Colapso (Tom Holland y tu)

Capítulo 5

Voy al baño y busco algunas pastillas que pueden funcionar, eso espero. Termino y bajo a la sala, pasan 2 minutos y Charli no baja.

No sé realmente que sentir con todo esto, solo quiero ir al baño y meter un poco de oxicodona en mi sistema. Entramos al auto, Gus de conductor, Charli en el asiento trasero y yo de copiloto. Recargo mi cabeza en el asiento y veo por la ventana, lo único que pido es un baño, me siento tan ansiosa que no dejo de mover mis pies.

—Para el auto, necesito usar el baño—le digo a Gus desesperada

—No puedo, tenemos que darnos prisa—dice el con la vista al frente

—Necesito usar el baño—subo mi tono de voz

— ¿Qué parte de "NO PUEDO" no entendiste?—me mira por un segundo

— ¿Qué parte de "Necesito usar el baño" no entiendes?

— ¿Estas en tus días o algo así?—yo pongo los ojos en blanco y con tal de que pare el auto digo:

—Si—para en una estación de servicio y bajo del auto

Entro al baño y cierro la puerta, no quiero que se den cuenta que estoy drogada ni nada así que solo inhalo media pastilla, mi cuerpo me pide más pero me controlo, ojala lleguemos pronto a donde tengamos que ir para meter más a mi sistema, no sé cuánto durara el efecto de media dosis, limpio bien mi nariz para que no haya ningún residuo y salgo del baño. Entro al auto y me recuesto en el asiento mirando a la ventana. 

— ¿Todo bien?—me dice Charli, volteo y solo asiento con una sonrisa cerrada

Después de una hora de estar en el auto parece que estamos cerca de las afueras de la ciudad.

Tom's pov

Termine mi trabajo en Alemania y lo único que quería era descansar pero tengo un vuelo de regreso a casa en unos 40 minutos y estoy a 30 minutos del aeropuerto, y con este tráfico no sé si pueda llegar a tiempo. Pasaros 20 minutos estaba a unos cuantos metros de llegar y decido ir corriendo.

—Mierda—digo para mí mismo

Llego al aeropuerto justo a tiempo, documento mis maletas y entro a la sala de espera, no espere nada ya que cuando llegue ya estaban empezando a abordar el avión. Subo al avión y tomo mi asiento, paso la mayor parte del vuelo dormido. Pasado dos horas llegamos a Londres, bajo del avión y me está esperando mi mejor amigo Harrison. 

— ¿Qué paso, hermano?—me dice con una sonrisa y lo abrazo

—Todo bien ¿y tú?—me ayuda con mi maleta

—Bien, bien—dice con su característica sonrisa y nos dirigimos a la salida

Subimos a su auto y manejo hasta nuestra casa. No recuerdo tanto del camino porque al parecer estaba dormido.