Un nuevo comienzo

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[Allen Walker]


Mi padre siempre me dijo que si era un buen hombre la vida me premiaría con mucho amor. Sí actuaba de forma correcta y amable, de seguro me rodearía de buenas personas y mi futuro estaría lleno de cosas divertidas y agradables. Así lo hice, trató siempre de dar lo mejor de mi en todo lo que hago y estoy dispuesto a siempre dar una mano si me es posible, no por una obligación, si no porque simplemente así soy.

De todas formas siempre me pongo nervioso cuando llego a un nuevo ambiente, soy un poco tímido cuando se trata de conocer nuevas personas, sobre todo en mis circunstancias. Por el trabajo de mi padre tuvimos que mudarnos de Okinawa a Tokio a mitad del primer semestre de la secundaria. Mana es maestro de piano y le ofrecieron un buen puesto en un teatro reconocido, dará clases y formará parte de la administración, estoy muy orgulloso de él, así que lo seguí hasta acá. Podría haberme quedo con mi padrino Marian, pero ni loco. Ese hombre es un mujeriego y jugador, siempre causa problemas y yo no quiero ser parte de ellos.

Mañana comienzo en mi nueva escuela, Black Order. Por lo que leí en el folleto que me dio la directora Miranda cuando fuimos con mi padre a firmar la matricula, es una institución muy reconocida, esta en el primer lugar dentro de la ciudad en buenos resultados para acceso a la universidad y hay un montón de talleres donde elegir para complementar créditos extra y ganar algunas becas. La infraestructura tampoco se queda atrás, el edificio principal parece un castillo antiguo, pero muy bien preservado, tiene un enorme jardín para descansar o estudiar, tiene tres canchas para basquetbol, futbol y tenis, una piscina y otro espacio para arquería y las actividades de atletismo. La biblioteca es enorme y el casino mucho más, mantienen varios menús, cosa más que perfecta para mi que amo comer.

Además de los clubes deportivos, contaban con talleres de arte, fotografía, jardinería, pastelería, lectura, astronomía y música, en este último me interese ya que la directora dijo que había un enorme piano de cola en el salón principal, de seguro me anotaría ahí cuando pudiera.

- Allen, ¿te gustaría poner tu escritorio en aquel lado o ahí? - me indicó primero el rincón izquierdo de la habitación junto al armario y luego un lugar junto a la ventana.

- Prefiero junto al armario, quiero poner mi cama junto a la ventana. 

- Bien - me sonrío - si estás cansado puedes sentarte un rato -

- Yo quiero ayudar, aun hay muchas cosas que desempacar.

- Mañana comienzas la escuela, no quiero que estés somnoliento el primer día.

- Estaré bien, vamos a dejar en su lugar lo más pesado y ya desempacaremos lo demás de a poco.

- Gracias, Allen - se acerco y acaricio mi cabello de esa manera paternal y tierna que solo él podía lograr - por acompañarme en esta aventura, me hubiera gustado darte más tiempo para asimilar todo, pero todo paso tan rápido y yo... 

- No, papá - lo interrumpí y miré con amor - sabes que yo siempre te apoyaré y aunque serán unos días cansadores, me acostumbraré rápido, lo importante es que estamos juntos como tu siempre dices.

- Eres el mejor hijo que podría tener - me abrazo y yo le devolví el gesto.

- Es porque tu me criaste.

Mana no es mi padre biológico. Él me adopto cuando tenía seis años de un hogar de menores. Era muy pequeño cuando viví con mi madre de sangre, gracias a ella y a sus "cuidados" uno de mis brazos esta totalmente quemado, dejándome con una mancha roja que no se ve muy bien. A causa de ella y de mi marca de nacimiento que tengo en mi ojo, incluyendo mi color tan especial de cabello, fui el objetivo de burlas desde muy niño, por lo que me dificulta aun más hacer amigos. 

Orgasmo para tresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora