LEYENDAS MEXICANAS

Leyenda de La Siguanaba

Esta criatura de la mitología guatemalteca se presenta a los hombres infieles como una mujer de hermoso cuerpo y cabello largo. Pero cuando la observan de cerca, tiene rostro de caballo.

Según la leyenda, La Siguanaba se aparece frecuentemente en áreas solitarias, especialmente en barrancos. Esto se debe a que es ahí a donde atrae a los hombres para luego arrojarlos, haciendo que pierdan la vida y el alma a favor de ella.

En otra de las versiones se afirma que La Siguanaba era una mujer joven que fue obligada a casarse con un hombre cuarenta años mayor que ella. Dicho hombre la hechizó, convirtiéndola en una mujer fea y vieja.

Otra adaptación de la leyenda dice que aparece en lugares cercanos al agua, ya que se suele bañar al mismo tiempo que peina su cabello con un peine de oro. Los hombres que la observan en esta situación quedan embrujados por la hermosa mujer. Es entonces cuando ella los llama.

En el momento en que ya se los ha ganado, muestra su rostro con apariencia de caballo. Sus víctimas ven sus ojos rojos y la piel arrugada, sus uñas crecen al momento en que desata una risa aterradora.

Misaki: ¿Ya llegamos? —habla por 75va vez.

Ali /Maldoalva: No

Usami: ¿Me puede recargar de Misaki? —pregunta por 102va vez.

Ali: No

Maldoalva: ¡¡Ya llegamos!!

Ali: Retiro lo dicho.

Las chicas y ellos iban a visitar unas pirámides, pero se quedaron sin gasolina y pidieron comodidad en una colonia que estaba aquí.

Todo iba bien y tranquilo hasta que; en la noche, Misaki quería salir para hacer sus necesidades, cuando estaba en camino a un pozo que, no se encontraba lejos vio la silueta de una mujer hermosa. Misaki estaba a punto de ir hacia ella hasta que, siente que su mano es jalada, voltea con brusquedad por el susto, pero se tranquilizó a ser Akihiko.

Misaki: Usagi-san

Usami: Vámonos —lo jala.

Misaki: ¿Eh?

Usami: ¿Vez a esa mujer? —voltea Misaki y la ve al mismo tiempo asiente con su cabeza. –No es humana. —A decir eso el conejo, Misaki se tensó.

Ya en la cabaña Maldoalva le cuenta la leyenda de esa mujer y como es que le sucedió.

Ali: Fue suerte

Maldoalva: Si lo fue —miraba las chicas como Usami lo abrazaba con fuerza a Misaki.

Usami: Pude haberte perdido

Misaki: Pero no sucedió, —alza su mirada hacia los ojos violetas que los miraba con preocupación. –¿verdad?

Usami: Así es

Las chicas regresaron a sus cuartos ye dejaron a estos románticos dormir tranquilos.

Holisss, acá lo tengo este pedido es de  espero que te   la próxima.

Hasta la próxima 

sayonara🌸🌸🌸🌸