THE ANSWER. ✦ ChanIn.

capítulo dos.

[ 追跡 ]

La confianza que se tenían los hermanos cada vez se derrumba más, fue imprevisto.

Ya habían pasado varios días y Yang menor seguía sin querer hablar con su hermana.

Después de que llegara a casa aquel día intentó llamarlo pero pronto cayó en la realidad de que había perdido.

No comía, no salía más, no hablaba con ella ni quería saber cómo estaba su madre.

Claro que se habían peleado pero no había llegado tan lejos, tal vez y solo tal vez esta sí era la definitiva.

—JeongIn, por favor...

Seguía sin salir, sin embargo HyeWon no se rendía. No quería tener las cosas así con él.

—No has comido nada, por favor.

Nada, solo silencio del otro lado de la puerta.

El menor tiene el orgullo alto, las palabras que dijo no iba a retractar.

Pronto se dejaron de escuchar los golpes en su puerta y la entrada sonaba a ser abierta.

Se rindió con él, dejaría que haga lo que quiera.

Comenzó a llorar en silencio, abrazándose a sí mismo en el frío que hacía.

Se sintió vacío al escuchar la casa en silencio, le recordó a cuando tuvieron el accidente.

Regresar a la casa vacía y silenciosa sin padre y madre en el hospital le carcomió por varios años mientras crecía.

Teniendo 17 años no podía superar aquella sensación.

Se calmó y puso de pie, buscó entre su armario desordenado desesperadamente.

Un vestido rosado y la vieja chamarra prestada. Hoy la devolvería pase lo que pase.

Se vistió y colocó converse tomando la chamarra antes de salir de casa.

Paró un momento a ver las flores que había cultivado en su jardín, por fin estaban creciendo botones para florecer.

Al seguir su camino decidió ir de nuevo a la cafetería, por si lo encontraba en su turno

Él no contaba con un teléfono celular para marcar.

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Mientras tanto Chan no quería saber nada de su trabajo, escuchar a su jefe quejarse sin fin lo tenía harto.

No tenía el mejor trabajo del mundo y la vacía casa que le esperaba era cada vez más fría.

Los días pasaban sin sabor en su vida gris, no podía decir que era feliz.

Estaba aburrido y necesitaba un cambio.

—Minho, me tomo el día libre.

Con un "ok", finalmente salió de su trabajo tomando la bicicleta que se encontraba estacionada a un lado y emprendió rueda a la ciudad.

La fría corriente de viento chocaba contra sus cabellos rizados, un aire de libertad adornó su cuerpo.

Últimamente nada lo conmovía más que los paseos fríos que acompañaban la brisa de abril.

El fresco le hizo pensar de nuevo en el chico del vestido marítimo que había conocido y su vieja chaqueta del trabajo.

Dejó a propósito su número telefónico pero nunca recibió algún llamado.