El dolor se presenta en diferentes formas, a veces, ni siquiera te das cuenta de que lo que estás sintiendo es dolor, puede disfrazarse de enojo, de celos, de cansancio, de pereza, es un sentimiento muy complicado, pero muy peligroso también. Aunque no puedas reconocerlo, inconscientemente está ahí, dentro.
Sentir dolor no es necesariamente algo malo, quiero decir, el dolor es parte de ser humano, especialmente el dolor emocional, es algo necesario pero muy duro de soportar. Todos pasamos por situaciones diferentes que nos hacen ver la vida desde otra perspectiva, aprender cosas de nosotros mismos que no conocíamos, sentir cosas que no sabíamos que podíamos sentir, el dolor puede ser causado por una infinidad de razones, y ninguna es incorrecta, ninguna es menos válida. Si duele, duele. No hay nada más que hacer.
Algunas veces el dolor se vuelve demasiado y ya no podemos con él, así que dejamos de lucharlo, lo dejamos pasar y quedarse en nuestra vida, le hacemos un espacio dentro de nosotros y él se acomoda, planeando quedarse para siempre, o hasta el momento que tú se lo permitas. El dolor se vuelve una parte de nosotros y no sabemos cómo hacer que se vaya, no sabemos cómo luchar contra él para poder superarlo.
El dolor puede cambiar a una persona y cuando esto pasa solo hay dos opciones: o te ayuda a mejorar y a aprender, o te destruye y te debilita. Si pasa la segunda, te pierdes, pierdes tu esencia, todo lo que realmente eres y te sucumbes al dolor, te conviertes en un extraño para ti mismo y para las personas a tu alrededor. Es de verdad una sensación muy extraña, ver tu reflejo en un espejo, ver fotos pasadas, hablar sobre cosas que pasaron antes y darte cuenta de que ya no eres la persona que eras. Darte cuenta de que ya no te reconoces, que cuando te ves al espejo, ya no eres tú, puede que tu reflejo se vea igual, pero ese reflejo ya no concuerda con lo que hay dentro, con lo que hay en tu cabeza. Lo digo por experiencia.
Es por eso que siempre cuando se trate de dolor tienes que hacer todo lo posible para que te ayude a mejorar y a crecer, que puedas aprender y seguir adelante y para eso debes luchar, luchar con todas tus fuerzas, no importa cuanto tiempo, pero no debes rendirte. Lo más importante definitivamente es nunca, NUNCA, ignorar el dolor. Ese es el primer paso para perderte dentro del dolor. Y créeme que eso, eso es lo que de verdad duele.
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Mi cabeza a medianoche
RandomSimplemente una recopilación de lo que pasa por mi cabeza, mis sentimientos y de mis escritos cuando me he sentido vulnerable. Cuando escribo, me desahogo, abro una ventana a mi alma y dejo todo salir. Tal vez algo de lo que he escrito le sirva a al...
