cap 28 mis queridos suegros

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Mei se encontraba en la cocina con la Sra.Sawamura, el picaba unas verduras y la mujer checaba algo en la estufa, entonces al rubio se le vino un recuerdo, de una vez que le ayudo con la cena a su madre, soltó un risita por lo bajo, eso llamo la atención de la mujer

-pasa algo, Mei-chan?- el rubio la miro un poco confuso por la pregunta, pero la mujer no era tonta y esa sonrisa mostraba rasgos de...¿tristeza?

-a que se refiere, Sawamura-chan?- contestó el rubio

- bueno es que tu sonrisa muestra algo de nostalgia- mencionó la mujer con un poco de preocupación

-Ah, ya veo, nos es nada, sólo que recordé a mi madre y cuando le ayude a cocinar por primera vez, recuerdo que se sorprendió mucho-

-se sorprendió?- dijo algo desconsertada

- si es que mis hermanas fueron las que me enseñaron a cocinar- contestó rascándose la nunca y sacando la lengua

- Oh ya veo- la mujer con una bella sonrisa

-si, por cierto para que vamos a usar esto?- pregunto apuntando la verdura que estaba picando

- para Ei-chan, vamos a hacer su sopa favorita- contestó alegre, el rubio sonrió

- Bien- dicho esto continuaron a hacer la cena platicando de cosas triviales.

Cabe mencionar que la Sra.Sawamura le dejo a Mei hacer la sopa de Eijun pues el rubio quería hacerla él, aún así fue un poco ayudado. En una de sus tantas pláticas mientras preparaban la cena Mei le contó a Hana lo de su madre y esta le dijo que sólo si el quería podría buscar la imagen de una madre en ella, Mei asintió pues ella le daba mucha seguridad. Terminaron de preparar la cena y le dijeron a Eijun, al abuelo y a su padre que pusieran la mesa una vez puesta llevaron la comida y estaban listos para la cena.

La cena transcurrió con tranquilidad, Mei solía ser un presumido y arrogante, pero cuando se trataba de Eijun era la persona más cariñosa y afectuosa, y se lo demostraba. Todo estaba relativamente calmado, hablaba de unas cuantas trivialidades, entonces la Sra.Sawamura hizo una pregunta que puso un poco nervioso al rubio

-Ei-chan, te gusto la sopa?- pregunto sonriente

-eh?, a si, sólo que está rara- dijo los presentes lo miraron con duda, Mei se tenso un poco

-rara?- hablo el padre confuso

-si rara, me gusta, esta buena, pero sabe diferente- contestó el castaño, asiendo que Mei se calmara sólo un poco

-diferente?, a que te refieres con eso Eijun?- pregunto pregunto su abuelo, Mei miro a Eijun

- no lo se exactamente pero no es igual que siempre que la haces, mamá- contestó dándole un sorbo

-bueno tal vez sea por que la hizo Mei-chan- contestó su madre asiendo que su hijo se sonrojara, pues nunca había probado algo hecho por el rubio y que el preparará su sopa favorita lo hacía sentir feliz, pues enserio le había gustado, en es momento el padre de Eijun tomaba un poco de su té el cual fue escupido en el rostro de Mei

-papá!- exclamó gritando el castaño, le había escupido el té a su novio

-lo siento, pero Hana pensé que esa receta se la entregarías a la persona que se casará con Eijun- contestó el padre algo asombrado mirando a su esposa, pero el momento en el que dijo eso tanto Eijun como Mei casi se atragantan con su propia saliva, miraron a la mujer

-correccion dije que se la daría a la persona que lo hacía feliz, y ese es Mei-chan- contestó tranquila, miro a los chicos y estos ya parecían un par de tomates bien maduros, los mayores rieron

Después de eso la cena siguió hablaban tranquilos de cualquier cosa, la cena acabo la mesa se recogió y Eijun al ver a Mei tranquilo hablando con su padre y abuelo sonrió le agradaba que lo hubieran aceptado tal y como es, con ese pensamiento subió a la azotea de su casa a ver la estrellas.

Al no ver a Eijun por ningún lado el rubio pregunto a Hana si ella sabía donde estaba, la mujer le dijo que estaba en la azotea sin más se dirigió a ella.

- que haces,Eijun?- pregunto curioso , subiendo y sentándose al lado de su novio

-miro las estrellas, dime Mei, no crees que son hermosas?, tan brillantes y resplandecientes- dijo el castaño chocando su mirada con la azulada de Mei

-lo son- contestó el rubio- pero eh visto joyas más brillantes que las estrellas- dijo sonriente

-asi?, como cuales?- pregunto curioso

- si, como las que estoy viendo ahora- contestó, Eijun lo miro confuso- son hermosas en un color ámbar y justamente son esas 2 hermosas joyas las que tu- dijo apuntandole- guardas debajo de esas 2 cejas- y le dio un pequeño beso- Eijun, tus ojos son más hermosos y brillantes que todas las estrellas del cielo- le dijo en un susurró al oido, provocando un furioso sonrojo en el otro

- Mei- apenas pudo mencionar, el nombrado se acercó y le dio un tierno beso en los labios

- bien, vamos a dormir no quiero que mis queridos suegros se enojen- Eijun se sonrojo a más no poder, su novio no tenía vergüenza

Después de eso bajaron y se fueron directo a la cama.

Al día siguiente Mei despertó, abrazado por el menor al abrir los ojos se encontró con la mirada ambarina que tanto amaba

-buenos días- dijo tiernamente

-buenas- contestó Eijun

-listo para regresar a Tokio?- pregunto, Eijun asentó

Sin más se pararon, bajaron,  desayunaron, y salieron a tomar el tren a Tokio

Alguien que cambió mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora