Capitulo I

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Existen dos tipos de personas en el mundo.

Los que se despiertan temprano y no soportan estar mucho tiempo en la cama y están los que les encantaría tener mas horas para seguir durmiendo.

Yo soy la de la primera opción. No soporto los rayos de sol en mis ojos y quedarme mirando el techo, además, que no era de volver a conciliar sueño. Pero aquella mañana me quede mas tiempo acostada, con las tapas hasta mis hombros, mirando el techo blanco que no tenia absolutamente ni una mancha.

Supongo que el hecho de estar cumpliendo dieciocho años crea crisis existenciales. Sobre todo, cuando tus padres ya tienen tu vida escrita en sus cabezas, ya eligieron tu carrera, con quien vas a casarte, donde vivirás y el nombre de tu primer hijo.

En realidad, las dos últimas eran una total mentira.

O eso me gustaría creer.

De todas formas, a quien engaño. Tengo todo lo que podría desear, joyas, autos, ropa. Luego de esta noche. Me comprometeré con algún idiota hijo de algún gran empresario.

Envidio a mi hermano mayor, él tuvo la opción de elegir, él se enamoró al igual que ella y ellos se ven felices. A si que yo soy la que tiene que casarse por conveniencia para la fortuna de mis padres.

Sacudo de mi cabeza esos pensamientos y me levanto de la cama.

Voy al baño a ducharme y lavarme los dientes. Al volver esta Pau, mi criada, en la habitación. Me ayuda a vestirme y peina mi cabello, todo en completo silencio, ella prácticamente me crio por lo que sabe que cuando no estoy de bueno humor prefiero el silencio.

Al terminar solo dice.

—Abajo están sus padres esperándola en la mesa para desayunar – me informa.

Arrugo el entrecejo. Ellos pocas veces están en casa, la mayoría del tiempo están en sus trabajos o de viajes -por sus trabajos- por lo que en pocas festividades los veo o, mejor dicho, pocas veces los veo.

—¿Hace cuánto que están aquí?

—Han llegado hace unos minutos, Señorita Nyland.

—Pau, ya te he dicho que no me llames así

Ella sonríe.

—Claro – estoy a punto de salir cuando vuelve a llamarme – Llego esto para usted, esta mañana.

Me entrega una carta color beige con olor a violetas. En una esquina dice mi nombre en letra cursiva.

Wow, seguro lo envió Dan o Jace, sus amigos.

—Gracias, Pau – digo saliendo de mi habitación.

Al abrirla veo una violeta y una nota.

Una jaula de oro sigue siendo al fin y al cabo una jaula.

Feliz cumpleaños Charlotte, disfruta esta noche.

Porque puede que los días siguientes no sean tan felices.

Sobre todo, por los secretos que todos ocultáis, pero ya sabes que dicen, las mentiras tarde o temprano salen a la luz.

Te digo un consejo, dos pueden guardar un secreto si uno de ellos está muerto.

Al leer aquello mi corazón palpitaba con fuerza. Secretos, mentiras, salen a luz. Sabía quien podría haberme enviado esto y estaba segura de que estaba abajo desayunando.

Podría haberme callado, esconder esto al igual que mi secreto. Pero yo era mas de actuar, y no podía quedarme callada sintiéndome amenazada.

Arrugue el papel y baje las escaleras sintiendo como una rabia empezaba a formarse en el pecho. Así es como me paga, yo siempre e escondido sus secretos, sus sucias mentiras, fingido para que mis padres no le digan absolutamente nada y así es como me paga. No importaba que mis padres a quienes no e visto en semanas estuvieran ahí presente, si el quiere revelar mis cartas, yo haría exactamente lo mismo.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2018 ⏰

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