Capitulo 1

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-¿Cuánto tiempo más piensas quedarte encerrado en esta cocina?- sonaba intrigada, sentada y bebiendo una gran copa de vino, desinteresada de saber si estaba ocupado o no

-Lo suficiente como para que mi padre enmiende sus errores o muera, cualquiera de las dos me vendría bien- dije con ironía- aunque parece que está más cerca la segunda- y era verdad, sonreí con diversión

-Eres cruel, pero es comprensible- soltó un suspiro- parece que te interrumpo- "claro que no", pensé- iré a mi mesa, no te quemes cariño- giño un ojo

Subí la mirada- que se supone que eso significa- demasiado tarde, ella ya no se encontraba en mi cocina. - Sale un especial- grite fuerte tocando una campanita, muy parecida a las de una recepción. Deslicé el platillo por el orificio y seguí trabajando en los demás.

Era divertido, pero sobre todo cansado trabajar de esa forma, el restaurante era especial, sobre todo la doble cocina que almacenaba este, una mas pequeña que la otra, pero funcional, en la pequeña, trabajo yo y es que por cuestiones personales nadie conoce mi nombre o rostro, salvo mi amiga Yoonji, mi madre, mi nana Jina, gente muy cercana a mí. Se que quieren saber el por que, de algo tan extremo, pero, todo a su tiempo, no se si estoy listo para hablar de ello.

Todos los días son movidos, si hay descansos, son de muy poco tiempo, el restaurante es demandante, listas de hasta dos meses de espera, gente muy rica paga por felicidad servida en un plato, es lo que yo ofrezco, calidad impuesta por mí.

El día termina como todos los demás y mi chofer ya espera en el estacionamiento, 12:35 de la noche, mañana no trabajo, ahora si puedo relajarme.

-¿Largo día, señor?- parece que noto el largo soplido que salieron de mis labios

-No fue diferente de los demás- reí y el también, mientras me despojaba de mi filipina Yang mi chofer, seguía contándome historias, de joven era comediante y cuenta cuentos, así que jamás me aburria, era realmente interesante escucharlo, el sabia lo estresante que podía llegar a ser mi trabajo, es sano eliminar el estrés con risa.

-Casi lo olvido señor, su madre me dejo dicho que no llegara tarde a la cena de mañana

-Como hacerlo, yo soy quien va a cocinar- estábamos cerca de llegar a mi edificio

-¿Hasta en su día libre cocinara?

-Que le digo amigo, jamás descanso- dicho eso, salí del auto despidiéndome

Pase por el lobby de mi edificio, entre al ascensor, piso 42, abrí el seguro de mi departamento, fui directo a la cama y me desplome en ella, de donde saco tanta energía, nunca lo sabre.

Suena mi teléfono, contesto de inmediato

-Amé ese nuevo platillo, felicitaciones- oí a Yoonji al otro lado del teléfono

-Tu siempre dices eso, gracias- sonreí, levantándome pesadamente, me quité los zapatos y me volví a recostar, esta vez tapándome con las sabanas

-Sabes a quien más le hubiera gustado- un nudo en la garganta se formo en segundos, a pasado ya tanto tiempo, no dije nada, se cello mi boca- l-lo siento, n-no quise...

-Esta bien, no hablemos de eso, estoy cansado, nos vemos- se despidió igual y colgué la llamada

Con que derecho me puedo comportar de esa forma, ella es su hermana, ella debería estar más triste que yo, ambos no lo hemos visto en tanto tiempo.

-En un mes se cumplen exactamente once años que no lo veo, es tan triste- cierro los ojos dejando salir esas lágrimas, no emito ningún sonido, tampoco ninguna expresión, solo me quedo dormido.

Entre Besos Y Comida    [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora