Leah Harper está segura de que el amor que tiene junto a Aiden Jhonson durará para siempre, pero la llegada de Ethan Scott, su exnovio, a la escuela, cambiará su forma de pensar y sus planes.
¿Puede el amor reconciliarse estando con otra persona? ¿...
Importante ver estas cinco advertencias antes de comenzar a leer el prólogo y los demás capítulos.
1. El libro está ambientado en los años 2015 y 2016, ya que el primer año fue difícil para mí y el otro año fue muy bueno con lleno de logros y nuevas amistades.
2. La protagonista tiene 17 años y está en la preparatoria "Newley Connor". Es su último año en esa preparatoria.
3. Contenido adulto (18+)
4. Esta historia contiene palabras obscenas.
5. Y esta advertencia es la más importante: Disfruta de esta bella historia que escribí para ti, es toda tuya.
Nota: Si cumples con la advertencia número 4, ¡felicidades!, puedes leer esta historia sin problemas. Y si no, pues es bajo tu responsabilidad.
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Ahora sí, ¡disfruta de esta experiencia de obra llamada "¡Mi Exnovio Está En La Escuela!"!
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20 de marzo de 2015
Siempre he esperado esto toda mi vida. Siempre quise bailar al ritmo de la música con el amor de mi vida. Estar con él en el baile de primavera, mientras las luces colgantes nos hacen brillar, me hace sentir feliz. Él me hace sentir especial, de una manera que no puedo explicar. Esta noche será la mejor de todas.
Me he vestido de la mejor forma: un bello vestuario de color azul turquesa, unos tacones de color blanco muy altos y un lindo peinado hecho por mi madre para los lindos ojos de Ethan Scott, mi novio.
Bajo por las escaleras para mostrarles a mis padres como me veo.
—Y bien, ¿qué dicen?
—¡Estás hermosa, Leah!
—Gracias, mamá. ¿Y tu papá?
—Estás bellísima hija. Mi bebé ya está grande, ¿verdad, Eva?
—Así es amor.
—Haber, Leah. Una foto antes de que te vayas —dice mi padre.
Mi padre se va a la cocina y regresa con una cámara. Poso para la foto y, al apretar el botón, unas personas tocan la puerta. A las finales me pudieron tomar la imagen.
—¡Yo voy! —digo toda entusiasmada, esperando a que sea Caroline, mi mejor amiga, o Charlie, mi mejor amigo. O también mi novio, pero no creo que eso suceda, porque él, a mi parecer, estará esperándome en el baile.
Abro la puerta.
—No puede ser, amigos. ¡Ahh…! —Resulta que es Caroline y Charlie, y van a salir como pareja. Y ellos no son pareja. ¡Qué emoción!
—Hola, Leah. Vaya, ¡te ves fabulosa! —dice Caroline.
—¡Gracias! Y tú también. Y ¡oh, Charlie! Te ves estupendo.
—Igual tú, Leah. Linda como siempre.
—Oye, no le digas así a mi princesa.
—¡Bebééé…! ¿¡Qué haces aquí!? —Resulta que Ethan, vino sin avisarme. Él es un amor.
—Solo quería sorprenderte. Y ¡hola señor y señora Harper! Qué alegría verlos.
—A nosotros igual Ethan —dice mi madre. Mi papá se queda callado, con una vista muy escalofriante, mirando a los ojos a mi novio—. Bueno… ¡Diviértanse! ¡Oh, pero antes una foto! ¡Vengan!
Caminamos hacia adentro y nos juntamos. Ethan agarra mi mano y de reojo veo que Charlie hace lo mismo con Caroline. Son tan tiernos.
Después de varios clics a la cámara, me despido de mis padres.
—¡Adiós, mamá! ¡Y adiós, papá!
—Cuídala mucho, Ethan —dice mi padre.
—Lo haré señor, no se preocupe.
Cierran la puerta y caminamos en dirección al baile, la escuela está cerca a mi casa.
—Y bueno chicos, ¿qué haremos después del baile? —dice Caroline.
—Eh… no sé. ¿Tú qué dices Charlie? —digo.
—Creo que deberíamos drogarnos.
Nos reímos a causa de eso. Tengo 17 años y para mí y mis amigos, drogarse es algo malo. Somos muy, creo, conscientes. Una vez, en la casa de Caroline, decidimos llamar a los bomberos, estábamos algo ebrios, habíamos tomado algunas cervezas de su refrigeradora. Ahora que lo pienso, no somos nada conscientes. A las finales, los bomberos supieron que era una broma y cortaron la llamada.
Llegamos al baile y noto que Ethan ha estado serio en toda la caminata, es más, no se ha reído con el chiste de Charlie.
Entramos y todo es perfecto como lo había pensado en mi habitación cuando no podía dormir en la noche anterior. Las luces colgantes, el DJ, mis compañeros, las decoraciones; todo es perfecto.
—Eh…, bebé, ya vuelvo. ¿Sí? —dice Ethan.
—Sí, no te preocupes —digo con una voz muy entusiasmada.
Me siento en los escalones del estadio de basquetbol mientras espero a Ethan. Es muy extraño que se haya ido así nomás, pero como siempre, todo con positivismo.
Pasaron varios minutos y he empezado a tener algo de sueño; Ethan todavía no ha regresado. Caroline está a mi lado al igual que Charlie, los tres estamos algo preocupados por él.
Pasaron otros minutos más y una chica se acerca a mí.
—¿Tú eres Leah?
—Sí. ¿Por qué?
—Esto es de Ethan. Lo siento mucho.
Me da una nota y veo que la chica se va. No entiendo que está pasando, ¿”lo siento mucho”? ¿Qué quiere decir eso? Los tres nos acercamos a leer la carta, la termino de leer y digo en mi mente: “¡Eres un hijo de perra!”.
Esta fue la nota:
“Hola, Leah. Perdón por lo que voy a decirte, pero… no somos compatibles para estar juntos. Sé que esperabas este día toda tu vida, y espero que puedas hacerlo con el hombre correcto para un próximo baile. Ya no me volverás a verme nunca más. Te agradezco por los mejores momentos que he pasado a tu lado. ¡Adiós!”.
