Cap. 30 Th

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La verdad hasta a mí me sorprende.

Estoy aquí sentado, muriendo de miedo, con la oscuridad del bosque rodeando todo. Una pequeña fogata está frente de mí, ella nos brinda calor pero no puede vencer el viento violento del Oriente. Talvez fue mala idea venir, pero no podía negarme o escapar prácticamente de esta "tradición".

Siempre he dicho que ésto no está bien, podemos charlar en la sala de nuestras casas tranquilamente, bajo la luz eléctrica, o estar en algún otro lado que no sea este, pero siempre me dicen lo mismo "vamos será divertido, nada saldrá mal" y yo me quiero meter en la cabeza que lo que dicen es verdad, aunque muy adentro de mis pensamientos algo me dice que debo de huir como un cobarde, talvez se trata de una corazonada, como esas que tienen las señoras mayores.

Pero no, aquí estoy

- y ¡Pum! Ahí está el payaso asesino esperando por él... - terminó de contar su dramática historia Luhan

La cabeza de Jungkook cayó sobre mi hombro haciendo que me despertará de mi pánico. Mi novio recorrió mi brazo con sus dedos, sentí como su piel estaba tibia al contrario de la mía

- ¿Pasa algo Tae?, ¿Estás bien?

- ah, sí... Sí estoy bien - soy un mentiroso

Giré mi rostro hacía el bosque de la montaña para que no llegara a notar mi lívido cutis. Pero rápidamente volví a fijar mi mirada en la fogata, porque el bosque era más oscuro de lo que se puede imaginar

- bueno ya está, he terminado ¿Quien sigue? - dijo mi amigo

- creo que es el turno de Taehyung

- oh no, no, saben que soy pésimo para eso, además no se ninguna historia

- cierto, lo olvidé, no nos vas a querer espantar de nuevo con esa leyenda de elfos - río

- muy chistoso Sungjae hyung, eso paso cuando tenía solo seis años y fue una historia que salió de mi cabeza

- por eso eres pésimo para inventar cosas - volvió a carcajearse energéticamente

Mi rostro reflejo ironía ante su comentario.

Del otro lado hablo Namjoon para tranquilizarnos

- no podemos rogarle a Taehyung, mejor alguien más cuente una - pegó a su cuerpo a Jin que lo abrazaba por los hombros

- veamos... !Ya se¡ que tal tú Yoongi hyung - dijo Sungjae

Al lado de un pequeño Jimin escondido en su abrigo se encontraba mi guardaespaldas, él a escuchar el comentario dónde se le menciono dijo

- está bien, lo haré pero... No me hago responsable de fobias consecuentes

- tranquilo, todos tenemos la edad suficiente para escuchar estás historias

Habla por tí mismo Sungjae, yo opinó diferente, es mejor que vayamos a dormir

Mi hyung me miró, él sabía a la perfección que no estaba agusto escuchando esas cosas, pero aún así tomó la linterna que Luhan le pasó. Se alumbró desde un ángulo inferior a su rostro, creando una iluminación de horror en él

Oh mierda

- de acuerdo ... - suspiró - sumerjan se en la historia como si fueran el protagonista... Hace mucho tiempo, mi tatarabuelo para ser exactos, un hombre que vivía sin reglas llegó a un pueblo en los suburbios de Corea, un pequeñito pueblo como cualquier otro, de lo más normal. Él pidió posada en todas las casas del lugar, pero, ningúna familia permitió que un muerto de hambre como él diera un paso en sus humildes viviendas. Sin opciones se retiró a las orillas de un riachuelo, una mujer pasó por su lado, llevaba una cubeta la cual llenó de agua, en cuanto ella lo vió se espantó y poco a poco fue acercándose a él. Mi familiar no retrocedió, más bien se acercó un poco para verla mejor, su sorpresa fue grande cuando notó que la mujer era bella de pies a cabeza, la piel blanca cual nieve, su cabello azabache como sus ojos oscuros y grandes que marcaban profundidad, su boca roja cual carmín y de tallada figura, una bellaza sobrenatural. "¿Que hace aquí en la oscuridad?" le preguntó con voz melodiosa, "vine a pasar la noche aquí" dijo el hombre, "me preocupa que estés aquí sólo, el riachuelo de noche es peligroso", él dudo en lo que le decía, pues ella también estaba ahí en la oscuridad con una cubeta recogiendo agua del riachuelo. "Ven, te llevaré a mi choza, es muy humilde pero sirve de techo para las almas solitarias", mi abuelo no pudo reprochar pues ella lo tomó de su brazo, y él cegado por su hermosura se dejó llevar hasta  una casita perfectamente blanca. La vivienda de la mujer no era nada extraña, a ecepcion de que él blanco reinaba en todas partes, pero seguía siendo una típica casa de una mujer solterona, con limpieza extraordinaria he de recalcar. Ella le mostró la alcoba dónde se hospedería y como si no fuera nada nuevo el blanco de igual forma reinaba, agradecido se hecho a la cama. Esa noche él durmió de maravilla, como lo había deseado tiempo atrás. A la mañana siguiente, bajó hasta la sala y de ella se fue a la cocina, ahí encontró a la mujer desayunando, ella la invitó a hacerle compañía, él no dudo y juntos disfrutaron de la preparación culinaria de la chica. Durante ese tiempo compartieron información del uno y del otro, después mi pariente subió a la alcoba dónde se dió un buen baño, cambió y lavó su ropa. Después se retiró a las aguas del riachuelo, para su fortuna se llevó consigo a la casa un par de pescados grandes. Dichosos fueron los dos al disfrutar de una comida de reyes. La tarde fue vencida antes de lo esperado y ambos se retiraron a dormir. Pero, justo en la media noche los sucesos extraños dieron inicio, llantos, llantos de un bebé casi recién nacido impedían el sueño a él hombre. No mal recordó que la mujer le había comentado que tenía un hijo, el cual no salía de su habitación pues él niño odiaba la luz del Sol, ese escuincle era quién lo atormentaba. Se revolcaba en la cama buscando conformidad, aunque falló, puesto que los llantos aumentaron, no solo eso, si no también golpes y rasguños se unieron a la fiesta sonora. No pudo deducir de dónde venían aquellos crispantes ruidos pues invadian por completo la blanca habitación. Con insomnio amaneció y fue directo a quejarse, pero su anfitriona no apreció por ningún lado, con furia en los huesos buscó y rebuscó entre la vivienda a aquel pequeño que lloró en la noche, todas las habitaciones estaban vacías y con su fallido plan se retiró al riachuelo. Por la noche regreso a la casa blanca, y sin fortuna volvió a encontrarse solo. Una melodía de cuna escuchó vagamente entre las paredes, fue siguiéndola hasta el sótano, abrió lentamente la puerta y ahí estaba el chiquito niño en una cuna, notó como el sótano no era lo que esperaba, más bien era la habitación del niño. Se acercó con las piernas temblorosas y se agarró de la madera de la cuna, se inclinó sobre el mueble para observarlo mejor "¿Que hace?", Sus bellos se erizaron al escuchar la voz primorosa de la mujer, volteó hacia ella y en el reflejo de un espejo pegado a la pared vió a una anciana de espaldas con los brazos en la cintura al igual que la anfitriona. Horrorizado tomó al pequeño entre sus brazos y se pegó a la pared, "¡aléjate Demonio! No pondrás ni una mano sobre está criatura" refutó ante lo que fuera aquel ente. Él bebé comenzó a llorar y mi pariente volteó lentamente hacia el niño entre sus brazos, "¿Porqué me cargas?" La voz de un adulto varón fue escuchada por sus oídos y el niño cayó al suelo. El cuerpecito envuelto en sábanas retumbo en el piso duro del sótano. El cuerpo de un bebé muerto yacía en el suelo, hecho pedazos y la cara ensangrentada, un mounstro sin duda. Una anciana horrible dió un grito desgarrador, se arrodilló ante el cuerpo y comenzó a mecerlo entre sus brazos. La mujer gritaba en un idioma infernal y con una fuerza de otro mundo el brazo de la mujer empujó contra el suelo al hombre que trataba de huir, pero con fé aún más grande, él se levantó y corrió nuevamente. Volteó hacia atrás unos instantes y pudo ver que la mujer giraba su cabeza a 360°, las paredes ya no eran blancas ahora estaban pintadas con  rayas y huellas de color carmín, al igual que sus manos, ropa, cara y boca. Subió lo más rápido que pudo para escapar de las garras de aquél demonio y cerró fuertemente la puerta a sus espaldas. Su corazón nunca se tranquilizó, pero lo que sí notó fue la misma melodía de cuna y un arrullo de madre, después las carcajadas burlonas llenas de satisfacción al haber traumado al pobre hombre, él  no dudó en salir y alejarse de aquel lugar, olvidandolo todo. Una semana después la historia del hombre loco llegó a los oídos de un grupo valiente que se introdujo en la choza, ahora negra, hecha un desastre, lo único que encontraron fue el cadáver de la bella mujer y el de un bebé tirados juntos en el suelo del sótano. Mi tatarabuelo se inundó de esquizofrenia y murió ahorcado en el árbol de un río no muy lejos del hogar natal de mis bisabuelos. Y fin.

࿈𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒕𝒐𝒓𝒆࿈/TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora