Los dioses han tomado una decisión... Eliminar a la humanidad. Pero una Valkiria propone un torneo para darles una ultima oportunidad, torneo el cual las deidades se enfrentaran a su mayor creación, los 13 mejores luchadores de los dioses y la human...
La larga historia de 7.000.000 de años de la humanidad está llegando a su fin.... ¿Cuál fue la causa?
¿Una guerra nuclear? No
¿La colisión de un Asteroide? ¡No!
¿O a lo mejor una invasión alienígena! ¡NO!
La Humanidad quiere ser llevada a su total destrucción por nadie más que sus propios creadores... Los dioses. Pues su voluntad, es la ley.
En los largos e interminables pasillos de Asgard, dos valkirias se dirigían rumbo al Consejo del Valhalla, la sede de los dioses y lugar de reunión de estos desde el principio de los tiempos.
Justo en la entrada, la hermana menor llamada Geir, temblorosa y con el corazón en un puño musitó....
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Iban a interrumpir en la reunión más importante de los cielos sin haber sido invitadas, esa ofensa hacia los dioses podría costarles muy caro a ambas hermanas, pero la situación requería arriesgarse, pues sin sacrificio, no hay victoria.
En la sede del parlamento de los dioses, todas las deidades de todos los panteones conocidos tomaron sus respectivos escaños preparándose para la reunión que estaban a punto de tener, todos estaban presentes, pues ni un solo dios se podía saltar esta reunión.
━Uff.... Ufff.... ━Una figura anciana bajo las escaleras para tomar el asiento principal, situado en el centro del parlamento, una vez dejo descansar su vieja espalda en el respaldo dicho individuo de aspecto decrepito no tardo en levantar su mano con fragilidad para acariciar a la criatura situada a su izquierda, la cual envolvía aquel puesto con su escamado y voluminoso cuerpo.
━ ¡HOHOHO! Ven aquí lindo~ ━tras terminar de darle aquella pequeña muestra de cariño a la criatura, sujetó un pequeño mazo de madera, uno simple, hecho a mano y ligeramente desgastado por el paso del tiempo y el uso.
━Bueno, entonces escúchenme todos, han pasado 1000 años desde la última vez que nos reunimos aquí, demos comienzo a la conferencia.
Ese anciano de apariencia frágil no era otro que el mismísimo....
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