Parte 2

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Durante las dos semanas siguientes, los miembros de Karasuno empezaron a acosar a su setter de primer año con preguntas, siguiéndolo a todos lados, y haciendo berrinches cuando esté no quería contestarles.

Kageyama, ya harto de sus compañeros, no tuvo otra solución, más que huir hacia el aula de los terceros años, y usar a Daichi y Suga como escudo, cada vez que alguien empezaba a sobrepasarse con los berrinches.

Para colmo, sus compañeros de Karasuno no eran los únicos que lo molestaban. Iwaizumi, Oikawa, Hanamaki, Matsukawa, Kunimi y Kindaichi habían adoptado la costumbre de ir a buscar al setter a su escuela y acompañarlo un par de cuadras, también haciéndole preguntas que no quería responder, lo cual, culminaba en un Oikawa haciendo pucheros y quejándose, mientras él salía corriendo, evitando que lo siguieran a su casa.

"¿Por qué no pueden dejarme en paz? Esto ya se esta convirtiendo en un infierno, ¿qué tengo que hacer para que me dejen tranquilo? ¿cambiarme de escuela?... o quizás..." Pensó Kageyama, frustrado. "Realmente, no sé... ¿y si les doy el gusto y los llevo a mi casa?... las cosas podrían salir mal, pero también dejarían de acosarme..."

Kageyama siguió pensando, mientras se dirigía al gimnasio para la práctica de la tarde. Sus compañeros volvieron a hacerle preguntas, hasta que Daichi llegó y los mando a hacer vueltas a la cancha. Honestamente, si él tuviera que elegir a alguien para presentar a su familia, sería a su capitán, o Suga, ambos son muy buenos.

La práctica paso sin contratiempos, y pronto termino, Kageyama corrió a los vestidores para cambiarse, aún con la duda de si invitar a su equipo de una vez a su casa o no.

-Yamayama, ¿por qué no nos invitas a tu casa el fin de semana? -cuestiono Hinata, logrando, sin querer, que su compañero desistiera de la idea de llevarlos.

-No. -Respondió el setter.

- ¿Pero por qué? -Tanaka miro a su kohai con exasperación, ya estaba cansado de que le dijera lo mismo y nunca explicara la razón.

-Simplemente no quiero. -Kageyama ya tenia las respuestas formuladas en la cabeza para esa situación.

-Dejen de molestar a Kags y vístanse. -Suga intervino.

Él también tenia mucha curiosidad sobre la familia y la casa de su kohai, pero notaba que a él no le gustaba hablar de eso, así que, no lo presionaba, y ayudaba a que los demás lo dejaran tranquilo.

Fuera de la escuela, los miembros de Aoba Johsai, esperaban al setter de primer año como todos los días, cuando una voz detrás de ellos, los asusto.

-Disculpen, ¿saben si el entrenamiento del club de vóley ya acabo? –

Los chicos se dieron la vuelta para responder, y se quedaron congelados. Kunimi y Kindaichi, sintieron que estaban teniendo un deja vu, pues el chico frente a ellos era, sin dudas, hermano menor de Kageyama.

Por otra parte, los terceros años, tenían la vista fija en el niño, con la sorpresa plasmada en el rostro. Ellos no esperaban encontrarse otra vez, con el hermano menor del setter.

Iwaizumi iba a hablar, cuando vio a Karasuno acercándose.

- ¡Ni-chan! -El niño llamo a su hermano, y tanto Aoba Johsai, como Karasuno, vieron enseguida a Kageyama correr hacia el pequeño y envolverlo en un abrazo.

Matsukawa y Hanamaki saludaron a sus rivales, sin desviar la vista del setter de primer año.

-Hey, ¿qué haces aquí? -Lo escucharon hablar. – Es muy tarde para que andes fuera, deberías estar en casa. –

-Lo sé, pero al abuelo se que acabaron sus medicinas. -El niño respondió. -Me dio la receta para que pasemos por una farmacia. –

Todos vieron como Kageyama asintió y el niño le dio un papel.

-Esta bien, pero la próxima vez, llámame Satoshi. No me gusta que andes solo tan tarde fuera de casa. –

Tanto Aoba Johsai como Karasuno jadearon, ellos habían pensado que el niño era el hermano menor que habían visto en la práctica hace dos semanas, y si no mal recordaban, se llamaba Shun.

- ¿Satoshi? ¿Qué tu hermano menor no se llamaba Shun? -La pregunta de Enoshita, hizo que Kageyama se diera cuenta de que todos seguían a su alrededor.

Él se volvió para mirar a sus compañeros de equipo, todos tenían la confusión escrita en la cara. Suspiro, al final, no iba a salir caminando de su escuela sin responder más preguntas.

-Chicos, él es mi hermano menor Satoshi, y el gemelo de Shun. –

Hanamaki y Matsukawa al oír al chico decir eso, le taparon la boca a Oikawa, ya que, parecía que iba a gritar, mientras que, Iwaizumi se puso detrás de sus kohais, para agarrarlos si se caían de espaldas.

- ¿Él es... otro de tus hermanos menores? -Daichi no podía creerlo, el niño era igual a Kageyama y al hermano que habían conocido.

"¿Será posible que todos los hermanos de Kageyama sean iguales a él?" Pensó.

-Ya se los dije, tengo seis hermanos en total. -Kageyama quería irse. -Shun y Satoshi son dos de los menores. –

Como nadie de Karasuno ni Aoba Johsai podía hablar de la sorpresa, el setter de primer año se despidió y se fue caminando con su hermano prendido a su brazo.

-Kags huyo de nosotros, otra vez. -Se quejó Suga, una vez que salió de su sorpresa.

-Tobio-chan... tiene dos clones suyos... -Murmuro Oikawa antes de caer desmayado en brazos de sus compañeros de tercer año.

-Kageyama logró desmayarlo. -Hanamaki se río y ayudo a su amigo a poner a su capitán en su espalda.

- ¿Kunimi, Kindaichi, siguen vivos? -Matsukawa pregunto, mientras sostenía a Oikawa sobre su espalda.

Los dos primeros años de Aoba Johsai estaban pálidos y con la boca abierta, sin decir nada.

-Tierra llamando a nuestros primeros años, ¿están ahí? -Hanamaki paso su mano por enfrente de los chicos, sin embargo, ninguno se movió, apenas si parpadearon. -No reaccionan... vamos a tener que cargarlos a ellos también. –

Iwaizumi y Hanamaki subieron a sus dos kohais en sus espaldas, se despidieron de sus rivales y se fueron.

Karasuno, tratando de no dramatizar, eligió guardar cada uno de sus pensamientos para sí mismo eh ir en silencio a sus casas, al menos por ese día.

A la mañana siguiente, el setter de primer año no pudo ni llegar a la puerta de la escuela, que sus compañeros de equipo lo jalaron hacia la sala del club y empezaron a acosarlo con preguntas sobre su familia.

Esta vez, ni Suga, ni Daichi intervinieron, pues tenían demasiada curiosidad, lo que causo, que Kageyama se enojara y saliera furioso de la sala, gritando que estaba harto de todos.

El setter se paso todo el día esquivando y gruñendo a los miembros de su club, hasta que llegó la hora del entrenamiento. Los chicos de Aoba Johsai que habían estado el día anterior aparecieron, con la excusa de que habían suspendido su práctica y pidieron entrenar con Karasuno. Ukai estuvo de acuerdo, y Kageyama se encontró cada vez más irritado, hasta que no pudo soportarlo más y explotó.

- ¡Está bien! ¡¿Quieren conocer a mis hermanos y ver mi casa?! ¡Bien! ¡Mañana les paso la dirección y pueden venir a conocerla! ¡Ahora déjenme en paz! –

Dicho eso, Kageyama salió furioso del gimnasio, se cambio de ropa y se fue a su casa, sin siquiera mirar a sus sempais, que lo habían seguido preocupados.

Daichi y Suga casi saltaron del susto, cuando su kohai había gritado y salido del gimnasio dando un portazo. Lo siguieron para tranquilizarlo, pero este los ignoro y se fue.

"Quizás, si deberíamos haber intervenido... él realmente está muy enojado..." Pensaron, mientras volvían al entrenamiento.

Tal como lo dijo, Kageyama le paso a sus compañeros de equipo y amigos de Aoba Johsai la dirección de su casa y la hora, a la que los esperaba. 

El misterio de Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora