Capítulo único

2.2K 367 70
                                    

Caminaba por los pasillos de su universidad, estaba más que fastidiado, cansado, a decir verdad, se le habían declarado una vez más, no entendía por qué todo el mundo parecía querer estar con él, bueno si era guapo, inteligente y estupendo en deportes, pero él sabía que tenía un carácter de mierda.

Quería llegar rápidamente a la conferencia que se realizaría hoy en su universidad, deseaba poder ver en persona a su escritor favorito. Cuando se enteró de que la universidad le había invitado a dar una conferencia por su más reciente libro, y que contra todo pronóstico este aceptó, Katsuki no cabía en sí de la emoción, fue por ese mismo escritor que había decidido tomar la carrera de literatura y no la de leyes como quería su madre, él había sido su inspiración, leer sus libros su más grande pasión y ahora lo conocería. Por ese mismo motivo se encontraba con su humor al borde del colapso, como se atrevía esa estúpida extra a malgastar su valioso tiempo.

-Extra de mierda. -Estaba cansado de las interrupciones e insistencia de sus compañeras, sobre todo cuando preguntaban sobre eso. "¿Cuáles son tus palabras?", solían decir mirándolo con ojos llenos de esperanza, un completo fastidio.

Lo tenían más que cansado con las preguntas sobre aquella frase escrita en la parte interna de la muñeca de su mano izquierda, mismo lugar donde se encontraban las de todos aquellos "afortunados" que tenían un alma gemela en algún lugar, aquella persona a la que estaban destinados y con la cual serían felices el resto de sus vidas.

El setenta por ciento de la población mundial tenía esa "bendición", pero la realidad era muy diferente a lo que muchos imaginaban, pues la mayoría de las personas nunca conocían a su supuesta alma gemela, así como sus padres.

Su madre era mitad estadunidense, mitad japonesa, su padre un emigrante japonés, los dos se conocieron una tarde en el café en donde solía trabajar su padre, después de varios meses se enamoraron y al cabo de dos años se casaron, ninguno de los dos encontró a su alma gemela, así como sus abuelos, sus tíos, primos y conocidos, ninguna persona a su alrededor había conocido a aquel ser que se suponía era tan preciado, ¿y saben qué? , todos ellos se encontraban bien, llevaban una vida plena y eran felices, a ninguno le hacía realmente falta.

En sus años de secundaria, mientras en una clase les hablaban de aquella ridícula leyenda, descubrió que de aquel setenta por ciento que tenía un alma gemela, solo el diez por ciento la encontraban en realidad. Su profesora Annabelle, una solterona socióloga de cuarenta años, siempre fue insistente con aquello, pues como ella solía decir, "no quiero que se mortifiquen la vida con fantasías tontas".

Sus padres intentaban que él se mantuviera abierto a la posibilidad, pero en más de una ocasión le repitieron que tampoco debía quedarse esperando y que les diera la oportunidad a otras personas, si era afortunado encontraría a su alma gemela en algún momento, pero si no igual podía tener una buena vida.

Es por ese motivo que Katsuki llegó a una conclusión: lo de las almas gemelas era una tontería. ¿Qué ganaba él con tener marcada en su piel unas palabras que supuestamente le diría aquella persona con la cual encajaba perfectamente si esta puede que nunca apareciera en su vida? Era estúpido, un sin sentido del cual algunos idiotas aún creían de forma ciega.

Aún recuerda el día cuando aquellas palabras quemaron su piel al cumplir trece años, sus primas se emocionaron, sus padres quisieron ver de inmediato lo que decía, los pocos amigos que tenía empezaron a especular sobre cómo sería esa persona, a él solo le dolía horrores y quería que el dolor se fuera pronto, que pararan el estúpido alboroto y que le atendieran la muñeca.

Quiso tatuarse para cubrir las palabras al cumplir su mayoría de edad, pero sus padres se lo negaron alegando que no era prudente, que se diera unos años más antes de rendirse, y solo por no preocuparlos lo hizo, aun así, se las tapaba con un brazalete ancho de cuero marrón.

Tus palabras [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora