𝗠𝗨𝗟𝗧𝗜𝗙𝗔𝗡𝗗𝗢𝗠 || 𝐼𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑠 & 𝑂𝑛𝑒-𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠

12| MIGUEL BERNARDEAU

🌟ACTOR🌟: ELITE (GUZMÁN NUNIER)

💬 DE💬: PinkBerryMilkys

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Uno diría que al teletrabajar solo por la mañana es una vida de lujo, pero no señores y señoras, es un autentico dolor de cabeza. 

Por culpa de un virus todos estamos encerrados en casa que solo podemos salir a comprar y algunas veces ni eso, asi que los que trabajamos en centros escolares tenemos que organizar videollamadas con todos los alumnos de la clase y dar tu temario sin que haya ningún percance.  Mientras que por la tarde tienes que revisar todos los trabajos que te manden, y pensar que se puede hacer en la siguiente. 

Aunque yo no me puedo quejar mucho de esto ultimo, ya que al ser profesora de arte puedo mandar un trabajo que puede durar 1 ó 2 semanas, solo entramos en una videollamada donde les dejo silenciarse para que se puedan concentrar, poner música para motivarse y demás. Hay pocas clases donde me pongo a darles teoría intensa.

Otra ventaja, es que con las cancelaciones de las grabaciones de Elite, puedo pasar más tiempo con mi novio. Por que con los días de grabación y las entrevistas por su parte, y por mi parte con las clases y seminarios que pueden ser en la otra punta de España, pues no pasábamos mucho tiempo junto, aunque cuando estamos juntos lo disfrutamos mucho.

Aunque tenemos la otra cara de la moneda, hay momentos donde necesitamos estar solos, y esta casa nos ayuda en esos momentos, ya que por ejemplo él se pone a jugar a videojuegos en el salón y yo me voy al estudio a pintar, y asi nos podemos tirar algunos días.

Pero cuando acaba ese período de "separación" nos mimamos mutuamente, lo que quiero decir, es que nos convertimos en dos ositos amorosos que solo quiere la atención del otro.

Y sin no me fallan los cálculos hoy en unos de esos días, ya que llevamos haciendo nuestras cosas unos 3 días, y el máximo tiempo que hemos estado asi han sido 4 días y medio, el bebe grande quería atención.

[...]

Me despierto por culpa de un ruido lejano, pero no le doy importancia y me giro en la cama para intentar seguir durmiendo, estiro el brazo para rodear el pecho de Miguel y asi acurrucarme sin embargo mi brazo no alcanza a tocar nada solo sabanas vacías, asi que abro los ojos un poco para intentar divisarle en la habitación. 

Pero no le veo, ni siquiera siento el ruido en el baño, extrañada miro el reloj de mesilla para descubrir que eran las 9 de la mañana, cosa rara que él se haya levantado a esta hora un sábado. 

Sin pensar mucho en ello, me estiro en la cama para desperezarme puesto que dudo poder volver a dormirme. Cuando estoy sentada intentando quitarme las legañas de los ojos, oigo un golpe seguido de una maldición que proviene del pasillo justo al otro lado de la puerta del dormitorio, para luego ver una bandeja y a mi guapísimo novio atravesarla. 

— Buenos días, reina - dice con esa voz ronca que tanto me gusta dejando la bandeja en la cama 

— Buenos días, bebe - digo con una sonrisa tonta - ¿Y este detalle? - recojo un clavel de la bandeja para olerlo

— Bueno,  como hemos estado cada uno a lo nuestro pues quería hacerte algo especial. Aunque sean unas simples tostadas y un café 

— Me encanta - digo con una sonrisa de oreja a oreja - Gracias cariño - digo besándole la mejilla, ganándome un sonido de protesta - Bebe, no me he lavado los dientes, tengo un aliento horrible

— ¿Qué pasa si te digo, "yo también amor"? 

— Pues me pensaría lo del beso  - en nuestras caras se formas dos sonrisas cómplices

No me dio tiempo ni a parpadear cuando Miguel me agarro de la nuca para acercarnos y asi darnos el esperado beso pero antes de que pudiera ocurrir algo, paró, solo sentíamos el aliento del otro sobre nuestros labios y pequeños roces que me desesperaba.

— Te amo - susurra, para luego acortar la poca distancia que nos separaba 

— Yo también te amo - digo con la respiración entre cortada al separarnos 

Desayunamos en la cama entre risas y pequeños besos, cuando acabamos retiro la bandeja a mi mesilla de noche para luego tumbarme y abrir los brazos, invitando a Miguel a que se tumbe encima lo cual nada más verme así me abrazo por la cintura pasando sus brazos por mi espalda para apoyar la cabeza en mi pecho. 

Por mi parte paso uno de mis brazos por su cuello y el otro lo muevo hacia su pelo para jugar con el, le encanta que haga eso con su pelo cuando estamos tumbados juntos dice que le relaja al igual que a mi me encanta tumbarme en su pecho y sentir su mano subir y bajar por mi espalda. 

— Elena - me llama, a lo que hago un sonido de que le escucho - ¿Tenemos un dia de spa y luego vemos pelis? 

— No se si tengo la mascarilla que te gusta, pero eso me suena a un buen plan cariño. Asi que levántate que empezamos la sesión de spa 

Lo que no sabia es que nada más levantarme del colchón él me agarra de los muslos para alzarme y tener que rodear su cintura con mis piernas ademas de pasar mis brazos por su cuello para afirmarme a él para no caerme al suelo.

— Oye, bájame - proteste entre risas 

— Nop, eres mi koala y te voy a llevar al baño así 

Nada más llegar al baño que tenemos en la habitación, me deja sentada en el mueble del lavabo para buscar mi estuche de productos de limpieza facial. Por más que él buscaba no encontraba el estuche para mi deleite, lo que consigo es que me mire enfadado por reírme de él, así que apiadándome de mi novio me bajo de donde estoy sentada para sacarlo del "escondite". 

— Mira, si que tengo tu mascarilla - digo mirando todos los botes 

— No lo tenias ahí la ultima vez, mala - dice con un puchero 

— Bueno, algo tengo que hacer cuando me aburro - digo mientras me pongo mi mascarilla de arcilla verde - Venga tu turno - me giro cuando termino de llenar mi cara de verde - Agáchate bebe

— No es mi culpa que seas tan bajita cariño - dice con una gran sonrisa 

— Tampoco es mi culpa que seas un edificio andante - me agarra de la cintura para volverme a subir al lavabo 

— ¿Asi mejor pitufo?  

— Como sigas asi, no te lo hago Miguel - digo intentando parecer seria - Ahora quédate calladito y ven aquí 

Solo le he aplicado la mascarilla en la frente cuando se acerca a darme un pico en modo de disculpa, seguido de otro hasta que consigue sacarme una sonrisa a lo que él sonríe triunfante y permitirme seguir poniéndole la mascarilla negra. 

[...]

Después de quitarnos las mascarillas, nos hicimos una manicura en la cual no faltaron risas por el poco pulso que tiene Miguel para utilizar un pintauñas. 

Cuando finalizamos el spa casero, nos sentamos en el sofá y asi empezar un maratón de Harry Potter, que entre palomita y palomita hubo varios besos robados, ademas de que en algunas escenas parábamos la película para ponernos a discutir lo que hacían los personajes. 

Y asi se nos fue el día entero, disfrutando de la compañía del otro. 

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Espero que te haya gustado 🥰 😘