Descripción:
"Las manos que recorren cada centímetro de tu cuerpo con delicadeza, pueden destruir naciones grandes o pequeñas y derramar sangre de cualquier persona que desees.
Pideme lo que sea y arrancaré mi corazón para ti.
No me sueltes, porq...
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Temprano en la mañana de ese día, el tercer culto demoníaco "viento y fuego" estaba más ajetreado de lo normal, todos los discípulos iban y venían de distintos lugares, alterandose más y más por las noticias que fueron entregadas en plena hora del buey. Los gallos todavía no habían cantado cuando ya todo mundo estaba despierto e informado sobre la situación de la secta "hoja de sauce caída".
El único quién mantenía la mente fría y se apresuraba hacia las habitaciones internas del líder de su secta, era sin duda Jian Xi; el discípulo principal y próximo líder del culto viento y fuego.
Jian Xi se movió con agilidad, aún cuando varios discípulos corrieron en dirección contraria a él, impidiendo que llegara con mayor rapidez. Temía no ser lo suficientemente rápido para informar a su líder de la situación, aunque posiblemente todavía no hubiese abandonado la habitación donde había ido a meditar.
Ingresó por fin a la sala, justo a tiempo cuando la puerta de la habitación de su maestro se abrió por completo, revelando la hermosa figura de Cheng Qiang.
Jian Xi soltó un suspiro retenido y caminó hacia el mayor, inclinándose ante él con respeto. — Maestro, tu discípulo se reporta.
Cheng Qiang lo miró por un momento con neutralidad. Caminó con dirección a la pequeña sala donde su vino favorito ya estaba preparado y servido. — Es demasiado temprano todavía, incluso pensé en descansar un poco antes de las clases matutinas. Mi pregunta ya debe estar más que clara para ti.
Siguiendolo de cerca, respondió la interrogante con rapidez:
— Maestro, Hua-xianshengregresó de su misión hace un par de horas, pensé en avisarte inmediatamente, pero todavía no habías salido de tu meditación a puerta cerrada. — Jian Xi esperó a que Cheng Qiang tomase asiento para poder continuar con sus palabras. — Hua-Xiansheng dijo que todo fue un éxito y la secta Shaolin ha sufrido una muy buena cantidad de bajas, tal como se había planeado, incluso la secta quedó en un estado muy lamentable.
La sonrisa elegante en el rostro de Cheng Qiang se elevó con una inexplicable emoción al escuchar las noticias de su discípulo principal. Su copa de vino, la cual reposaba en su diestra fue alzada y guiada hacia sus labios, donde la retuvo un momento antes de comenzar a beber su contenido. — Oh, así que eso fue lo que pasó. — murmuró con simpleza, dando un leve asentimiento. — Tendré que ir más tarde personalmente y darle mis felicitaciones al hermano Hua.
— Maestro. — Escuchó a Jian Xi llamarlo de nuevo.
Cheng Qiang prestó atención en él hasta que hubo terminado todo el brebaje y pudo colocar la copa vacía en su lugar inicial. — ¿Tienes algo más que reportar?
Jian Xi pensó un momento en sí debería ser él quien diera "esa" noticia a su maestro. Después de pensarlo un momento suspiró.
¿Qué más daba? Incluso si no fuese él quien trajiese la noticia, tarde o temprano su shizun se daría cuenta de los hechos y seguramente le iría peor. Después de dudar por un par de minutos de espera, finalmente abrió la boca:
