Park Jimin perteneciente a un linaje de brujos está enamorado / obsesionado con Jeon Jungkook un chico rechoncho que estudia en su escuela quien desconoce de la existencia del tierno brujo.
Jimin con el objetivo de enamorarlo deja en su lugar un muf...
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-Definitivamente es una mala idea- el chico de rechonchos labios borró su sonrisa de golpe.
-Para ti todo es mala idea- Jimin bufó y se bajó de la cama de su hermano.
-No. Solo que todas tus ideas son malas ideas- Taehyung sonrió.
-¡Claro que no!-
-Si lo son. En primer lugar; ni siquiera haz alcanzado la madurez de un mago por lo cual tus hechizos son débiles y poco funcionales. Lo cual es sumamente decepcionante ya que aquella etapa la debiste de dejar hace al menos dos años- Jimin frunció su boquita enojado, si bien sabía que no era tan hábil con la magia como un mago promedio de su edad, el no veía el problema con hacer un hechizo que llevaba un par de horas estudiando de forma técnica.
-En segundo lugar, ¡Y más importante! - el chico de oscuro cabellos lo señaló - ¡Esta muy mal que como mago uses tus habilidades para tu beneficio y de forma tan poco ética como para enamorar a alguien de esa forma!- "¡A la mierda la ética!" Pensó Jimin, el amor era mucho más importante que la etiqueta y moral de los magos y brujas.
-Ay Tae~- El moreno negó con carita enojada.
-Aparte, Jimin, ¿Estás consciente de que el hechizo no durará para siempre?- el mencionado hizo una mueca descontenta.
-Si, lo se, pero durará lo suficiente para que el se enamoré de mi, nos volvamos cercanos y después sus sentimientos sean genuinos- Su hermano suspiró.
-Jimin-
-¿Si?-
- Quiérete un poco y no lo hagas- después de eso Taehyung desapareció entre polvos y humos azules justo antes de escuchar los reclamos de su hermano menor.
-¡Aish!- Molesto, el castaño hizo una rabieta.
♡
La luna entraba por el pequeño espacio que las cortinas claras en la habitación del adolescente. Con sumo cuidado de no hacer rechinar la cama, Jimin se levantó frunciendo su carita al escuchar como el control remoto se caía debido al movimiento de las sábanas y colchas.
Se quedó unos momentos quieto esperando no escuchar ningún ruido aparte del que el producía.
Silencio.
"Bien, no hay moros en la costa."
Con pisadas calladas se acercó a la puerta blanca y de madera moviendo el pomo de está con mucho, mucho cuidado y de manera lenta. Finalmente logró abrir la puerta y de la misma forma camino apresurado a la cocina agradecido de que el suelo de su casa sea azulejo y no madera evitando así los crujidos de está.
Justo cuando brincaba silencioso en su victoria por haber llegado sin ningún ruido, un escalofrío recorrió todo su cuerpo y se centró en su cuello donde algo así como pequeños fuegos artificiales se instalaron en su piel, al notar como si hermano lo miraba entre burlón y molesto.
