—Gracias por salvarnos Louis. —dijo Liz.
Habían llegado a la casa de los Styles, ahí se quedarían esa noche, y mañana Gemma y Louis regresarían a su casa cada quien, mientras se les pasaba la borrachera.
—Sí, gracias cuñado, no sé que hubiéramos hecho. —dijo Gemma.
Louis solo sonrió mientras tomaba la mano de Harry.
—Bueno, nosotras nos iremos a dormir, si necesitan algo, no nos digan. —dijo Gemma mientras subía las escaleras con Liz.
—Gracias cuñis. —contestó Louis.
—Ven. —Harry jaló la mano de Louis a la barra, donde tenían vino.
—Harry, no creo que sea bueno que sigas tomando.
—No me importa. Toma conmigo, ¿si? —Harry lo miraba intensamente.
—Está bien, pero solo un par se tragos.
—Shh, no digas cuántos, lo arruinas.
Harry le bajó un vino y Louis no pudo evitar ver como se veía su trasero desde ese ángulo.
Sirvió en ambas copas.
—Salud. —dijo Harry.
—Salud. —contestó Louis sin despegar la vista de Harry.
Habían estado tomando y platicando. Harry ya se había caído una vez, y ahora se encontraban en el sofá para que eso no volviera a pasar.
Tal vez nadie se dio cuenta, ni siquiera el mismo Harry, pero estaba tomando para apagar un vacío en su pecho.
—Iré por otra botella, ¿está bien?
Louis después de escuchar todo lo que Harry le había dicho, no pudo decirle que no, nunca hubiera pensado qué pasó por todas esas cosas, las depresiones, y el sentimiento fuera de lugar.
—De acuerdo.
Harry iba casi iba tropezando, al final siempre enderezaba su paso.
—¿Cuál te gusta más?—pregunto Harry mientras veía por el hombro a Louis y apuntaba dos botellas con sus dedos.
Mierda.
—Hmm, derecha.
—Ya veo, hmm.
Creo que ahora quiero otra cosa.—
—¿De qué hablas?—preguntó Louis.
—¿Qué te parece si vamos a mi cuarto y revivimos al sentimiento que hace que te estremezcas pero al final es placer puro?— Harry mientras levantaba su vestido un poco.
No, es que no puede hablar así. Y no es sano hacer algo ahora, tomamos demasiado, ¿qué tal si es algo que realmente no queremos?
Pero es que estoy harto de preguntas profundas, y si mejor le hago caso al alcohol, digo, no podré ser yo el culpable.
—¿Y si mejor quitamos de las instrucciones el subir a tu cuarto?
—Pero está Gem...—
—¿A quién le importa?—dijo Louis mientras iba a Harry.
Louis al fin hizo, lo quería hacer desde que lo miró la primera vez en vestido: lo tomó de las caderas y subió a Harry a la barra, comenzó a besarlo hasta que los labios de Harry se tornaron más rojos e hinchados de lo normal.
Harry agarraba la camisa del pecho de Louis, y con su otra mano acariciaba su cabello.
Se empezó a hartar que Louis no hiciera otro movimiento, separó a Louis de sus labios, y entonces habló.
—Cómeme.
—¿Cómo?
—Quiero que me comas Louis.
Harry bajó de la mesa donde estaba y se puso dándole la espalda a Louis.
—Solo hazlo.—dijo mientras frotaba su trasero con el pene de Louis; tomó las manos del mayor con las suyas, y las puso sobre su cintura.
—Harry, ¿estás seguro?
Harry volteó sobre su hombro y lo miró a los ojos.
—Lo estoy.
Entonces Louis no necesitó otra afirmación, tomó coraje. Recostó a Harry sobre la barra donde estaba anteriormente sentado, y alzó su vestido. Colocó sus manos sobre los muslos de Harry.
—Muévete.
Y Louis hundió su cara en el culo de Harry, inmediatamente él sintió una irritación en su trasero debido a la barba de Louis y de quejó, pero a Louis no le importó.
Metía su lengua y la sacaba una y otra vez.
—Lou-i-iss
¿Podrías, ahh, ya sabes-s humillarme?
Louis no entendía nada.
—¿Humillarte?
—Sí, ya sabes, tratarme mal.
Usarme.—
—Eso último no le pareció nada mal a Louis.
—No tengo idea de cómo hacerlo, pero lo intentaré.
Louis no sabía cómo empezar, y mierda, como lo quería hacer.
—¡Comienza ya!
—Eres una puta.
Vaya humillación Louis.
—Sí, ya lo sé. Sigue.
—Te voy a ahorcar porque eres una puta y este vestido me excita tanto que quiero hacerte mío de todas las maneras posibles.
Increíble mejora.
—¡Sí! Ahórcame.
Harry llevó las manos de Louis a su cuello, y empezó a hundirlas en el.
—Hazlo fuerte por favor.
Joderr Harry.
Louis comenzó a apretar el cuello de Harry mientras lo veía todo quieto y siendo capaz de tomar todo lo que L le ofreciera.
—No sabes cuántas veces me has dejado con las ganas de hacerte mi puta, y lo peor es que no sé si coqueteas y me excitas tanto a propósito, me ha dolido la cabeza Harry, y créeme que no hablo de la de arriba. —lo seguía apretando tan fuerte mientras hablaba.
Empezaron a salir lágrimas de los ojos de Harry.
Louis paró.
—Harry, ¿estás bien?
Harry intentaba recuperar el aliento.
—Solo tómame, solo hazlo.
Mierda.
