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Casi tres años juntos, dos hijos y rayando en el año de matrimonio.

Y aún no he podido oír un solo halago hacia tu persona de tus propios labios.

Antes de conocerte yo pensé que era insignificante, tan solo uno más... pero ahora...

Puedo decir abiertamente que soy hermoso. Me veo aún más hermoso con lencería o ropa holgada, aunque tambien sin ella. Tengo algunos atributos que cualquiera desearía y también cosas por mejorar. Pero sin lugar a dudas, soy lindo.

Me amo a mi mismo.

Tú lograste eso.

Hiciste que me mirara de la misma forma en la que tú me miras. Ahora cuando me miro al espejo me gusta lo que veo y eso me hace feliz.

Pero increíblemente, a pesar de todo tú aún no puedes ver lo maravilloso que eres.

Tanto por dentro como por fuera, eres un hombre increíble.

El mejor de todos.

Guapo, fuerte, amoroso, romántico, tierno, amable, encantador... por Dios, lo tienes TODO.

Hoy intenté hacer que lo dijeras por ti mismo. Que te halagaras.

Pero al final terminé poniéndote incómodo y a mi muy avergonzado por obligarte a decir aquellos halagos.

Me duele pensar en que no te ves a ti mismo de la manera en que yo te veo. Es casi imposible creer que alguien como tú no tenga esa confianza como para decirse a sí mismo aquellas cosas.
Quizá con el tiempo eso pueda cambiar.

Pero más me duele pensar... en que yo no puedo lograr en ti lo que tú lograste en mi sin siquiera saberlo.
Si no puedo hacer que mi pareja se sienta lo mejor de este universo, ¿entonces qué tipo de esposo soy?

¿Que de bueno he hecho?

Te prometo que trabajaré más duro.
Daré mi mayor esfuerzo.

Espero que de verdad puedas verte al espejo algún día y decir con seguridad, que eres la mejor persona que Dios ha creado.

Sé eso con certeza, por que así es como yo te veo.



He doesn't know it...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora