"Guille vive solo y en los últimos cuatro meses nadie entró ni salió de su casa salvo él.
Está dedicado por completo a investigar la vida del médico que habitó el departamento antes que él y que murió
a causa de una extraña enfermedad. Esa noche se levanta hambriento a la madrugada, abre la heladera y encuentra un frasco con una extraña sustancia. Un frasco que no es de él."
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-¡¿Qué diablos?!- Aunque era de madrugada y apenas se había despertado, estaba seguro que cuando se fue a dormir el frasco que estaba viendo ahora mismo no estaba en su heladera, siquiera sabía lo que era. Enseguida se alarmó y buscó en los cajones un cuchillo, probablemente alguien se había metido a la casa y de ese modo había puesto el frasco en su heladera, pero ¿por qué alguien haría eso? No tenía sentido, de todas formas intento llegar al teléfono para llamar a la policía y no entrar en pánico, si sentía terror los síntomas serían peor; hacía tiempo que cargaba con esos extraños problemas en su cuerpo, el repentino adormecimiento de sus extremidades y su lengua, perdida de visión y audición, en todos sus años de carrera jamás había visto algo como eso, pero lo más curioso es que esos síntomas empezaron cuando se mudó a su nueva casa. Cuando pudo llegar al teléfono marcó el número de la policía y espero a que atendiera, pero algo lo hizo detenerse.
-Hola cielo- dijó una hermosa mujer, la misma que estaba en las fotos que cubrían las paredes esa casa.
-Rosi...- susurró él. Dejó caer el teléfono, que quedó colgando.
-Bebelo- le dijo ella.
-¿Qué?-preguntó él.
- Que lo bebas Charlie, el frasco.-le dijó ella dulcemente
Charlie miró a los ojos de la mujer varios minutos y entonces se dirigió hacia la heladera.
-Muy bien Charlie, vamos, tienes que beberlo- susurró Rosi a su oído
- ¿Te voy a seguir viendo?- preguntó Charlie en un susurro, mirando directamente el frasco. Lo único que iluminaba su rostro era la luz de la heladera.
-Claro que sí, ahora hazlo, cielo.-Charlie bebió todo el líquido que contenía el frasco, y por un segundo, él creyó que había otra persona además de Rosi, pero al mirar a todos los lados a los que la luz del refrigerador alcanzaba a iluminar, se dio cuenta que Rosi ya no estaba, en lugar de ella, había una mujer muy alta y pálida, a diferencia del rubio y corto cabello de Rosi, el de esta mujer era gris, largo y enmarañado.
- Pero mira que fuiste presa facil muchacho-le dijó la mujer, quién tenía la voz de una anciana, no dulce y tierna, sino que áspera y macabra.
Charlie estaba atónito, miraba a la mujer fijamente, completamente aterrado.
-¡Rosi!- fue lo uncio que salió de su boca, pero sonó como una súplica
-Ella no te ayudara, no está aquí, nunca lo estuvo, siempre fui yo.-
-Pero...¿qué?- susurró Charlie, sientiendo una enorme angustia
- Pues, dicen que el conocimiento es poder...por lo tanto, permito que mis víctimas sepan lo que sucede antes de su final- luego de decir eso, la mujer empezó a desplazarse por la oscura
habitación.
-¿Víctima? ¿final?- Charlie apenas podría hablar, estaba al borde de las lagrimas, no sabía exactamente porque, si por la inexplicable situación en la que estaba, o por haberse arrancado un pequeñito pedazo de piel, de tanto pellizcarce el brazo, deseando con todas sus fuerzas que fuera una pesadilla.
-Veras, hace muchos años, una señora vivió en esta casa, ella solía experimentar mucho con energías y encuentros espirituales, pero un día uno la engañó, por accidente convocó un espíritu oscuro que la manipuló para que bebiera de un frasco, ese frasco contenía el alma del espíritu oscuro, de esa manera, el espíritu se apoderó del cuerpo de la mujer.- le explicó.
-¿se apoderó?- soltó Charlie
- así es, pero había un problema, el cuerpo de un humano no aguanta la energía de un espíritu oscuro.-
- ¿y entonces?-preguntó Charlie
- entonces el cuerpo de la mujer se empezó a deteriorar,¡¿ aún no te diste cuenta?!- la mujer le sonrió como psicópata
-Tú eres el espíritu...- susurró Charlie- y de pronto su expresión fue de completo terror- ¡yo bebí del frasco!-
-si, ahora, sin tu permiso - la mujer inclinó si cabeza hacia atrás y de su boca salió un hilo de humo negro que se dirigió a Charlie.
-¡NO, POR FAVOR!- suplicó Charlie, yéndose para atrás, pero ya era tardé, el humo se metió en el, sintió un terrible frío y entonces...una copia exacta de el se paró en frente suyo. Pero había una diferencia, ese clon tenía una expresion de maldad absoluta.
- ¡Prepare tu cuerpo muy bien!- le dijó su clon, sonriendo de forma macabra - mira, tus extremidades te estan fallando, seguro pensaran que moriste por alguna extraña enfermedad- y dicho esto, Charlie vio como su clon se alejaba.
La poca visión que le quedaba empezó a oscurecerse, pero haciendo un último esfuerzo, agarró el cuchillo de la mesada y en la baldosa que estaba adelante de la heladera rasgó "no bebas del frasco", finalmente todo se volvió negro.- usted se comunicó con el 911¿ cúal es su emergencia?...911 ¿cuál es su emergencia? ¿esta usted en peligro?-
...
Guille Cuarón al fin era independiente, compró una casa que hacía apenas un mes que el dueño falleció, el médico Charlie Oliverera. Por las desafortunadas circunstancias se le rebajó el precio, pero mudarse ahí le costaría más que simple dinero, y más cuando una de las primeras cosas que hizo al llegar, fue tapar con su alfombra la baldosa que estaba adelante de la heladera, una baldosa que podría ahorrarle un cruel final.
Ya saben como continua la historia...Espero que les guste, y si les gusta escribir intenten hacer su propio relato, (basándose en el primer fragmento que está entre comillas) es muy entretenido y hasta podrían compartirlo.❤
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El Frasco
Mystery / Thrillercorto de suspenso Para un desafío se proponía hacer un relato a partir de un breve fragmento, yo decidí ir por el lado misterioso y ahora elegí compartirselos. espero disfruten de la lectura.