It's been raining ✦ larry au! | ✓

Única parte

Son las ocho y treinta de la noche y Louis entra a su departamento con los zapatos enchumbados, la parte inferior de los pantalones empapados y un paraguas que no ha dejado de gotear desde que está subiendo las escaleras del edificio.

Un suave suspiro se escurre fuera de sus labios y hace esto de sacudirse el cabello con una mano con la esperanza de quitarse aunque sea un poco de humedad. Deja la sombrilla abierta en una esquina de la entrada para que no tome mal olor y se dedica a quitarse el calzado básicamente arruinado al igual que gran parte de su vestimenta.

Está lloviendo afuera, bastante en realidad, y podría pasar como un día cualquiera en Londres si no fuese por el hecho de que el chubasco cae con más fuerza que de costumbre, con vientos violentos y alguno que otro trueno que resuena en el oscuro cielo. Y a Louis no puede gustarle más este momento.

Es un amante de los días grises si se lo preguntan, en realidad, los adora con cada fibra de su ser, y lo cierto es que en momentos como esos lo único que consigue es sentirse un poco más cómodo con su propia persona. No podría explicarlo ni aunque lo quisiera, pero hay algo en este tipo de clima que le brinda una sensación de confort en las entrañas, que hace que su corazón lata con tanta parsimonia que es como si le estuvieran regalando un soplo de vida nuevo mientras da cada una de sus respiraciones y cada uno de sus latidos.

Siempre espera por momentos así durante los días, con muchas ansias y emoción particular, y el hecho de que esté ocurriendo en estos momentos solo puede causarle llenarse los pulmones de aire, exhalar con calma y sonreír con suavidad pura. Se relame los labios, deja los zapatos mojados a una esquina, justo al lado del paraguas y camina con los pies descalzos hacia el interior de su departamento.

Vive solo, por supuesto, en un pequeño espacio bastante mono y que ha conseguido decorar a su preferencia para hacerlo sentir como su hogar. No tiene demasiadas cosas, y lo cierto es que solo le importa el librero que conserva en alguna parte de la estrecha sala y que contiene los libros que ha leído desde que tiene alrededor de dieciséis años o algo así. Cada mes se permite a sí mismo este diminuto capricho de ir a la librería que está a unas cuantas cuadras del piso, y se consigue un nuevo libro lo suficientemente interesante como para querer devorarlo en aproximadamente dos o tres días.

Se detesta un poco por no poder tardar más tiempo con ellos, pero lo cierto es que se deleita en el hecho de que se es capaz de sentarse en su casa, con una buena taza de té entre los dedos, el sonido de la lluvia el el fondo y un libro nuevo para introducirse en una nueva aventura que bien puede alimentar su alma o puede destruirla.

Louis es todo un estereotipo de esa clase de personas que de alguna manera u otra parecen demasiado tristes y filosóficas con respecto a la vida y que no soportan el hecho de estar atrapados en una realidad aparentemente mundana en donde la ignorancia sobrepasa los límites de la lógica. Sin embargo, y aunque considera que de vez en cuando si dice cosas que son más profundas de lo que la situación realmente lo amerita, le gusta pensar en sí mismo de una forma un poco diferente, aunque sea en lo más mínimo.

Es un poco tonto de su parte, lo sabe, quizas puede adquirir una nueva personalidad distinta, claro que si, pero a el en serio le gusta estar entre sus libros y el silencio, y la lluvia y la calma que tiene en el alma la mayor parte del tiempo porque eso es el, y es lo que le hace feliz, y aquello resulta ser mas que suficiente y no planea cambiarlo, al menos no por ahora.

Se llena los pulmones de aire con suavidad, enciende la luz tenue de la sala y camina directo a su habitación. Prende la bombilla y el abanico sin problema y va directo hacia el estante para vaciarse los bolsillos. Es una suerte que ni el móvil ni la billetera se le hayan mojado con la lluvia repentina, y los deja sobre la superficie de madera para, por fin, quitarse la ropa mojada. Lo hace en silencio pulcro, casi con desinterés, mientras en su cabeza repasa una lista de las cosas que quiere hacer ahora que tiene el resto de la noche libre.