casa del terror" por motivos que solo el entendía.
La conducta de Aku llamo la atención de Rikka su única amiga, quien lo miro desconcertado pero está ya sabía la razón del actuar de su compañero. La clase termino y Rikka salió de la escuela esperando a su amigo fuera de esta. Aku salió con la misma expresión perdida notando a su amiga a lo lejos, mientras se acercaban Rikka dijo:
-¿Sucedió otra vez?, Muestramelas
+N-no hace falta, está vez fue mi culpa, serví su café muy helado- Claro que no- Dicho esto se acercó a Aku levantado las mangas de su uniforme haciendo notar heridas hechas por cigarro y algunos moretones de golpes hechos por quien sabe.
-Sabes que puedes venir a casa en cualquier momento, mi madre no tiene por qué enterarse, además pasa dias fuera de cada- Decía Rikka mientras tomaba del hombre a Aku a quien de algún modo le daba algo de seguridad.
+Por más que quiera no puedo dejarlo, es mi padre después de todo y debo doblar en esta esquina, necesito ir a la farmacia. Decía en un tono algo seco y tan tranquilo que parecía un muñeco.
-N-nos vemos mañana, te quiero. Dijo Rikka en un tono dulce escondiendo la preocupación que tenía hacia su amigo.
Rikka siguió caminando hasta llegar a casa, rogaba por qué su madre estuviera en casa, para no pasar otra noche sola.
Al entrar a casa una pequeña sonrisa escapó de sus labios, al ver unas cuantas botellas en el suelo, las sillas en cualquier lugar menos en la mesa y a su madre dormida frente a un televisor apagado, se acercó a su madre y la tapo con el abrigo escolar mientras empezaba a recoger el desorden que era llamado hogar.-Rikka- Era la voz de su madre, está se escuchaba muy mareada y con poco coherencia, parecía que cada palabra que utilizo para pedirle algo de comida sobre llevaba un esfuerzo descomunal. Rikka solo rio y le dió un poco del almuerzo que había sobrado de su escuela.
Aku llegó a casa con un medio que iba desde su cabeza hasta la punta del dedo de su pie, tratando de controlar la manera tan bestial en la que temblaba apoyo su mano en la perilla y lentamente la abrió evitando a toda costa realizar cualquier tipo de ruido, entro a casa
+¿DÓNDE ESTÁ LO QUE TE PEDI?
La piel de Aku se erizo, esas simples palabras dichas en un tono tan demandante lo asustaban+L-lo siento, papá ninguna farmacia me quiso vender ese medicamento ya que soy menor de ed..-
+ME IMPORTA UN CARAJO, TE DIJE QUE LO CONSIGUIERAS+ Las palabras de su padre cada vez entraban más profundo haciendolo explotar.
+NO HACE FALTA QUE GRITES+ Aku tapo su boca +N-no quise gritarte papá+
+PERO LO HICISTE, SABES QUE AMERITA ESO+
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Mi carta para ti
Roman pour AdolescentsAku es un chico de secundaria que no tiene la mejor vida debido a su padre; Rikka, su mejor y unica amiga tiene una madre con problemas al alcohol ¿De que tratara esto? De como una persona como Aku sobrelleva todo esto.