🌼Capitulo 5🌼

737 111 10
                                    

Namjoon no pudo evitar temblar de miedo cuando vio su horrible figura, aun que lo disimulo y al presentarse e interrogar el monstruo sobre si lo habían obligado o si venía por su propia voluntad, el le respondió que sí, temblando, que era decisión propia.

—Eres muy bueno —dijo la Bestia — y te lo agradezco mucho. Tú, buen hombre te iras por la mañana y no sueñes jamás con regresar aquí. Adiós, Namjoon.

—Adiós, señor— respondió Namjoon

La bestia se retiro enseguida.

—Hijo mío— dijo el mercader abrazando al doncel— estoy casi muerto del miedo por favor hazme caso y deja que me quede en tu sitio.

—No padre—le respondió Namjoon—tu partirás por la mañana.

Después se fueron a dormir creyendo que no dormirían en toda la noche, pero sus ojos se cerraron apenas pusieron la cabeza en la almohada. 

Mientras dormía vio Namjoon a una dama que le dijo:

—Tu buen corazón me hace feliz, Namjoon. No ha de quedar sin recompensa la buena acción de arriesgar tu vida por salvar la de tu padre—

Namjoon le contó su sueña a su padre al despertare, y aunque le sirvió un poco de consuelo, no alcanzo para evitar que se lamentara al momento de separarse de su hijo.

Cuando su padre se marcho Namjoon se dirigió a la sala y se puso a llorar, pero, como aun tenia un poco de coraje decidió que no se pondría triste durante el poco tiempo que le queda de vida, pues estaba convencido de que el monstruo lo devoraría esa misma tarde. Mientras esperaba decidió recorrer el castillo. Se asombro mucho cuando hallo escrito sobre una puerta:

Aposento del doncel

La abrió rápidamente y quedo deslumbrado por lo hermosa que era, pero lo que mas llamo su atención fue una biblioteca muy surtida, un clavicordio y muchos libros de música, todo lo que a el le gustaba

—No quiere que estés triste— se dijo en vos baja, y añidio de inmediato—para un solo día no me habría reunido tantas cosas.

Ese pensamiento revivió su valor y poco después, mientras revisaba la biblioteca encontró un libro que tenia escrito en letras de oro lo siguiente:

Disponga, ordene, aquí es usted el rey y el señor. Todas las cosas que aquí hay lo obedeceran.

—¡Ay de mí— suspiro el— nada deseo mas que ver a mi padre y saber que esta haciendo ahora.

Dijo esas palabras para si mismo, ¡cual es su asombro, al ver en un gran espejo y ver allí su casa, donde llegaba su padre con un semblante triste!

Las hermanas lo recibieron, y a pesar de los gestos que hacían para parecer tristes se les reflejaba en el rostro la satisfacción que sentían por la perdida de su hermano por haberse desprendido del hermano que les hacia sombra con su belleza y bondad. Desapareció todo en un momento, y Namjoon no pudo dejar de decirse que la bestia era muy atento, y que nada tenia que temer de su parte.

Al medio día encontró la mesa servida, y mientras comía escucho hermosa música, aunque no vio a persona alguna. Esa tarde, cuando iba a sentarse a la mesa, escucho el ruido que hacia la bestia al acercarse, y no pudo evitar un estremecimiento.

—Namjoon—le dijo la bestia—¿me permites mirarte mientras comes?

—Tu eres el dueño de este castillo —respondió Namjoon, temblando

—No—dijo la bestia— no hay otro dueño que tú. Si te molesto pídeme que me vaya y me marcharía enseguida. Pero dime ¿no es cierto que me encuentras muy feo?

—Así es—dijo Namjoon—lo siento pero no se mentir, pero en cambio creo que eres muy bueno

—Tienes razón— dijo el monstruo aun cuando yo no pueda juzgar mi fealdad, pues no soy más que una bestia.

—No se es una bestia —respondió Namjoon — cuando uno admite que es incapaz de juzgar sobre algo. Los necios

no lo admitirían.

—Come pues —le dijo el monstruo —, y trata de pasarlo bien en tu casa, que todo lo que hay aquí te pertenece, y

me apenaría mucho que no estés contento

—Eres muy bondadoso —respondió Namjoon—. Te aseguro que tu buen corazón me hace feliz. Cuando pienso en

en eso no me pareces tan feo.

—¡Oh, señor —dijo la Bestia— tengo un buen corazón, pero no soy más que una bestia!

—Hay muchos hombres más bestiales que tú —dijo Namjoon —, y mejor te quiero con tu figura, que a otros que tienen figura de hombre y un corazón corrupto, ingrato, burlón y falso.

Namjoon , que ya apenas le tenía miedo, comió con buen apetito, pero creyó morirse de miedo cuando el monstruo le dijo:

—Namjoon, ¿querrías ser mi esposo?

Largo rato permaneció el doncel sin responder, ya que temía despertar su enojo si se negaba, y por ultimo le dijo, temblando

—No, Bestia

El doncel y la bestia VmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora