Ya pasaron tres semanas desde que llegué a este mundo, después de la vergüenza de tomar leche y usar pañales, creo que mi vida no está nada mal. La casa donde vivo es inmensa, vamos que es diez veces más grande que mi antigua casa, lo malo es que no puedo disfrutarla, ya que con suerte y salgo de mi cuna.
La vida de un bebé es igual de aburrida que mi antiguo mundo, solo quedarse echada viendo el techo y esperando a que alguien venga a darte de comer. La verdad esperaba algo más emocionante, pero lo más interesante de todo este tiempo fueron las personas que vinieron a verme, me sorprendí bastante la primera vez que mi... Padre?... Si, supongo que tengo que llamarlo asi... La cosa es que me sorprendí mucho cuando entró a mi cuarto con dos tipos, ninguno de ellos era un demonio, gracias a mis recuerdos de mi anterior mundo los identifiqué como elfos. En realidad no se por que me sorprendí tanto, en el hospital vi a lo que creo es un humano y yo misma soy un demonio, así que no es tan loco pensar que existen distintas especies en este mundo.
Volviendo a mi aburrimiento, ser un bebé es horrible, no puedo casi ni moverme bien, no entiendo nada de lo que me dicen, me alimento de aburrida leche y tengo que pasar la vergüenza de usar un pañal. Al menos en mi antiguo mundo tenía mi hermoso celular para cuando estaba aburrida, pero aquí y con suerte debe existir la electricidad, cosa que dudo un poco.
Después de lo que me parece fue un mes, salí por fin de mi cuarto, creo que no he estado tan emocionada en ningún momento desde que morí. La verdad ni idea de a donde me están llevando mis padres, pero a quien diablos le importa eso? Estoy saliendo, incluso si me lleva a un orfanato para abandonarme me parece bien... Bueno, tampoco exageremos, pero igual estoy emocionada por salir.
Al final solo salimos al patio de mi casa, pero como dije es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida (literalmente). El día no era exactamente el mejor, estaba nublado y parecía que en cualquier momento iba a llover, no entiendo por qué salimos justo hoy, pero que mas da me gustan los días lluviosos.
Cuando llegamos al patio habían muchas personas, todas eran de distintas especies y llevaban ropa entre casual y elegante, me pregunto si estamos en una fiesta o algo así. Cuando llegamos casi todos se acercaron a saludar, casi todos me daban un beso en la frente o me acariciaban la cabeza, también se acercaron unos cuantos niños, ellos ni siquiera saludaron o algo así, solo empezaron a tocarme como si fuera un juguete y no pararon hasta que mordí a uno que casi me mete el dedo en el ojo. Olvídenlo, prefiero mi cuarto, al menos ahí no tengo que soportar a estos mocosos.
La reunión en el jardín duró un par de horas más y al final todos se trasladaron dentro de casa, la verdad esperaba poder irme después de llorar un poco, pero mi plan no funcionó, solo decidieron que necesitaba compañía de mi edad y me dejaron con los niños mas pequeños. Nunca me agradaron los niños pequeños, los bebés solo gatean y se meten a la boca lo que encuentran, y cuando aprenden a caminar no se quedan quietos y mueven todo sin permiso.
Después de estar sentada por más de media hora mirando sin interés un bloque de madera, mis padres al fin entendieron que no me estoy divirtiendo para nada, se que ahora soy un bebé, pero mi mente es el de un adolescente, no puedo simplemente divertirme con pequeños monstruos que su único interés en mi es averiguar a que sabe mi cabello. Al final me llevaron a la sala donde están los adultos, la mayoría son demonios o elfos, pero también veo un par de humanos y juraría que vi un vampiro durante una fracción de segundo.
La nueva estancia me gusta más, todos hablan de forma tranquila y amistosa, no tengo ni idea de que dicen, pero supongo que serán los temas triviales de todas las reuniones normales. Lo importante es que no hay nadie que me toque el cabello o me babee. No pasó mucho rato antes de que un chico extraño quiera alzarme, no tengo ni idea de quien es, pero por la forma tranquila en que mi mamá me dejó supongo que es alguien de confianza, en realidad no me gusta que me carguen, si no fuera porque soy un bebe no dejaría que lo hagan o al menos no con esa confianza.
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Mi Nueva Vida En Oldara
Science FictionAl morir, una chica de dieciséis años reencana en un mundo extraño y tendrá que acostumbrarse a este, tanto a las nuevas personas que formarán parte de su vida a partir de ahora, como a los cambios radicales que sufrirá su entorno.